Tecnología España , Zamora, Jueves, 15 de julio de 2004 a las 16:42

'Bombas' volantes con base en Zamora

Tres estudiantes de la Politécnica construyen un pulsorreactor similar a los utilizados por el ejército alemán durante la II Guerra Mundial para el lanzamiento de las V1

AR/DICYT Tres estudiantes de Ingeniería Técnica Industrial (especialidad Mecánica) de la Escuela Superior Politécnica de Zamora han conseguido una matrícula de honor con su proyecto de fin de carrera, que ha consistido en la construcción de un pulsorreactor. El aparato es similar al que el ejército alemán utilizaba en la II Guerra Mundial para lanzar los misiles V-1 desde el continente europeo hasta Londres. Además, han sido capaces de diseñar un complejo programa informático que simula la puesta en marcha del pulsorreactor, que se ha probado con éxito y pasará a ser propiedad del centro universitario.

Francisco José Arraquín, José Luis Gallego y José Manuel Bartolomé han invertido dos años y medio en “maquinar”, como ellos mismos describen, un proyecto de fin de carrera que “se saliera de lo corriente”. Por fin un artículo en Internet les dio la idea de construir un pulsorreactor. Se trata de una especie de motor en el que el aire entra a través de unas válvulas y hace que se inicie la combustión, lo que aumenta la presión y produce el cierre de las mismas, con lo que se evita su salida. Los gases calientes se expulsan por la tobera trasera; lo que produce empuje y reduce la presión hasta el punto en que las válvulas pueden abrirse y admitir aire fresco. Cuenta también con un depósito de gasolina para alimentarlo y otro de aire comprimido para bajar la temperatura más rápidamente porque “en la parte donde se realiza la combustión de la gasolina puede llegar a alcanzar los 2.000 grados centígrados”.

Pero el proyecto de estos tres estudiantes zamoranos no se queda en la simple construcción del pulsorreactor, que funciona a la perfección, si no que diseñaron también un completo programa informático de simulación que permite medir y comprobar cada una de las partes del pulsorreactor. Para ello han tenido que reciclar todo tipo de circuitos, cables y ordenadores. «Nos hemos tenido que buscar la vida tanto con los materiales como con los ordenadores que están trucados, porque eran muy antiguos», explica Francisco José Arraquín. El programa cuenta hasta con un sistema de voz que narra los pasos de encendido o apagado del pulsorreactor: desde la puesta en marcha de las electroválvulas hasta la entrada de gasolina pasando por la entrada de aire y la subida de temperatura...

 

Para que los profesores pudieran comprobar los circuitos internos del ordenador principal que, por supuesto, también han diseñado y construido ellos, en una de las paredes de la torre instalaron un cristal y una luz interior.


La estructura además cuenta con varios sensores que miden el empuje del movimiento y un manómetro que controla la presión.

 

Reciclando materiales


Todo el sistema se puede controlar a través de un dispositvo creado con una caja de plástico y los botones de una máquina registradora antigua. Incluso, el programa cuenta con dos botones de alarma para suspender el proceso si el ordenador detecta cualquier señal de peligro o de calentamiento excesivo. Como poner en marcha el pulsorreactor cuesta mucho trabajo, y hay que crear un ambiente adecuado y disponer de un gran espacio los alumnos grabaron también un vídeo en el que cuentan todo el proceso de construcción, desde cómo montaron la estructura por la que se desplaza hasta la conexión con el ordenador. En la película se aprecia como al alcanzar la máxima temperatura el acero de la parte más gruesa (dónde se produce la combustión) cambia de color hasta ponerse al rojo vivo, y alcanzar prácticamente la incandescencia.

El trabajo de montaje les llevó luego a realizar miles de pruebas porque "la teoría está muy bien, pero hasta que no la pones en marcha no sabes si todo va a funcionar correctamente". Afortunadamente, como ellos mismos cuentan, no hubo que registrar "ningún accidente reseñable". El pulsorreactor estará en el laboratorio de máquinas de la Escuela Politécnica Superior del Campus Viriato a disposición de todos los alumnos que quieran verlo. "Lo donaremos íntegramente a la Escuela para que lo vean los que vengan detrás", comentan los estudiantes. Aunque es deseo de la dirección del centro que el diseño, tanto del aparato como del sistema informático, se presente a algún certamen de inventores noveles.