Alimentación Colombia , Valle del Cauca, Lunes, 05 de noviembre de 2012 a las 09:25

Aceites de tomillo y orégano combaten hongos en mazorcas

El maíz es el alimento de mayor importancia para muchos países de América, ya que tiene un amplio aprovechamiento para el consumo humano y animal, así como en la industria

UN/DICYT  Algunos hongos ocasionan pérdidas durante el almacenamiento poscosecha del maíz tierno. Para evitarlas, un estudio de la UN evaluó el efecto microbicida y conservante de estos aceites esenciales. El maíz (Zea mays L.) se constituye como el alimento de mayor importancia para muchos países de América, ya que tiene un amplio aprovechamiento para el consumo humano y animal, así como en la industria.

 

Sin embargo, hongos como Rizophus y Mucor, se manifiestan en la etapa de poscosecha, lo que deteriora su calidad nutricional, sus características organolépticas y su vida útil.

 

Por ello, y como aporte para el desarrollo de conservantes naturales que permitan garantizar su inocuidad, investigadores de la UN en Palmira evaluaron el efecto microbicida y conservante de los aceites esenciales del tomillo (Thymus vulgaris) y el orégano (Origanum vulgare) sobre mazorcas de maíz tierno.

 

Según el profesor Pedro Vanegas, director de la investigación, “los aceites esenciales son sustancias odoríferas (que producen olor) de naturaleza oleosa encontradas casi en todos los vegetales. Los de plantas aromáticas y medicinales presentan bioactividades (actividades biológicas) notables y un efecto biocida contra bacterias, hongos, virus, protozoos, insectos y plantas (es decir, aniquilación o inhibición de su efecto), lo que atrae la atención de la industria por sus posibles y viables aplicaciones”.

 

Por la baja toxicidad que estas sustancias causan frente a los antibióticos, era necesario que en la investigación se evaluara el efecto que pueden tener contra microorganismos patógenos en alimentos.

 

July Alexandra Campo Velasco, estudiante de Ingeniería Agroindustrial de la UN en Palmira, explica la función del timol y el carvacrol, dos compuestos que tienen los aceites y a los que se les atribuye una actividad microbicida.

 

“El carvacrol se encuentra presente en aceites esenciales de orégano (60–70% de carvacrol) y tomillo (45% carvacrol). Por otro lado, el timol ha sido reportado por tener efectos inhibitorios sobre bacterias y hongos, según investigadores como Guiza y Rincón en el 2007”, afirma Campo.

 

Tomillo, el más efectivo

 

Los investigadores adquirieron el material de T. vulgaris y O. vulgare en el mercado local, y lo sometieron previamente a una operación de oreado. “Se sometieron al proceso de extracción por arrastre de vapor en el equipo de hidrodestilación del Laboratorio de Química de la Universidad, y se obtuvieron rendimientos de 1,1% para el primero y 0,2% para el segundo”, dice la estudiante.

 

Así mismo, en el estudio se observó la actividad antimicrobiana de los aceites en cepas de los hongos Fusarium, Mucor y Rizophus aisladas de las mazorcas, usando el método de dilución en agar a diferentes concentraciones para el desarrollo in vitro (evaluación del crecimiento del micelio).

 

“Para in situ se utilizó una sola concentración, determinando el índice de severidad, porcentaje de infección y pérdida de peso. Los resultados in vitro demostraron que el aceite de tomillo fue el más efectivo y que contó con una actividad antifúngica mayor a la de Origanum vulgare, siendo la especie microbiana más sensible Fusarium y la más agresiva Rizophus”, afirma el profesor Vanegas.

 

Igualmente en in situ los experimentos con ambos aceites fueron efectivos para reducir la pudrición fúngica y la pérdida de peso en el producto investigado, siendo una alternativa para el control de estos hongos durante el almacenamiento poscosecha.