Alimentación España , Valladolid, Miércoles, 19 de mayo de 2004 a las 17:44

El cambio de estación provoca altos niveles de ozono en Valladolid

Ayer se dio la alerta porque existía una previsión de 180 microgramos por metro cúbico que finalmente no se cumplió

BGA/DICYT El cambio de estación está provocando alteraciones en los gases que forman el aire que respiran los vallisoletanos, entre ellos el ozono, cuyas previsiones en el día de ayer indicaban que se podían alcanzar los 180 microgramos por metro cúbico. Semejante concentración obliga a las autoridades a dar la voz de alarma a los ciudadanos, si bien la amenaza no se cumplió, quedándose en los 140 microgramos por metro cúbico.

Según indicó a DICYT el director del Servicio de Medio Ambiente, José Carlos García, esta previsión no se cumplió porque “en las horas del mediodía se levantó una brisa que dio movimiento a los aires, y con ello desvió las concentraciones que se estaban acumulando, manteniéndose los índices en 140 microgramos”. Para el día de hoy se esperan concentraciones que alcancen los 155 microgramos por metro cúbico, cifra que es algo superior a la media recomendada o ideal, que se encuentra en los 120 microgramos.

Las zonas más afectadas en Valladolid son las de las afueras y, en concreto, las mayores concentraciones de ozono se registran en la zona del final del Paseo Zorrilla, cerca del barrio de Covaresa, en el Cementerio del Carmen y en Fuente Berrocal.

Desde la entidad que dirige José Carlos García se realizan controles diarios y estimaciones de las puntas de ozono que se esperan alcanzar, a través de los puntos de control que hay en la ciudad. En función de estos informes se adoptan las medidas que se consideran necesarias para atajar los posibles problemas surgidos, y existe un protocolo que obliga a advertir a los ciudadanos cuando las concentraciones del gas superan los 180 microgramos por metro cúbico.

José Carlos García indicó que “aunque la temporada de problemas con el ozono comienza el 1 de marzo y finaliza el 31 de septiembre, ahora estamos teniendo estas concentraciones como resultado del cambio de estación”.

El experto explica que la llegada del verano y la estabilidad atmosférica conllevan una mayor emisión, por parte de los pinares que rodean la ciudad, de precursores biogénicos, es decir, ozono que se produce en la naturaleza y que la atmósfera no es capaz de catalizar para evitar que se conviertan en contaminantes, ya que se suman a los precursores emitidos por el tráfico y las industrias, haciendo imposible a la naturaleza la canalización de todos ellos.

Las consecuencias para los humanos no son tan evidentes como con otros tipos de contaminantes, aunque también sea un gas tóxico. Lo normal es que los más afectados sean los niños y las personas mayores, y los síntomas pueden ir desde sensación de falta de aire a mareos, picores en los ojos, alergias y quemaduras en la piel.

Las reacciones químicas de la atmósfera


Las concentraciones de ozono troposférico son consecuencia de deficiencias en las reacciones químicas que se producen habitualmente en el aire que respiramos. Estas deficiencias son provocadas por un exceso en uno de los gases que componen la atmósfera y que provocan que no sea catalizado por el resto de los gases de modo adecuado.

Como señala el especialista del Servicio de Medio Ambiente, el ozono no se emite directamente en la atmósfera, sino que se produce después de una reacción química entre el dióxido de nitrógeno (NO2), los hidrocarburos y la luz solar.

Por otro lado, el óxido nítrico (NO) fruto de la contaminación, reacciona con el ozono formando oxígeno y dióxido de nitrógeno, lo que explica que los niveles de ozono en ciudades no suelen ser muy elevados, ya que son neutralizados por otros contaminantes como los emitidos por los vehículos.

Esto explica que en las zonas de las afueras, donde confluyen los precursores del ozono (agentes que reaccionan formando el gas) naturales y de la ciudad se acumule una cantidad de ozono que no resulta posible catalizar de modo natural.

El año pasado, se registraron tres puntas de altas concentraciones de ozono durante los días 11 y 12 de julio; 12, 13 y 14 de agosto y 18 de septiembre, según los datos aportados por Ecologistas en Acción, entidad que reclama, desde hace tiempo, un plan de lucha contra la contaminación atmosférica.