Alimentación México , Baja California, Mi茅rcoles, 30 de mayo de 2012 a las 11:03

Certifican un laboratorio del Cicese para el an谩lisis de biotoxinas

Ocurre en un momento clave, pues se prev茅 un incremento en la intensidad y frecuencia de los florecimientos algales nocivos para esta regi贸n

CICESE/DICYT La certificación que otorgó hoy la Cofepris al Laboratorio Ficotox del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (Cicese) para realizar análisis de biotoxinas, que acredita a nivel internacional la validez y confiabilidad de sus resultados, ocurre en un momento clave pues se prevé un incremento en la intensidad y frecuencia de los florecimientos algales nocivos para esta región. Además, es importante en materia de salud pública y como apoyo a las exportaciones del sector pesquero y acuícola.

 

La entrega del reconocimiento al Laboratorio de servicios, monitoreo e investigación sobre ficotoxinas asociadas a florecimientos algales nocivos: Ficotox, cuyo responsable es Ernesto García Mendoza, investigador del Departamento de Oceanografía Biológica del Cicese, ocurrió en una ceremonia donde el secretario de Pesca de Baja California, Ing. Carlos Fernández Ruiz, destacó el esfuerzo de productores, centros de investigación y gobierno (la llamada triple hélice) para estructurar un esquema que beneficiará el cuidado de la salud pública y la apertura de mercados del sector pesquero y acuícola.

 

El reconocimiento a este laboratorio como Tercero Autorizado lo otorga la Comisión de Control Analítico y Ampliación de Cobertura (CCAYAC), una entidad que depende de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).

 

Sergio Guevara Escamilla, presidente del Comité Estatal de Sanidad Acuícola e Inocuidad, consideró que la certificación del laboratorio FICOTOX beneficiará directamente a las 73 granjas acuícolas que existen en Baja California dedicadas a cultivar peces, moluscos y crustáceos, pues la presencia de biotoxinas y sus efectos pueden provocar un problema de salud pública en la entidad.

 

Aclaró que en Baja California generalmente no se presentan este tipo de sintomatologías, más bien al norte, en las costas de Estados Unidos, y al sur, en costas mexicanas subtropicales y tropicales. Sin embargo, agregó, para mantener abiertas las áreas que han sido clasificadas y aprobadas para realizar actividades de cultivo (las bahías de Todos Santos y San Quintín, laguna Manuela, Guerrero Negro y San Felipe) se requieren alrededor de 500 análisis de biotoxinas por año, cifra que se espera incrementar al doble en breve.

 

Por ello es importante haber logrado, con la apertura de este laboratorio en Ensenada, sus protocolos de examen y ahora la certificación, descentralizar y reducir los tiempos de colecta y análisis. Esto ya demostró ser efectivo en 2011, al establecerse la primera veda sanitaria para extracción, consumo y comercialización de moluscos provenientes de San Felipe, y un mes después, la segunda veda sanitaria tras detectarse toxinas de tipo diarreico (ácido okadaico) en moluscos extraídos del área de la bahía de San Quintín y en la laguna de Guerrero Negro.

 

Compuestos químicos producidos por microalgas

 

Ernesto García, por su parte, definió las ficotoxinas como compuestos químicos que son producidos por microalgas, que tienen efectos nocivos para otros organismos y que eventualmente pueden producir problemas de salud pública. Las hay de amnésicas, neurotóxicas, paralizantes, diarréicas (las cuatro presentes en moluscos) y de tipo ciguatera, presente en peces de zonas tropicales y subtropicales.

 

Generalmente los moluscos bivalvos ingestan, metabolizan y depuran gradualmente estos compuestos, pero si los consumimos antes de que concluyan el ciclo, pueden presentarse intoxicaciones. En México, agregó, la única toxina que ha causado muertes es una de tipo paralizante, una saxitoxina que en Chiapas y Guerrero, entre 1979 y 2002 provocó 300 intoxicados y 24 muertes.

 

Pero la tendencia es que los florecimientos incrementen su intensidad y frecuencia. En 2011 en esta región ya se superó dos veces el nivel regulatorio y se decretaron vedas. De 1977 a la fecha se ha incrementado la presencia de toxinas paralizantes en la costa de Washington, en Estados Unidos, y ante esto, la perspectiva es que habrá más toxinas reguladas a futuro (actualmente hay sólo tres reguladas), y los análisis tendrán que migrarse hacia métodos analíticos.

 

Por su parte, Juan Carlos Gallaga, comisionado nacional de Control Analítico y Ampliación de Cobertura, felicitó al personal responsable de este laboratorio y al CICESE en general, por haber obtenido la certificación que les brinda el reconocimiento internacional por la validez y confiabilidad de sus resultados, y los conminó a mantenerse en ese nivel toda vez que “cumplir con las normas internacionales cuesta trabajo…”

 

A continuación entregó al director general del CICESE, Federico Graef Ziehl, el reconocimiento, teniendo como testigos a Álvaro Israel Pérez Vega y Ricardo Cavazos, ambos de la dirección jurídica de la COFEPRIS, así como al secretario de Pesca estatal, a directivos a investigadores del Centro Regional de Investigaciones Pesqueras (CRIP), personal del laboratorio y directivos del CICESE, entre otros invitados.

 

Para finalizar, la comitiva realizó un recorrido por las instalaciones del laboratorio FICOTOX, cuya construcción comenzó en 2010 con fondos concurrentes -6 millones de pesos- de los empresarios, del CICESE y del fondo institucional de Fomento Regional para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación (FORDECYT); fue inaugurado el 4 de agosto de 2011 y tiene tres componentes principales: brindar servicios de análisis de ficotoxinas amnésicas, diarréicas y paralizantes, en moluscos y peces, mediante protocolos normados y no normados; realizar monitoreos de florecimientos algales nocivos (FAN) en la región, y hacer investigación y formar recursos humanos altamente capacitados en esta área.