Salud España , Salamanca, Viernes, 11 de junio de 2004 a las 17:56

Castilla y León se sitúa por debajo de la media nacional en el consumo de fitoterapéuticos

La nueva legislación reduce su uso y restringe su venta en herbolarios

Ana Victoria Pérez/DICYT Cada castellanoleonés consumió el año pasado el equivalente a 0’56 envases de productos fitoterapéuticos. Una porcentaje inferior a la media nacional, que se sitúa en 0’67 envases por habitante y que, si bien no ha disminuido con respecto a otros años, si ha experimentado un estancamiento. El freno en el volumen de ventas que ha experimentado este mercado no extraña a los expertos ya que, tal y como ha explicado a DICYT Rosalía Carrón, profesora del Máster de Plantas Medicinales y miembro del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Universidad de Salamanca, "en los últimos tiempos se han retirado muchos productos de los herbolarios y eso puede haber influido en el comportamiento de los consumidores".

El mercado de las plantas medicinales y sus preparados mueve en nuestro país cifras que rondan los 156 millones de euros, según datos del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito). Unas cifras muy superiores, a las de franceses o portugueses. Por comunidades autónomas, las Islas Baleares con 1’10 envases por habitante, Cataluña con 0’90 y Aragón con 0’72 son las regiones más recurren a las este tipo de remedios para mejorar la salud. Aún así, los datos suministrados por Infito certifican que este año el mercado sólo ha incrementado su facturación en un 10%, frente al 30% de temporadas anteriores.

Pero el consumo de plantas medicinales tiene también su parte conflictiva, que expertos, profesionales y legisladores se han empeñado en modificar cuanto antes. Rosalía Carrón aclara que "es importante que quien dispensa los medicamentos conozca los efectos que pueden tener, así como las interacciones que se producen entre dichos medicamentos y otros tratamientos farmacológicos e, incluso, entre las plantas y los alimentos que se ingieren".

Desde hace tiempo, los profesionales de la Medicina y la Farmacia llevan advirtiendo del peligro y las patologías que pueden generarse cuando los pacientes inician tratamientos fitoterapéuticos sin el conocimiento de su médico. "Algunas personas recurren a la fitoterapia y a las plantas medicinales para tratar una patología o para acelerar los efectos que desean conseguir, y lo hacen pensando que las plantas, al ser elementos naturales, no poseen efectos secundarios. Eso es un error", advierte Rosalía Carrón.

Por este motivo el Consejo de Europa ha publicado el pasado 4 de abril una directiva en la que se establece un nuevo código comunitario sobre medicamentos para uso humano. El nuevo documento modifica la anterior directiva 2001/83 emitida por esta institución para regular la comercialización de medicamentos tradicionales a base de plantas. Según advierte la profesora Carrón "es una directiva muy esperada, y estamos a la expectativa para saber cómo se realizará su transposición a la legislación nacional".

Plantas sin papeles

Así, a partir de ahora aquellos productos fitoterapéuticos que no puedan demostrar con bibliografía científica suficiente que sus componentes poseen un uso farmacológico experimentado de reconocida eficacia, así como unos niveles aceptables de seguridad, no podrán ser comercializados. El considerarlos medicamentos ha sido ya un primer paso para sacarlos de los establecimientos especializados e introducirlos en las farmacias. El Infito calcula que el 35% de los fitoterapéuticos se dispensan ya bajo la supervisión de un farmacéutico, mientras que el 65% restante sigue dispensándose herbolarios y establecimientos especializados. Todo un logro, si se tiene en cuenta que hasta hace unos años el porcentaje de plantas medicinales dispensado en farmacias era marginal.

A partir de ahora, y según la nueva legislación llegada de Europa, la larga tradición de uso de algunos medicamentos podrá reducir los ensayos clínicos necesarios y las pruebas preclínicas que certifiquen su eficacia. Sin embargo, para poder conseguir las licencias de comercialización sí deberán acreditar que son seguros, por lo que las autoridades competentes podrán exigir pruebas fisicoquímicas, microbiológicas y biológicas.

Este registro simplificado sólo será aplicable a aquellos medicamentos, sustancias vegetales o preparados fabricados a base de plantas. Una circunstancia que afecta a uno de cada cuatro fitoterapéuticos en España. Además todos estos productos deberán ir acompañados de su prospecto respectivo que aporte información suficiente a los consumidores.