Salud España Madrid, España, Lunes, 04 de diciembre de 2006 a las 18:30

Dos centenares de mujeres españolas con cáncer han decidido congelar su tejido ovárico para preservar sus fertilidad

Los expertos trabajan para mejorar las técnicas de cultivo de células germinales en el laboratorio

AVPR/DICYT Los expertos en reproducción asistida recomiendan a las mujeres jóvenes que vayan a iniciar un tratamiento con quimioterapia que se informen sobre las posibilidades que ofrece la criopreservación del tejido ovárico. Se trata de una ópción a la que recurren apenas 200 mujeres en toda España, y que puede resultar útil a la hora de acceder a terapias reproducitivas en un futuro para ese 80% de diagnosticadas que consigue recuperarse por completo de la enfermedad.

 

Las terapias a las que deben someterse estas mujeres son agresivas y afectan a las células sanas, en especial a las células germinales, como son las que integran el tejido ovárico, "por lo que es frecuente que, una vez erradicado el tumor, éstos no tengan capacidad para cumplir sus funciones endocrina y de reproducción, produciendo una menopausia precoz a las pacientes”, tal y como ha explicado  DICYT el doctor Justo Callejo, jefe clínico del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Sant Joan de Déu. 

Según el experto "suelen producirse dos situaciones: la mujer diagnosticada de cáncer con pareja, que podría optar por la criopreservación de embriones, y la que está sola que podría decantarse por la congelación de ovocitos. Debido a que el acceso a cualquiera de estas técnicas retrasaría el inicio del tratamiento oncológico se opta, en la mayoría de los casos, por la congelación de tejido ovárico".

El proceso de extracción de dicho material es una operación relativamente sencilla. Por medio de laparoscopia, se extrae el tejido cortical del ovario, que contiene ovocitos en fase de inicio de su proceso de maduración. El tejido obtenido se corta en láminas de menos de un milímetro de grosor que permiten que el líquido criopreservador se extienda en todas las células. El tejido se conserva a una temperatura de 196 grados bajo cero en un banco de tejidos, donde se puede mantener de forma indefinida durante más de 20 años sin perder sus propiedades.

Una vez recuperada la paciente, y en el momento que desee emprender el embarazo, existen dos posibilidades: reimplantar el tejido en su ubicación original o en otra parte del cuerpo como el abdomen o el brazo, y esperar una gestación espontánea o bien someterse a un proceso de fecundación in vitro. “El principal obstáculo de esta técnica está relacionado con la formación de nuevos vasos sanguíneos. Al no conservar las venas ni las arterias, cuando se reinserta el tejido ovárico el organismo pone en marcha un proceso para reconstruir los vasos que dura alrededor de un mes”, apunta el doctor Callejo.

Hasta la fecha, con esta técnica se han conseguido dos nacimientos en todo el mundo, uno de ellos en Israel y otro en Bélgica. En España apenas unas 200 mujeres que sufren cáncer han decidido congelar su tejido ovárico con vistas al futuro. “En el caso de la mayor parte de los hospitales españoles, las mujeres que tienen tejido ovárico congelado son muy jóvenes, generalmente niñas o adolescentes. Otra posibilidad según Callejo, consiste en “congelar tejido ovárico para posteriormente cultivar las células germinales y madurarlas in vitro, aunque los expertos opinan que ésta opción necesita de la mejora de las técnicas de cultivo en el laboratorio y, aunque es prometedora, requiere de más investigación”.