Cerca de 280 castellano leoneses han recuperado la audición por medio de implantes cocleares

CGP/DICYT En Castilla y León, cerca de 280 personas han podido recuperar su capacidad auditiva gracias a los implantes cocleares (IC), dispositivos electrónicos que transforman las señales acústicas que reciben en impulsos eléctricos para que el sonido llegue al cerebro de aquellos que padecen sordera severa o profunda. Con motivo del Día del Implante Coclear, que se celebra hoy en España, la Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares (AICE) y GAES Centros Auditivos prevén realizar una visita especial a Inaudito, exposición centrada en el mundo de los sonidos que se muestra actualmente en el Museo de la Ciencia de Valladolid.

Óscar Mínguez, responsable de GAES en Castilla y León, ha apuntado en declaraciones a DiCYT que la región se encuentra en la media nacional en materia de implantes cocleares gracias, en gran parte, “al trabajo que realiza desde hace tiempo el Hospital Universitario de Salamanca”. Según datos de AICE, en España se calcula que existen unas 7.300 personas con implante coclear, de las cuales aproximadamente el 60 por ciento son niños, debido “a los protocolos de detección precoz de la sordera en los hospitales” que cada vez diagnostican este problema “a edades más tempranas”.

Asimismo, el éxito del implante en los pequeños es mayor. “Si los niños tienen pérdidas severas al nacer, en los dos primeros años el éxito del implante coclear es mayor al 95 por ciento”, recalca el experto. En la misma línea, diversos estudios confirman que si la intervención se realiza antes de los dos años el niño puede desarrollar el lenguaje como cualquier otra persona sin problemas de audición.

En el caso de los adultos, el éxito del implante depende del estado del nervio acústico, en qué momento se produjo la pérdida auditiva, la edad de implantación o el nivel de lenguaje oral adquirido. No obstante, en adultos que han perdido la audición a causa de una lesión o enfermedad después de haber adquirido el lenguaje el éxito de la intervención alcanza “el 85 por ciento”, destaca Mínguez, quien ha detallado el funcionamiento de estos dispositivos de alta tecnología.

“El implante tiene una parte interna que va en la cabeza, un haz de electrodos dentro de la cóclea. En la parte externa hay una bovina y un procesador. El procesador captura el sonido y lo envía a la bovina, la cual, a través de ondas de radio, transmite la señal al implante interno, que convierte estas señales en impulsos eléctricos que son los que estimulan el nervio auditivo y permiten que el sonido llegue al cerebro”.

Un mundo de sonidos

El próximo sábado, 27 de febrero, asociados de AICE a nivel regional y nacional se congregarán en Valladolid donde, tras una visita a las Cortes de Castilla y León, podrán disfrutar de la muestra Inaudito. La exposición, que ha contado con el apoyo de GAES, trata “del mundo del sonido y del sentido de la audición”. En ella, los visitantes “pueden identificar sonidos de la vida cotidiana, del entorno de la naturaleza o de las ciudades, jugar con máquinas y escuchar distintos sonidos a distintas frecuencias e intensidades, realizar pequeños test de audición y conocer cómo es un oído por dentro y su funcionamiento”, asegura el responsable de la compañía en la comunidad.

Origen de los implantes cocleares

El 25 de febrero de 1957, en Francia, los doctores Djuro y Eyries realizaron el primer implante coclear, que consistió en insertar un único hilo de cobre en el interior de la cóclea a un paciente totalmente sordo. Gracias a este procedimiento, consiguieron que pudiera percibir algunos sonidos y seguir el ritmo del lenguaje. Posteriormente, en 1978, el profesor Graeme Clark desarrolló los primeros implantes cocleares multicanales, precursores de los actuales, que permitían captar el sonido con una óptima calidad. Hoy en día, los avances tecnológicos en el ámbito de la corrección auditiva han permitido crear dispositivos cada vez más sofisticados, que incorporan los últimos avances tecnológicos para proporcionar a los usuarios una mejor audición, así como una mayor comodidad y estética.