Alimentación Costa Rica , Cartago, Viernes, 08 de enero de 2010 a las 12:05

Científicos de la Universidad de Costa Rica analizan la actividad registrada en el volcán Turrialba

El pasado martes se produjeron dos eventos y una erupción de ceniza de 20 horas, lo que ha podido liberar la energía acumulada durante cuatro años

UCR/DICYT Los especialistas de la Red Sismológica Nacional (RSN) de la Universidad de Costa Rica (UCR) y del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), mantienen un constante monitoreo de la actividad del Volcán Turrialba, que este martes 5 de enero, presentó dos vigorosos eventos a las 14.29 y 14.45, tras los cuales se dieron los primeros reportes de ceniza en La Central, La Silvia y Capellades. Según lo informó Wilfredo Rojas Quesada, geólogo de la RSN, aunque desde ayer al mediodía la actividad que inició el martes disminuyó, el coloso está siendo monitoreado en busca de nuevas señales que indiquen hacia donde evoluciona la situación. 

 

Es posible, indicó, que con la erupción de ceniza que mantuvo durante 20 horas con la cual limpió una serie de conductos, el volcán haya liberado parte de la energía acumulada desde hace cuatro años, por lo que podría esperarse una disminución en la actividad, con esporádicas emisiones de ceniza.

 

Aunque de momento no hay evidencias de actividad magmática en el sitio, Rojas, quien fue el único especialista que pudo llegar ayer al sitio de la erupción, dijo que dada la cantidad de instrumentos colocados en toda la región para el monitoreo del volcán, esperarían tener información certera y oportuna sobre cualquier cambio de escenario, para que se tomen las medidas del caso.

 

El Turrialba, es un volcán complejo que se localiza 24 km al noroeste de la ciudad del mismo nombre, comparte la misma base con el Irazú y es el más oriental de la Cordillera Volcánica Central.Su actual cono aloja tres cráteres bien definidos, uno parcialmente sepultado y otro colapsado, además de pequeñas bocas intracratéricas.

 

En los últimos 3.500 años, se han verificado al menos seis eventos explosivos de importancia en el Turrialba, el último entre 1864 y 1866, que es la única erupción históricamente comprobada. En esa oportunidad la actividad propició que cayeran pequeñas cantidades de ceniza en San José, Atenas, gran parte del Valle Central Occidental e incluso en Puntarenas.

 

La actividad del Turrialba se reactivó a partir de marzo de 1996, intensificándose en el 2003 con la aparición de nuevas solfaratas o fumarolas que emiten sulfuros y fracturas en el terreno en los cráteres central y suroeste, así como actividad sísmica, situación que se mantuvo hasta hace unos días.

 

Lluvia ácida

 

La mezcla de gases ácidos, fundamentalmente de dióxido de azufre y cloro, con la humedad ambiental, han promovido la formación de nubes ácidas con su consecuente precipitación de lluvia ácida, sobre todo en el sector occidental, debido a que los vientos regionales soplan del Caribe, del este y noreste hacia el oeste y suroeste.