Medio Ambiente España Salamanca, Salamanca, Viernes, 19 de octubre de 2007 a las 18:04

Científicos españoles simulan el comportamiento de los glaciales polares para predecir su evolución ante el cambio climático

El jefe de la Base Antártica Española Juan Carlos I ha explicado hoy en Salamanca las observaciones de las últimas décadas

José Pichel Andrés/DICYT Francisco Navarro, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid y actual jefe de la Base Antártica Española Juan Carlos I en la isla Livingston, ha participado hoy en las Jornadas Polares de la Universidad de Salamanca. Este especialista ha hablado de la evolución de los glaciares en las últimas décadas, un aspecto que está siendo estudiado por su equipo de investigación mediante la simulación informática de su comportamiento ante el cambio climático.

 

Dentro de la Glaciología, el equipo de Navarro trabaja en dos aspectos. Por una parte, en "la simulación numérica de los glaciares, que se basa en establecer modelos físico-matemáticos que rigen su comportamiento y predicen la evolución del hielo glaciar, de modo que tratamos de determinar su respuesta ante el cambio climático", ha declarado a DICYT. Y, por otra parte, en "técnicas de radar para estudiar el espesor del hielo, sus propiedades físicas o su densidad", entre otros aspectos.

 

Este especialista centró su intervención esta mañana en la evolución de las masas glaciares de hielo marino en las últimas décadas. "En el Ártico observamos una clara reducción desde 1979 hasta el presente, muy acelerada en los últimos años, mientras que en la Antártida el hielo marino ha estado casi estable desde que se conoce, incluso con un ligerísimo aumento", comenta. "Existen distintas técnicas de estimación acerca del hielo acumulado, resultado del balance neto entre lo que ganan los glaciares por acumulación de nieve y lo que pierden por fusión superficial, pero las incertidumbres son bastante grandes y no sabemos cómo puede estar influenciado por el cambio climático y por la acción del hombre", indica. 

 

Acumulación de nieve

 

En ese sentido, en las masas de hielo continental de la Antártida y Groenlandia se registra un aumento en la acumulación de nieve, consecuencia directa del cambio climático, porque "el mayor calentamiento en las zonas tropicales genera más evaporación, con la consiguiente mayor condensación en forma de nubes y las consiguientes precipitaciones, que en zonas cálidas se traduce en lluvia, pero en las zonas polares, se traduce en nieve".

 

Otro efecto del cambio climático es que, al haber más temperatura, hay mayor fusión en la superficie y parte del agua que se funde en la superficie se infiltra a través de grietas, llega al lecho de los glaciares y se acelera su fusión, con lo que acaban perdiendo más hielo por la expulsión de hielo en forma de icebergs.

Para realizar sus cálculos, los científicos españoles se basan tanto en sus propios datos, recogidos en la base Juan Carlos I, como en las investigaciones de otros grupos. "Tenemos una red de observación fija en los glaciares cercanos a la base, pero para los trabajos de simulación numérica contamos con datos de ámbito global disponibles en la red o a través de colaboraciones", explica Navarro.

 

El hielo marino del Ártico, en peligro
Francisco Navarro considera que, a pesar del cambio climático, "tenemos hielo continental para mucho tiempo en la Antártida y en Groenlandia". Sin embargo, "lo que se puede perder es el hielo marino del Océano Ártico en época de verano, aunque durante siglos lo seguiremos teniendo en invierno", asegura. Conforme a la tendencia observada en los últimos 30 años, antes de finales del siglo XXI no habría hielo en el Ártico a finales de verano, aunque en invierno se regeneraría. "El problema es que los últimos tres o cuatro años sería más rápido, pero estos datos aún no son fiables", advierte. En cualquier caso, este deshielo no sería responsable del temido aumento del nivel del mar. "El hielo marino flota, porque su densidad es menor que la del agua, así que la fusión de todos los hielos marinos del mundo no haría subir el nivel del océano ni un solo milímetro. Es la fusión de los hielos continentales la que contribuiría a la subida del nivel del mar, pero hoy en día, en el aumento de 31 milímetros anuales que se observa, la mitad se corresponde con la expansión de las propias águas del océano debido a su calentamiento", aclara.