Salud España , Valladolid, Viernes, 03 de abril de 2009 a las 11:31

Cirugía ocular para reducir la dependencia de gafas y lentes de contacto

Artículo de opinión de Jesús Merayo Lloves, coordinador de la Unidad de Cirugía Refractiva del IOBA, de la Universidad de Valladolid

DICYT Millones de personas en todo el mundo (más de 250.000 intervenciones al año en España) eligen la cirugía refractiva como alternativa para ver bien sin necesidad de gafas o lentillas. Aunque se hace cirugía refractiva desde hace más de 100 años es en la última década cuando se ha popularizado con la introducción de herramientas quirúrgicas (laser excimer, microqueratomos, lentes intraoculares, etc) que permiten realizarla con unos niveles muy altos de seguridad, eficacia y predictibilidad, con mínimos riesgos y con procedimientos muy sencillos de cara al paciente.

 

El término cirugía refractiva se refiere al conjunto de operaciones que se realizan en el ojo destinadas a disminuir el “error refractivo” del paciente y por tanto a reducir la dependencia de gafas o lentes de contacto. Los errores refractivos son la miopía (ven mal de lejos), hipermetropía (ven mal de cerca) y el astigmatismo (visión borrorsa por enfocar en distintos planos). Esta cirugía se populariza desde hace más de 10 años con la introducción del laser excimer, que ofrece la posibilidad de tallar la cornea con gran precisión, eficacia, seguridad y estabilidad a largo plazo. Las intervenciones se realizan administrando al paciente unas gotas de anestesia y posteriormente se talla la forma de la cornea con la energía del laser, bajo el microscopio quirúrgico para que las imágenes se enfoquen en la retina y se vea nítido.

 

Las técnicas quirúrgicas tienen distintos acrónimos en función de la forma de tallado de la cornea (LASIK, LASEK, PRK) y pueden estar indicadas en personas con miopía de hasta 8-10 dioptrías, e hipermetropías y astigmatismo de hasta 6 dioptrías. Para defectos de refracción mayores de los señalados los pacientes pueden beneficiarse de las técnicas de cirugía refractiva no corneal o intraocular que consisten en la introducción de lentes intraoculares y que en ocasiones requieren también la extracción del cristalino).

 

Las personas que deseen saber si son candidatas a alguna de las técnicas de cirugía refractiva deben realizar una consulta prequirúrgica donde se les práctica una exploración oftalmológica completa, se les informa de la técnica más adecuada a su caso y se les da a conocer los riesgos de complicaciones y efectos secundarios que aunque raros, como en toda intervención quirúrgica, también existen. En general para ser un buen candidato a las alternativas quirúrgicas se debe tener una refracción estable (que lo varíe la graduacción en el último año), ser mayor de 18-21 años, no tener ninguna enfermedad en el ojo (como el queratocono) o sistémica (como infecciones) y entender y aceptar el procedimiento.

 

En los últimos años los avances en la cirugía refractiva se han centrado en el desarrollo de nuevos instrumentos que ayudan a seleccionar mejor a los pacientes, programas de tallado de la cornea que ayudan a personalizar los tratamientos y sistemas de corte más seguros como los modernos microqueratomos o el corte asistido por laser de femtosegundo o el diseño de nuevas lentes intraoculares. Como en toda técnica quirúrgica existen complicaciones y efectos secundarios como las supra o infracorreciones, alteraciones de la cicatrización corneal que pueden reducir la calidad de visión, riesgo de infecciones e inflamaciones oculares que el paciente debe conocer antes de optar por la alternativa quirúrgica.

 

En general, cuando la cirugía se realiza dentro de las indicaciones recomendadas y en los pacientes seleccionados los riesgos son extremadamente bajos.En las personas mayores de 45 años se suele manifestar la presbicia o vista cansada. Para este problema todavía no existen procedimientos quirúrgicos adecuados y se suele corregir con "trucos" como la introducción de lentes intraoculares multifocales o programar la monovisión (dejar un ojo bien corregido para lejos y el otro para cerca).

 

Las personas operadas de cirugía refractiva corneal pueden en el futuro operarse de cataratas sin mayor riesgo añadido que los no operados (realizando los cálculos apropiados para la lente intraocular tras cirugía refractiva) y si eventualmente necesitan alguna corrección residual pueden usar gafas o lentes de contacto para determindas actividades.

 

En resumen, existen alternativas, rápidas, seguras, estables y eficaces para la corrección quirúrgica de la miopía y otros defectos de refracción de las que se pueden beneficiar la gran mayoría de los pacientes tras una selección apropiada. Se trata de cirugía mínimamente invasiva que se realiza de forma ambulatoria y con una rápida recuperación.