El Área de Nutrición de la universidad continuará supervisando los menús de colegios e institutos de la provincia
JTF/DICYT La Universidad de León y las empresas adjudicatarias del servicio de restauración en centros de enseñanza leoneses (Gesco Foods y Rubio) han prorrogado el acuerdo para que el Área de Nutrición y Bromatología de la institución universitaria supervise y haga el seguimiento higiénico sanitario de los 1.600 menús diarios que estas dos empresas sirven en diferentes centros públicos de la provincia de León.
Además de continuar con este seguimiento de los menús las responsables de este proyecto, María del Camino García Fernández y María Trinidad García Arias pondrán en marcha durante esta primavera, y de manera paralela, una serie de actividades vinculadas a la inicitiva Desayunos Saludables con alumnos de tercero y cuarto de Primaria, con el objeto de promocionar el consumo de un desayuno equilibrado de acuerdo a las recomendaciones de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria.
El contrato de colaboración entre la sección de Nutrición del Área de Nutrición y Bromatología de la Universidad de León y las empresas Gesco Foods y Rubio (Procole) surgió a raíz de los resultados obtenidos en el estudio La alimentación de los escolares en la provincia de León, que puso en marcha la universidad hace cinco años. En la primera fase del trabajo, llevada a cabo en el curso 1999-2000, se realizaron encuestas a más de 3.000 alumnos usuarios de comedores escolares de 74 centros diferentes de la provincia. Los expertos analizaron tanto los hábitos alimentarios y estilos de vida de la población escolar de la provincia de León como el valor nutricional de los menús, servidos por las cuatro empresas de restauración colectiva que servían la totalidad de las comidas en los comedores públicos financiados por la Junta de Castilla y León en la provincia leonesa.
En los resultados y conclusiones de ese estudio se reveló que los escolares leoneses consumían, en el menú de mediodía, cantidades suficientes de verduras, legumbres, frutas y fibra. Por contra, en las conclusiones se recomendaba el aumento del pescado y las ensaladas, junto con una disminución de la carne y las patatas fritas. Otra de las conclusiones incidía en la educación nutricional complementaria, que posibilita el que el resto de comidas que hacen los escolares fuera del comedor escolar sean equilibradas y cubran las cantidades de energía y nutrientes necesarios en las etapas críticas del crecimiento.
A partir de estos resultados, y desde el curso 2000-01, el Área de Nutrición y Bromatología ha participado en el diseño de los menús, siguiendo los criterios de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, a la vez que se viene realizando un control higiénico-sanitario de las dependencias de los comedores escolares, incluyendo la recogida de información periódica de los menús elaborados, de las superficies, del ambiente y de la formación de los manipuladores de alimentos que trabajan en dichos centros.
Este año, estas actividades estarán complementadas con acciones formativas de educación nutricional en los cursos intermedios de Enseñanza Primaria.