Ciencia Chile , Chile, Jueves, 30 de junio de 2011 a las 10:07

Arque贸logos descubren en Chile la mina m谩s antigua del continente americano

Los autores del hallazgo concluyen que la extracci贸n de 贸xido de hierro exig铆a habilidades t茅cnicas espec铆ficas y cierto nivel de cooperaci贸n social

Eva Aguilar/DICYT Un grupo de investigadores de Chile y Francia ha descubierto al norte del país suramericano una mina de óxido de hierro de 12,000 años de antigüedad, lo que la convierte en la evidencia más antigua de minería organizada en todo el continente americano, según explican los autores del hallazgo en un artículo publicado en la edición de junio de la revista Current Anthropology. Hasta el momento, una mina de cobre de entre 4.500 y 2.600 años de antigüedad, previamente descubierta en América del Norte, era considerada como la más antigua.

 

El equipo de investigadores, liderado por Diego Salazar, del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, encontró la zanja de 40 metros cerca del municipio costero de Taltal, a dos kilómetros del océano Pacífico y a 170 metros por encima del nivel promedio del mar. Sus conclusiones señalan que la mina fue cavada por la gente de Huentelauquén, el primer grupo de pobladores de la región, quienes utilizaron el óxido de hierro como pigmento para pintar utensilios hechos de piedra y huesos, y probablemente también para adornar la ropa y el cuerpo.

 

Se calcula que unas 2.000 toneladas de roca fueron extraídas de la mina, mientras que el carbón y los restos de conchas encontrados en el lugar indican que fue excavada de manera continua durante un periodo de tiempo comprendido entre hace 12.000 años y hace 10.500 años. Un segundo periodo de explotación ocurrió hace alrededor de 4.300 años. Los investigadores también encontraron más de 500 martillos de piedra utilizados en la primera época de explotación de la mina.

 

La minería, actividad organizada y generacional

 

El uso de óxido de hierro se cuenta entre una de las actividades más primitivas practicadas por la raza humana. El uso de pigmentos minerales ha sido asociado a la dieta y expansión territorial del Homo sapiens desde hace 160.000 años.

 

"El uso de estos minerales es por lo tanto una de las actividades más ubicuas y duraderas del H. sapiens en general y de la prehistoria de América en particular. Además, la aparición de óxidos de hierro en el registro arqueológico ha sido considerado una evidencia directa de actividades simbólicas entre los grupos primitivos", señalan los descubridores de la mina.

 

De acuerdo con los autores, si bien el uso de óxido de hierro en América ha sido ampliamente documentado, la falta de sitios arqueológicos que hayan servido como minas para la extracción de estos minerales no había permitido ofrecer más explicaciones sobre la forma en que los indígenas los obtenían, explotaban y procesaban.

 

Por lo tanto, dicen Salazar y su equipo, este descubrimiento tiene diversas implicaciones. La primera es que extiende el registro de la práctica de la minería en América por varios milenios y ofrece las primeras pistas sobre técnicas mineras primitivas; la segunda es que constituye una sólida evidencia de que los primeros habitantes de la región no solo practicaban la caza, la recolección y la pesca, sino que además tenían profundos conocimientos de minería; y la tercera es que queda claro que el acceso repetido a los pigmentos de óxido de hierro con fines simbólicos, influyó decididamente en los patrones de desplazamiento de los primeros nómadas del norte de Chile, en su esfuerzo por adaptarse y asentarse en un entorno marítimo.

 

"Las dimensiones de la explotación requerían planificación y también viajes constantes de ida y vuelta a la mina para organizar la producción del pigmento", dicen los investigadores. Y concluyen que el trabajo constante de extracción durante más de un milenio en el lugar "indica que el conocimiento sobre la ubicación de la mina, las propiedades de sus óxidos de hierro y las técnicas requeridas para explotar y procesar estos minerales fue transmitido de una generación a otra en el complejo cultural de Huentelauquén, consolidando así la primera tradición minera conocida hasta el momento en América".