Salud España , Burgos, Jueves, 18 de noviembre de 2004 a las 19:56

Burgos acoge la I Reunión Nacional sobre hiperactividad

El 9,'2% de los varones en edad escolar y el 2'9% de las niñas sufre esta enfermedad o algún trastorno asociado

Sergio Corral/DICYT La mitad de las consultas que se atienden en los servicios de Salud Mental Infanto-Juvenil están motivadas por los trastornos de déficit de atención con hiperactividad. Un trastorno psiquiátrico que en la actualidad presentan entre el 3 y el 6% de los niños en edad escolar, y que afecta al 9'2 por ciento de los varones y el 2'9 de las niñas. Así lo aseguran los especialistas de toda España que participan en la I Reunión Nacional sobre Hiperactividad y Trastornos Asociados que se celebra hoy y mañana en Burgos, y en el que participan unos 200 expertos.


El movimiento excesivo, las dificultades de atención y la impulsividad son, a juicio de Jesús de la Gándara, jefe del Servicio de Psiquiatría del Área de Burgos y presidente del Comité Organizador de esta reunión científica, “las características de comportamiento que pueden hacer pensar en la existencia de un cuadro clínico de hiperactividad”.


Estamos ante una enfermedad “real”, prosigue el doctor De la Gándara, ya que “no es un efecto de la publicidad, no hay muchos casos porque los padres no tengan tiempo de ocuparse de los hijos, no es porque haya laboratorios que quieran vender pastillas, ni asociaciones de familias que quieran poner el grito en el cielo. Se trata de casos tangibles, ya que el 10% de las consultas que se atienden en la Unidad de Infanto-Juvenil tienen esta patología y suponen el 25% de la carga asistencial”.


El desconocimiento que años atrás se tenía sobre las causas, los síntomas, las consecuencias y los tratamientos de esta enfermedad, ligado a los avances farmacológicos, psicopedagógicos y psicoterapéuticos que se han realizado en los últimos años han hecho que “conozcamos muy bien por qué se producen, conozcamos sus síntomas, cómo diagnosticarlo de forma muy segura, correcta y firme”, explica Jesús de la Gándara, quien añade que “una de las cosas que persigue este congreso pasa por poner en orden todas estas cuestiones, actualizar los conocimientos y difundirlos en el ámbito no solamente de la salud mental -psiquiatría o psicologí- sino también en los ámbitos psicopedagógicos y en la población en general”.


La hiperactividad no se suele diagnosticar antes de los seis años y su sintomatología suele reducirse con la edad, aunque en un cuarenta o sesenta por ciento de los casos se mantiene en la edad adulta. Además, el cuarenta por ciento de los niños con este tipo de trastorno tienen dificultades en el aprendizaje y, aproximadamente, la mitad de ellos tienen asociada alguna alteración psiquiátrica como la ansiedad, rabietas y miedos, depresión, baja autoestima y otros tipos de trastornos.

El hecho de que “los padres y los educadores sean considerados el frente de detección de la hiperactividad, ya que en muchas ocasiones los niños no acuden a los centros de atención primaria”, no significa que “sean también los encargados del diagnóstico ni del tratamiento, ya que ambas cosas deben hacerse en los centros de Infanto-juvenil en los que hay especialistas y profesionales para hacerlo”, explica el presidente del comité organizador.

 

Tratamiento plural

Jesús de la Gándara, que estuvo acompañado en la inauguración por José Vicente Pozo y Xoxe García Soto, psiquiatra y psicólogo, respectivamente, de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Área Sanitaria de Burgos, señaló que “el tratamiento es plural ya que incluye técnicas psicopedagógicas, psicoeducativas y psicológicas de ayuda a los niños y los padres”, e insistió en que “el eje debe ser siempre el equipo de Salud Mental Infanto-juvenil, ya que cuando una enfermedad crece y se hace famosa le salen muchos acólitos con los que hay que tener mucho cuidado, ya que en ese maremagno de ideas y controversias, al final pierden siempre los más débiles, es decir, los niños y los padres”.

José Vicente Pozo, quien aseguró que “los problemas de comportamiento o el mal rendimiento escolar son, a primera vista, los factores que pueden hacer sugerir la existencia de un cuadro de hiperactividad”, reconoció que “debido a una mayor sensibilidad hacia esta patología, se están incrementando las solicitudes de consulta para valoración de posibles casos de hiperactividad”.

El psiquiatra de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Área Sanitaria de Burgos manifestó además que “cada vez está más claro que en las causas de esta enfermedad existe un componente hereditario, ya que en la mayoría de los casos se detectan antecedentes familiares, especialmente en la rama masculina, de problemas de tipo escolar y de comportamiento”. Los estudios disponibles señalan que la existencia del mismo trastorno en hermanos es de entre el 17 y el 41%, pudiendo alcanzar el 80% en el caso de gemelos univitelinos. Además, los hijos de padres o madres que han sido hiperactivos tienen un riesgo del 44 por ciento de heredar esta patología.

Entre los factores no genéticos, que también existen, puede hablarse de complicaciones durante el embarazo, el parto y después del parto. El consumo de alcohol y drogas durante el embarazo y el tabaquismo pueden ser factores predisponentes, así como el bajo peso al nacer, la anoxia, algunas lesiones cerebrales. Recientes estudios, señala De la Gándara, “apuntan también a la apnea por prematuridad como posible causa de la disfunción en la producción de dopamina”.