Medio Ambiente Costa Rica , Heredia, Miércoles, 06 de marzo de 2019 a las 07:49

El científico que escucha al agua

Las investigaciones de Ricardo Sánchez, hidrólogo de la UNA, fueron reconocidas con el prestigioso premio internacional TWAS de la Academia Mundial de las Ciencias

UNA/DICYT Él le arranca secretos al agua. Sus trabajos podrían variar la forma en que entendemos el clima, la gestión del riesgo, y el origen de la vida. Es Ricardo Sánchez, hidrólogo de la Universidad Nacional (UNA), cuyas investigaciones fueron reconocidas con el prestigioso premio internacional TWAS de la Academia Mundial de las Ciencias.

 

Sánchez ha dedicado varios años de su vida académica a investigar las moléculas de agua, las cuales poseen una “memoria” química, una suerte de huella o chip que guarda las variaciones climáticas: “estudiamos el ciclo hidrológico, para que ojalá en un futuro cercano el país comience a ordenar el territorio desde una perspectiva hídrica”.

 

Comprender la historia climática de una zona resulta clave para planificar escenarios futuros. Suena sencillo, pero amerita jornadas arduas de trabajo de campo y laboratorio. “Básicamente buscamos registros del pasado climático en cavernas, corales, sedimentos de ríos y lagos e inclusive en anillos de árboles muy longevos, y los relacionamos con la huella química del agua que experimentamos actualmente. Esta medición la hacemos ahora de manera consistente y a largo plazo, durante varios años”, explicó Sánchez.

 

El grupo de investigadores liderado por Ricardo Sánchez, ha recolectado y analizado desde el 2013 más de 13.000 muestras de agua de lluvia, ríos, nacientes y agua subterránea, lo que le permite tener una visión distinta de las variaciones climáticas: “el país ha sufrido los efectos de uno de los fenómenos de (El Niño) más fuertes en 150 años, un huracán (Otto) y una súper tormenta tropical (Nate). Los registros son únicos en la región de Mesoamérica y claves para proyectar eventos similares”, agregó Sánchez.

 

Eso no es todo. Sus análisis también se vinculan al origen de la vida misma: “Costa Rica tiene en la zona de Santa Elena, en el Área de Conservación Guanacaste, un pedazo de tierra que es de la corteza terrestre, y allí ocurre algo interesante que estamos investigando: el agua reacciona con una roca, produciendo unas condiciones súper extremas, y ahí nace vida, microorganismos que no sabemos cómo logran vivir. La NASA anda detrás de esas teorías, pues considera que así inició la vida”, concluyó Sánchez.

 

La entrega del premio en mención, tuvo lugar en la sede del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit), en Coronado, el pasado 4 de diciembre.