Tecnología México , México, Viernes, 13 de junio de 2014 a las 10:34

Desarrollan una malla coronaria biodegradable

Alumna del Doctorado en Ciencias de la Ingeniería del Tecnológico de Monterrey en Monterrey ha propuesto una alternativa para el tratamiento de enfermedades coronarias

Gabriela Faz/Tec de Monterrey/DICYT Erika García López trabaja en el proyecto "Corte por Laser de Stent Coronario", bajo la asesoría del doctor Ciro Rodríguez González, Director del Centro de Innovación en Diseño y Tecnología (CIDyT), del Campus Monterrey. De acuerdo a información emitida por la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las causas más importantes de discapacidad y muerte prematura a nivel mundial; los episodios coronarios y cerebrovasculares se producen de forma repentina, antes de que se pueda proporcionar la atención médica adecuada.

 

Y esta fue la razón que llevó a la alumna del Doctorado en Ciencias de la Ingeniería con especialidad en Mecatrónica y Materiales Avanzados (DCI) del Campus Monterrey, a desarrollar una alternativa en el tratamiento de enfermedades coronarias.

 

La idea principal surgió con la intención de mejorar un producto médico ya existente denominado stent coronario, que es frecuentemente utilizado en la cirugía de la arteria carótida denominada Angioplastía.

 

"El stent o malla coronaria es una especie de tubo pequeño que se coloca dentro de una arteria, con el fin de liberarla de obstrucciones y mantenerla abierta", mencionó la alumna Erika García.

 

La innovación propuesta con este proyecto consiste en la manufactura de la malla a través de metal de magnesio, material de reciente descubrimiento para esta aplicación médica, y que presenta características biodegradables, que permiten que el implante sea absorbido naturalmente por el paciente en un periodo aproximado de un mes.

 

El proyecto propone la manufactura de una especie de malla o stent, que se introduce a nivel femoral y llega hasta las arterias carótidas, en donde se implanta. Estos dispositivos ayudan a abrir las venas y evitar que se cierren por bloqueos de grasa u otros factores como la formación de calcio.

 

Una de las principales ventajas que ofrece este material, es que por ser biodegradable, libra al paciente de implantes de acero, imposibles de remover, y que por lo tanto, permanecen indefinidamente en el cuerpo, además de dificultar la posibilidad de una siguiente intervención.

 

"La idea de mi tesis es trabajar con materiales biodegradables, que presentan la ventaja de ser absorbidos por el cuerpo. Esto hace infinitamente más sencilla la corrección en operaciones donde la malla se implantó en un lugar equivocado, o incluso, cuando no es necesario un implante permanente, haciendo viable la idea de ayudar a la vena a su correcto funcionamiento por un periodo determinado, y cuando esté lista, desechar el material", afirma Erika García.

 

El modelo o prototipo de esta malla se desarrolla con máquinas láser, como la que se encuentra en las instalaciones del CIDyT del Tecnológico de Monterrey, ubicado en el Parque de Investigación e Innovación Tecnológica (PIIT).

 

La máquina funciona con fibra óptica, tiene una unidad rotativa y un tubo del material -en este caso magnesio- cuya geometría se forma con un corte adecuado del láser.