Ciencia Colombia Bogot谩, Cundinamarca, Viernes, 07 de marzo de 2008 a las 12:37

Colombia reivindica el papel de la mujer en la Ciencia

Seg煤n el informe Ciencia, Tecnolog铆a y G茅nero publicado en 2007 por la Unesco, solo un 25% de los investigadores en el mundo son mujeres

YC/NOTICYT/DICYT El 8 de marzo no es solo una fecha para regalarles a las mujeres chocolates, flores o peluches, es una oportunidad para recordar la incesante lucha por el reconocimiento y la igualdad de derechos. Esta fecha se celebra desde 1910 cuando la alemana Clara Zetkin, durante el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, recordó la protesta de un grupo de obreras en una fábrica de textiles en New York (1857), quienes clamaban por igualdad de salarios y por una jornada de trabajo razonable. Esta protesta fue socavada por un incendio provocado por los dueños de la fábrica causando la muerte a 129 trabajadoras. 

 

Este día también conmemora la vida de las mujeres que durante siglos permanecieron en el anonimato de unas vidas dedicadas al hogar y subyugadas al dominio de la sociedad patriarcal. Con la llegada de la revolución industrial, muchas mujeres salieron de sus casas y de los conventos en busca de trabajo y de una oportunidad para demostrar sus capacidades.

 

Desde entonces se ha buscado lograr la igualdad de derechos de las mujeres, eso sí, reconociendo y resaltando las diferencias con los hombres. Siglos de lucha dieron por fin sus frutos en el siglo XX en donde se presentó lo que se conoce como la “liberación femenina”, que más que liberación fue una reivindicación paulatina de la mujer como ser humano.

 

“El reivindicar a las mujeres el derecho a la igualdad y a la diferencia ha sido un proceso mediado por siglos de silencios, en donde el tiempo le ha hecho culto a los hombres, es decir en tiempos tan largos (siglos), los hábitos, las percepciones y estereotipos de los sexos han permanecido resguardados por las “cárceles mentales” que se resisten al cambio”, esta es una reflexión hecha por la socióloga y docente de la Universidad del Atlántico, Rafaela Vos Obeso, en su artículo La Mujer es en la Ciencia un vínculo necesario.

 

Precisamente uno de los espacios en los que las mujeres se han abierto camino gracias a la lucha diaria y constante por demostrar sus capacidades, es en la Ciencia, ámbito que era reservado únicamente para los hombres. Muchas mujeres a lo largo de la historia tuvieron que esconder su pensamiento, trabajar bajo seudónimos masculinos o dejar que su trabajo fuera apropiado por los hombres.

 

En su artículo la investigadora se pregunta si la ciencia es cuestión de sexo y si sólo es cosa de hombres. Desde la antigua Egipto, muchas mujeres han desarrollado técnicas y han hecho aportes científicos tales como el telar y el descubrimiento de la seda, estos desarrollos, así como otros posteriores, se atribuyen, según Vos Obeso, a la interacción de la mujer con el entorno diario y a las necesidades domésticas.


Muchos de los conocimientos ancestrales de las mujeres en las diferentes épocas han sido subestimados, menospreciados o apropiados por otros. Como lo enuncia Vos Obeso, “el imaginario de inferioridad que culturalmente se ha transmitido conlleva a considerar a la mujeres como incapaces para desarrollar tareas diferentes a las reproductivas. La discriminación sexual ha permeado casi toda la actividad humana y la Ciencia no ha sido la excepción”.


A pesar de los obstáculos impuestos socialmente hay un sinnúmero de científicas reconocidas a lo largo de la historia, este es el caso de Hipatia, quien en la antigua Grecia realizó destacados trabajos en las matemáticas, la astronomía, la mecánica y la filosofía; Caroline Herschel (siglo XVIII) quien descubrió ocho cometas y la rusa Sonia Kowalevsky (siglo XIX) quien hizo aportes en el estudio de las ecuaciones diferenciales. También se reconocen mujeres como Marie Curie quien fue galardonada con el premio Nobel en física (1903) y en Química (1911) por sus aportes en el estudio de la radiocatividad y el descubrimiento de los elementos radio y polonio; la Nobel estadounidense Gertrude Elion (1988) por sus aportes en el estudio del cáncer y Bárbara Mc Clintock (1983) por sus investigaciones en el campo de la genética.

 

En Colombia, según lo menciona Patricia Tovar, Investigadora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), también hay mujeres que se han destacado en el campo de la Ciencia, para mencionar algunas se encuentran la bogotana Ana Galvis Hotz, primera mujer latinoamericana en recibir el título como médica, en la Universidad de Berna; la antropóloga Virginia Gutiérrez de Pineda, pionera en la investigación con comunidades indígenas y Adriana Ocampo, geóloga e investigadora de la Agencia Espacial Europea (ESA), entre otras.


Actualmente las mujeres han incursionado en el desarrollo de la ciencia y la tecnología demostrando sus grandes capacidades y habilidades. Uno de los casos más interesantes de participación femenina en la Ciencia se presenta en Cuba donde cerca del 53% de los científicos son mujeres, esto gracias al acceso democrático a la educación.

 

Apenas un 25%

 

Sin embargo, las estadísticas no son tan alentadoras en el resto del mundo. Según el informe Ciencia, Tecnología y Género publicado en 2007 por la Unesco, solo un 25% de los investigadores en el mundo son mujeres. Esta cifra tan baja se debe a que muchas mujeres entran a hacer estudios superiores, pero pocas se dedican a la investigación.

 

Lo que se podría denominar deserción femenina en los altos niveles de la investigación y de la ciencia se debe, según la docente Vos Obeso, a que se ha restringido el accionar de las mujeres a ciertas tareas como la recolección de datos, la catalogación y en general son relegadas a ser asistentes en los trabajos científicos.

 

Este aspecto conlleva a la segregación y discriminación de género en el área de la ciencia.

La propuesta de la investigadora de la Universidad del Atlántico apunta a un cambio cultural y social a través de la educación para que las nuevas generaciones de mujeres se interesen por la ciencia, también se debe propender por la apertura de oportunidades y espacios para las mujeres en las áreas técnicas y científicas. Por otro lado, se deben dejar de lado los estereotipos sociales que encasillan a las mujeres como irracionales y demasiado sentimentales y a los hombres como fríos y objetivos, cualidades necesarias para hacer ciencia.

 

El accionar de las mujeres durante la historia ha sido revolucionario en cuanto a la búsqueda de su reconocimiento social, político y cultural; sin embargo, la ciencia y la tecnología son espacios que deben seguir siendo conquistados. La educación y el aumento de oportunidades son piezas claves en el fomento y apropiación de la ciencia por parte de las mujeres.