Cultura España , Salamanca, Jueves, 17 de diciembre de 2015 a las 16:59

Dos investigadores de la USAL, ganadores del premio de fotografía científica FOTCIENCIA

'¿Qué esconde la mano de un niño?' es el título de una imagen tomada en una placa de Petri sobre la que una niña de seis años del colegio público de Huerta había posado su mano

José Pichel Andrés/FECYT/DICYT Raúl Rivas, profesor del Departamento de Microbiología y Genética de la Universidad de Salamanca, y la investigadora de su equipo Lorena Celador han ganado la 13ª edición del certamen nacional de fotografía científica FOTCIENCIA en la categoría General con una imagen titulada ‘¿Qué esconde la mano de un niño?’, una fotografía de una placa de Petri tomada dos días después de que una niña de seis años posara su mano sobre ella, en la que se pueden observar colonias de levaduras y una gran diversidad de colonias de bacterias de distintas formas y tonalidades.

 

La imagen fue tomada en el colegio público de Huerta, localidad situada a 20 kilómetros de la capital salmantina. “Solemos realizar talleres de introducción a la microbiología y a la biotecnología y es habitual que le digamos a los niños que dejen sus propias huellas u objetos sobre placas de Petri de tamaño grande. Así, tras incubarlas, podemos ver cómo crecen los microorganismos y nos sirve para decirles que las bacterias están en todas partes y que es importante que se laven las manos, sobre todo antes de comer”, explica a DiCYT Raúl Rivas.

 

En esta ocasión, y cuando apenas faltaban unas horas para que se cerrase el plazo de presentación de fotografías a FOTCIENCIA, fue Lorena Celador, científica que trabaja en su mismo laboratorio, quien animó al profesor de Microbiología a presentar la magnífica imagen al certamen.

 

Aunque es la primera vez que Raúl Rivas se presenta, curiosamente, en 2009 la ganadora fue su mujer, María Salud Sánchez Márquez, que hoy en día es profesora de Secundaria y Bachillerato, pero que en aquel momento trabajaba en el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA, centro del CSIC). La foto ganadora se llamaba Endofitos, en referencia al nombre de los hongos que colonizan las plantas.

 

Las cualidades de una buena imagen científica


El ganador de esta edición es un gran aficionado a la fotografía científica y ha presidido los jurados de los concursos organizados en la Universidad de Salamanca por parte del Espacio de Cultura Científica. En su opinión, una buena foto divulgativa tiene que destacar en tres aspectos: llamar la atención, ser atractiva visualmente y, finalmente, acompañarse de un texto explicativo que no sea técnico pero que ayude a transmitir la ciencia que esconde la imagen.

 

 

En este caso, el jurado de FOTCIENCIA ha estado formado por 14 profesionales relacionados con la fotografía, la microscopía y la divulgación científica y también ha premiado en diferentes categorías otras seis imágenes, entre ellas la también ganadora del primer premio en categoría Micro, ‘Mundo sostenible’, de Ruth Sánchez y Antonio Tomás López. Esta imagen muestra un cristal de zeolita obtenido a partir de residuos que se utiliza para eliminar metales pesados en aguas contaminadas.

 

Organizado por FECYT y el CSIC

 

Este concurso de ámbito nacional, organizado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con la colaboración de la Fundación Jesús Serra, pretende acercar la ciencia a la ciudadanía a través de fotografías que abordan cuestiones científicas desde una visión artística y estética. Cada imagen va acompañada de un comentario escrito por su autor o autora en el que explica el interés científico de lo que ilustra.


Como en ediciones anteriores, las fotografías premiadas, junto a otras seleccionadas entre las casi 700 que se han presentado, serán incluidas en un catálogo y formarán parte de una exposición itinerante que recorrerá diferentes museos y centros de España durante 2016.

 

 

Las fotos ganadoras 

 

Primer premio categoría General, dotado con 2.200€
Título: ‘¿Qué esconde la mano de un niño?’
Autor: Raúl Rivas González
Coautora: Lorena Celador Lera
Una niña de seis años dejó la huella de su mano en una placa de Petri que fue incubada a 28 °C durante dos días. La fotografía refleja las colonias de levaduras y de bacterias –pertenecientes a los géneros Bacilus, Micrococcus y Staphylococcus– a través de manchas de diversos tamaños y colores. La imagen ilustra cómo la piel no es un órgano aséptico, pues en ella viven multitud de microorganismos. La presencia de bacterias saprófitas, por ejemplo, tiene implicaciones para nuestra salud, ya que actúan como una barrera protectora frente a patógenos.


Primer premio categoría Micro, dotado con 2.200€
Título: ‘Mundo sostenible’
Autora: Ruth Sánchez Hernández
Coautor: Antonio Tomás López
La fotografía muestra un cristal de zeolita obtenido en el laboratorio a partir de un residuo peligroso de aluminio. Las zeolitas son minerales con numerosas aplicaciones industriales, que se diseñan a partir de reactivos químicos o bien se sintetizan a partir de residuos, lo que permite minimizar el impacto medioambiental que genera la acumulación de los mismos. Concretamente, esta zeolita se utiliza para eliminar metales pesados en aguas contaminadas.


Accésit categoría General, dotado con 1.000€
Título: ‘La primera sonrisa’
Autor: Víctor Rivera Jove
Apelotonados en una masa mucosa que los protege de los agentes patógenos, en la imagen se aprecia cómo estos embriones de rana adoptan diferentes posiciones dentro de cada uno de sus huevos, distinguiéndose algunos detalles de su fisonomía. Por ejemplo, en algunos de estos futuros anfibios se está formando ya la columna vertebral con su médula espinal. En otros se percibe incluso el esbozo temprano de la cola y el saco vitelino que contiene los nutrientes necesarios para su desarrollo.


Accésit categoría Micro, dotado con 1.000€
Título: ‘Vello’
Autora: María Carbajo Sánchez
Un primer vistazo a esta fotografía nos hace pensar en una especie vegetal. Sin embargo, la imagen refleja la vellosidad que recubre a las larvas de un insecto conocido como ‘escarabajo de las alfombras’, un coleóptero de la familia Dermestidae. En su forma larvaria puede producir daños en materiales textiles (seda, lana, pieles…) y causar dermatitis e irritaciones pulmonares en los seres humanos. Gracias a la técnica de la microscopía electrónica de barrido, podemos conocer partes de la realidad tan sorprendentes como el pelo de una larva.


Premio especial Instituto de Agricultura Sostenible, dotado con 600€
Título: ‘Recolectoras de argán’
Autor: Eduardo Rivas Muñoz
¿Cómo se obtiene el aceite del argán? Los frutos de este árbol espinoso, de los cuales se extrae el aceite, son recolectados por cabras. Cuando el pasto escasea, estos animales se suben a los arganes para comer sus frutos. Después, escupen los huesos y los pastores los recogen con menos esfuerzo. El beneficio es doble: el ganado obtiene alimento en periodos de escasez y los pastores acceden al fruto ya pelado para obtener el valioso aceite. Su extracción es totalmente artesanal, no existen fábricas para su extracción industrial.


Premio especial Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos, dotado con 600€
Título: ‘En la cerveza’
Autor: Pablo Muñoz Luengo
Coautora: María Carbajo Sánchez
La elaboración del vino, el pan, la cerveza, el yogur o el queso dependen de bacterias, levaduras u hongos. Un reto de la biotecnología es la formación de microorganismos genéticamente manipulados que puedan utilizarse en la elaboración de productos alimenticios mejorados. Las levaduras, por ejemplo, son esenciales en la producción de cerveza y hay centenares de cepas (mutaciones desarrolladas según las distintas condiciones del proceso) que otorgan un carácter distinto a la bebida. Esta fotografía corresponde a la levadura empleada en la elaboración de una cerveza artesana extremeña.


Premio La ciencia en el aula, dotado con un lector de e-book
Título: ‘La gota que colma la moneda’
Autoras: Aránzazu Carnero Tallón, Mª de los Ángeles de Andrés Laguillo
La imagen presenta una gota de agua sobre una moneda. Pero, ¿por qué el agua no precipita si se aprecia claramente que rebosa el límite del metal? Esto se debe a un fenómeno físico denominado tensión superficial, en el cual la capa exterior de los líquidos que se encuentra en reposo posee cierta ‘dureza’ aunque no se aprecie fácilmente. Mientras no se rompa esa tensión, el agua no se caerá de la moneda. Una simple gota de más acabaría con ese equilibrio.