Alimentación México , México, Miércoles, 11 de diciembre de 2013 a las 11:07

¿Cómo sobreviven los corales a la contaminación de los océanos?

Un centro Conacyt estudia la adaptación genética de la especie que evitó su extinción

 

AGENCIA ID/DICYT Contrario a otras especies marinas, los corales aún son capaces de adaptarse bajo las condiciones actuales de acidificación que sufren los mares, reveló un estudio en desarrollo dirigido por investigadores del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor).


“Los primeros modelos indicaban que los arrecifes de coral desparecerían a mediados de este siglo, pero nuestro estudio demuestra que los corales se adaptan a la acidificación que se ha ido incrementando desde la revolución industrial”, dijo el doctor Eduardo Balart Páez, titular de la investigación.


El proyecto se lleva a cabo a lo largo del Golfo de California y costa del Pacífico Mexicano, donde existe un gradiente latitudinal natural de acidificación. Los científicos analizan colonias de Porites y Pocillopora, que son las especies de corales más importantes en los arrecifes de aguas del Océano Pacífico Oriental.


A partir de placas radiográficas de muestras de Porites panamensis de hasta 22 años de edad, se visualizan los cambios en extensión, densidad y calcificación del esqueleto coralino a través del tiempo. Asimismo se extrajo el ADN de ambos grupos coralinos con el fin de conocer su diversidad genética.


Con estos estudios se identificó que la acidificación del mar está afectando el crecimiento de los corales pero todavía no de manera dramática, además que el impacto es diferente entre machos y hembras. Los corales del género Pocillopora son hermafroditas pero no así los de Porites, por lo que la respuesta no es la misma para todos.


“Aunque por el momento estos organismos marinos se mantienen saludables a costa de un mayor gasto energético, a medida que vaya aumentando la acidificación puede haber una perturbación en las proporciones sexuales, implicando un cambio en la demografía de población”, advirtió Balart Páez.


El investigador especificó que la especie Porites panamensis es un coral masivo que se encuentra con mayor frecuencia desde la orilla hasta aguas tan profundas como 30 metros. Mientras que los Pocillopora, corales ramificados, requieren de gran cantidad de luz para vivir debido a su gran dependencia de la fotosíntesis de sus simbiontes, y por ello se encuentran en abundancia en sitios superficiales.


El fenómeno de la acidificación actual de los mares es consecuencia del aumento de emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera, procedentes principalmente de actividades antropogénicas (industria, transporte). El pH promedio de las aguas oceánicas era de 8.15 durante el periodo preindustrial, y ahora ha cambiado a 8.05; es decir, el mar se está volviendo más acido.


Finalmente el investigador en sus conclusiones consideró que no hay que bajar la guardia y que la amenaza de la acidez sobre los arrecifes de coral no ha disminuido. Será necesario realizar más investigaciones para averiguar qué especies de corales son las que mejor puedan adaptarse, cómo afecta a la fragmentación de las poblaciones y estudiar el fenómeno en el laboratorio para la elaboración de pronósticos ante diferentes escenarios futuros.