Tecnología España , Valladolid, Lunes, 28 de junio de 2010 a las 16:26

El Centro Experimental del Conocimiento automatiza procesos en el sector agroalimentario

Desarrollan herramientas para garantizar la trazabilidad de los productos basadas en Sistemas de Información Geográfica sincronizados con GPS

Cristina G. Pedraz/DICYT A diferencia de otros sectores económicos, en el agroalimentario las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) no están extendidas. Conscientes de las oportunidades de desarrollo existentes en este campo, el Centro Experimental del Conocimiento (CexC) de la Universidad de Valladolid trabaja en la creación de herramientas que permitan automatizar procesos que, en muchos casos, aun hoy se realizan de forma rudimentaria. Como explica a DiCYT Gustavo Bartolomé, uno de los investigadores del Centro, la automatización de tareas permite “aumentar la rentabilidad, optimizar la producción y la calidad de los productos y mejorar los costes”, lo que retraduce “en un beneficio económico para el cliente final”.

 

Realizar un control exhaustivo de todo lo que se hace con la materia prima (labores en campo, tratamientos, almacenamiento o distribución), lo que se denomina trazabilidad, es necesario en la actualidad para todos los responsables de la cadena agroalimentaria. Hasta el momento, según el experto, este control o no se ha realizado o se ha hecho de forma rudimentaria a través de anotaciones de los operarios o incluso de memoria. 

 

Así, lo que se pretende es automatizar el trabajo mediante las TIC, en concreto con el uso de dispositivos móviles conectados para poder realizar la toma de datos en campo. Estos sistemas, como precisa Marina Vega, otra de las investigadoras del centro, se apoyan habitualmente en Sistemas de Información Geográfica (GIS, por sus siglas en inglés) sincronizados con GPS, lo que permite la geolocalización de parcelas y su georeferenciación en todo momento para realizar un seguimiento más preciso. Por ejemplo, se puede determinar qué tratamiento se ha hecho a cada parcela o registrar datos meteorológicos (temperatura, días de so o de lluvia) a través de una red de sensores.

 

La información obtenida se procesa “y se hace accesible a todo el personal que interviene en la gestión agrícola, desde el agricultor hasta el responsable de comercialización de esos productos, para que puedan ver en todo momento el tratamiento, los tiempos de almacenaje, es decir, toda la vida del producto”, subraya Gustavo Bartlomé. En el caso de las bodegas, a través de un código en la botella el cliente puede saber qué cepa y qué uva se ha empleado, su procedencia o con qué características se ha producido, lo que posibilita “optimizar su gestión y garantizar la seguridad alimentaria y el correcto tratamiento de la materia prima”. Otro ejemplo es la ganadería, donde se trabaja con sistemas de identificación de los animales desde que nacen de manera que “si se hace un despiece se puede realizar un control del lote de productos y saber a qué tratamientos se le ha sometido”.

 

Tablet PC y PDA

 

Desde el punto de vista tecnológico, los sistemas tienen su soporte en las telecomunicaciones y la informática para recoger la información, guardarla y ponerla a disposición de los distintos agentes de la cadena de valor. Se trata de aplicaciones software en dispositivos móviles para la toma de datos en campo que pueden funcionar en modo desconectado, es decir, aplicaciones con autonomía que se sincronizan con el software de gestión y que a la vez integran otros sensores y dispositivos. En cuanto a los dispositivos móviles que se emplean, mientras que en gestión agrícola se utiliza habitualmente un Tablet PC, en trazabilidad animal se usan herramientas más pequeñas, como las PDA, aunque en general se ajustan los sistemas “a las necesidades de cada proyecto”.

 

Todos los proyectos cuentan con una fase de formación específica dirigida a los usuarios finales del producto, los operarios que van a realizar la recogida de datos. “Es importante hacerles ver que el sistema supone una mejora de su trabajo y no que es una labor añadida que no reporta ningún valor” recuerdan los investigadores. En esta línea, las herramientas implementadas notifican a los operarios cuándo tienen que cambiar el pienso en función de la edad del animal o ayudan a planificar el almacén de vacunas.

 

 

Centro Experimental del Conocimiento
El CexC tiene su origen en el Grupo de Comunicaciones Ópticas de la Universidad de Valladolid, ubicado en el Departamento de Teoría de la Señal de la Facultad de Ingenieros de Telecomunicación. De las investigaciones realizadas por el grupo surgió la posibilidad de realizar la transferencia Universidad-Empresa por lo que crearon en 2007, a través de un Plan Avanza del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio para la creación de centros de conocimiento, el CexC en el seno del Parque Científico Universidad de Valladolid. Actualmente se ubican en el Edificio I+D del Campus Miguel Delibes.