Salud España , Salamanca, Jueves, 24 de mayo de 2012 a las 17:58

El cáncer de mama triple negativo se puede dividir en varios subtipos para mejorar las terapias

El Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca acoge hoy y mañana el IV Simposium 'Las bases biológicas del cáncer y terapias personalizadas'

JPA/DICYT La investigación en terapias personalizadas busca las características peculiares de cada cáncer para desarrollar tratamientos cada vez más concretos, de manera que resulten más efectivos y menos dañinos. Éste es el caso de un tipo de cáncer de mama conocido como triple negativo en el que está trabajando el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca: los científicos están averiguando que puede dividirse en varios subtipos y cada uno de ellos tiene unas características determinadas que podrían servir para diferenciar los tratamientos. Un encuentro nacional reúne desde hoy en Salamanca a especialistas en terapias personalizadas que están poniendo ejemplos parecidos.

 

Atanasio Pandiella, investigador del CIC, interviene en este IV Simposio 'Bases biológicas del cáncer y terapias personalizadas' para hablar de "cómo aprovechar lo que aprendemos en el laboratorio para hacer nuevos tratamientos en cáncer de mama, sobre todo en terapias llamadas biológicas dirigidas contra algunas proteínas que sabemos que están alteradas". Según ha explicado a DiCYT, en cáncer de mama una de estas proteínas es HER2, que se encuentra alterada en el 25% de las pacientes. "Hay terapias contra esta proteína y ahora se están desarrollando nuevos tratamientos para intentar atajar otros componentes relacionados con ella que también son importantes", señala.

 

Pandiella centra su ponencia en estos fármacos que se dirigen contra HER2, pero en otra línea de investigación destacan sus avances en la búsqueda de terapias personalizadas en tumor de mama diferente, el triple negativo, que recibe este nombre porque no tiene alterada la proteína HER2, pero tampoco receptores de estrógenos ni receptores de progesterona, otras armas que se utilizan para el desarrollo de terapias.

 

"Es un tumor que desarrollan el 15% de las pacientes con cáncer de mama, es menos frecuente pero muy agresivo", comenta el especialista. Recientemente, en este tipo de tumores se han hecho avances importantes en el campo de la genómica. "Se ha secuenciado todo el ADN de diferentes pacientes para ver qué alteraciones moleculares hay en cada tumor de cada persona y analizar en qué coinciden y en qué son diferentes".

 

Estos avances han permitido subclasificar los cánceres de mama triple negativos en al menos seis subtipos diferentes "que sabemos que responden de manera distinta a los tratamientos actuales". Este abre un campo de investigación muy importante de cara a la búsqueda de las moléculas específicas que caracterizan cada una de estas variantes.

 

Para los cánceres que tienen alterada la proteína HER2 hay terapias específicas y también para otros tipos de tumores de mama, pero "para los triple negativos se utilizan terapias muy comunes en cáncer", de manera que el éxito es menor y los efectos secundarios son mayores. Por eso, buena parte de la atención se centra en la actualidad en aumentar el conocimiento sobre los triple negativos.

 

Definir las alteraciones de cada tumor

 

"Los investigadores ya saben que el cáncer triple negativo no es un solo tipo de cáncer y que es importante definir cuáles son las alteraciones que hay en el ADN de cada uno de ellos para que podamos atajarlo", comenta. Por ejemplo, "hay un grupo de estos tumores que tienen mucha cantidad de una proteína que se llama EGFR", así que una línea de investigación busca utilizar estos conocimientos para trabajar con fármacos que impidan la funcionalidad de esta proteína.

 

En definitiva, "el futuro pasa por intentar encontrar fármacos específicos para cada proteína de las que están alteradas en cada tumor y que cuando tengamos el 'DNI genético' de un cáncer sepamos con qué fármacos atacar", declara Atanasio Pandiella.

 

Esta línea de investigación es un ejemplo de lo que se está exponiendo en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca entre hoy y mañana. Juan Jesús Cruz, director del simposio, destaca como idea principal que "uno de los objetivos que tiene el tratamiento del cáncer es dar los tratamientos oportunos a las personas que los necesitan y no dárselo a aquellos que no se van a beneficiar".

 

Según explica, desde que se comenzaron a descubrir las alteraciones moleculares del cáncer cada vez se están encontrando más dianas específicas para los tratamientos. Por eso, este congreso se centra en poner al día las nuevas dianas que aparecen. "Muchas veces sabemos las rutas que están alteradas, pero no la alteración concreta", apunta. Por eso, "dentro de la ruta que sabemos que está alterada, hay pacientes que se benefician y pacientes que no". Una de las claves es encontrar "factores predictivos de respuesta", de manera que si una persona tiene una mutación de EGFR, por ejemplo, los médicos puedan estar seguros de que responderá al tratamiento. Esta vía va un poco más lenta, pero "es el futuro", asegura.

 

Terapias "precisas"

 

El simposio abarca todos los tumores, de manera que se trata de un programa denso. En lugar del término "terapias personalizadas", Juan Jesús Cruz, especialista que trabaja en el Hospital Universitario de Salamanca, prefiere hablar de "terapias precisas", en el doble sentido de que son tratamientos concretos y para destinados a las personas que lo necesitan.


Para avanzar en este camino será fundamental la secuenciación de los genomas de todos los cánceres, un proyecto internacional que se espera que culmine en 2015. Entonces se podrán agrupar los tumores por los distintos fenotipos de un cáncer, "que pueden no ser dianas, sino factores pronósticos", y también por aquellos que presenten "alteraciones concretas que puedan ser factores predictivos de respuesta a los tratamientos", señala Cruz.