Alimentación España , Palencia, Miércoles, 26 de mayo de 2004 a las 18:17

Castilla y León repoblará más de 18.000 hectáreas de arbolado a lo largo de este año

León y Zamora encabezan la lista de provincias por extensión, mientras que Salamanca y Valladolid se sitúan a la cola

Beatriz G. Amandi/DICYT Castilla y León tiene previsto reforestar 18.000 hectáreas de terreno con diferentes tipos de árboles y tres objetivos cioncretos: evitar catástrofes relacionadas con el mal estado de la cubierta vegetal; la recuperación de la flora y fauna y, por último, poner en marcha explotaciones forestales para la producción industrial de madera. Para ello, se utilizan diferentes especies en función de la finalidad.

León es la provincia que más extensión de terreno tienen previsto reforestar (más de 6.000 hectáreas) seguida de Zamora, con algo más de 3.000, como ya ha ocurrido en ejercicios anteriores. A la cola en número de hectáreas repobladas se encuentran Salamanca, con 858, y Valladolid con 661.

Las labores de repoblación se llevan a cabo a través de programas de la Junta de Castilla y León o bien de la política agraria comunitaria (PAC). Atendiendo a los objetivos planteados se pueden llevar a cabo tres tipos de reforestación.  

El primero tiene como objetivo mejorar la cubierta vegetal y generar ingresos directos a los propietarios mediante la explotación racional y sostenible de las masas arboladas. El segundo tipo es la repoblación destinada a la protección, que pretende una mejora basada en la protección del suelo y la recuperación del hábitat para la flora y fauna. Por último, hay un tipo de reforestación que tiene como objetivo la producción, en la que la especie que se replanta tiene una importancia especial ya que deben tenerse en cuenta aspectos como si el turno de producción corto o largo de la masa arbórea.

En el caso de Castilla y León, las repoblaciones de objetivo múltiple se han clasificado, a su vez, en otros tres tipos, en función del factor orográfico-climático. No es lo mismo repoblar una zona de montaña que una zona de páramo o de meseta. Cada uno de los tres conlleva un tipo específico de repoblación con unos cuidados concretos destinados a conseguir que las especies se adapten al medio, a sus condiciones de pendientes y de rocas. Los trabajos destinados a la protección, sin embargo, se realizan dependiendo del factor que justifica esta plantación, que puede ser evitar la erosión de las zonas de elevadas pendientes en las montañas, la protección de zonas secas o la flora y fauna de un entorno concreto. 

Pero son las repoblaciones destinadas a la producción las que conllevan un análisis más pormenorizado del tipo de especie que se va a plantar. En este sentido, suelen ser de tres tipos fundamentales. El primero de ellos, para producción de chopo, que permite la tala en turnos cortos (de entre 14 y 18 años) y que es sometido a labores intensivas de gradeos o podas. Cuando las repoblaciones tienen como objetivo obtener madera de calidad se utilizan otras especies como el prunus (rosales, frutales, sobre todo cerezo), castanea (castaño), juglans (nogal) y fraxinus (fresno), entre otros, que permiten la obtención de maderas nobles. El pino radiata, es la especie que más se utiliza en las plantaciones de coníferas de alta producción, especialmente en las zonas de León y Burgos.

El pino, la especie más replantada

El pino, en cualquiera de sus variedades, es la especie que más se replanta en Castilla y Léón, ya que se utiliza para seis de los nueve tipos de repoblación antes descritos. Es la variedad de árbol más utilizada en las tres formas de replantación con objetivo doble de protección y producción, en las plantaciones que pretenden proteger los terrenos en montaña y zonas secas, y también es de uso habitual en plantaciones de coníferas de alta producción.

Cuando el objetivo de la reforestación es la protección de la fauna, se utilizan especies más frondosas, como quercus petraea o el quercus robur. Las choperas y las especies de las que se puede obtener madera de calidad completan el repertorio de especies más utilizadas.

Cada tipo de repoblación lleva implícitos unos métodos de preparación del terreno, unas densidades en las capas de tierra y, en algunos casos, unas características determinadas en el platón a utilizar.

Según ha indicado a DICYT el profesor de Selvicultura de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Palencia, José Reque, el método de plantación viene dado por la dificultad orográfica, pero también la especie con la que se va a repoblar.

Así, según Reque “en el caso de la repoblación protectora suele haber peores condiciones en el terreno, y no suele ser posible realizar trabajos de manera mecanizada”, por lo que la plantación es más artesanal. Sin embargo, apunta que “la repoblación productora sí suele poder mecanizarse, puesto que uno de los objetivos es, precísamente, la optimización de los recursos”.


 

Amplias diferencias por provincias

De las 18.000 hectáreas que se esperan recuperar a lo largo de 2004, más de 12.000 lo serán gracias a las políticas agrarias comunes; mientras que algo más de 6.000 correrán por cuenta de la Junta a través de montes de uso público, consorcios y convenios.
Por provincias, es León la que prevé recuperar un mayor número de hectáreas, en total 6.272. Le siguen Zamora con 3.016; Burgos (2.972); Ávila (1.652); Segovia (1.295); Palencia (1.089); Soria (1.062); Salamanca, donde sólo intervienen fondos europeos para repoblar un total de 858 hectáreas y, finalmente, la provincia que menos masa forestal recuperará es Valladolid, donde sólo se replantarán 661 hectáreas.