Ciencias Sociales España , Soria, Lunes, 21 de julio de 2014 a las 14:48

El equipo arqueol贸gico de Numancia centra sus investigaciones en las manzanas IX y XVIII

Dirigido por Alfredo Jimeno, este a帽o se inicia un nuevo proyecto de revisi贸n urban铆stica para conocer las relaciones espaciales de los elementos arqueol贸gicos existentes en dos manzanas

CGP/DICYT El delegado territorial de la Junta, Manuel López, y el director del equipo arqueológico de Numancia, el profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Alfredo Jimeno, han presentado hoy el contenido de la nueva campaña de excavaciones que, hasta el próximo 6 de agosto, se desarrollará en el yacimiento de Numancia, financiada por la Consejería de Cultura y Turismo con 10.000 euros en el marco del Plan Director de Numancia de la Junta de Castilla y León.


El equipo de campo de Alfredo Jimeno Martínez está compuesto por 12 doctorandos y alumnos de la UCM y otras universidades españolas. Según explica el investigador principal en palabras recogidas por DiCYT, el objetivo de esta nueva campaña es “conocer las características de las casas, cómo estaban organizadas las manzanas, saber si había talleres, si había patios o no, es decir, queremos llegar realmente a la sociedad teniendo en cuenta que hasta este momento no sabíamos prácticamente ni cómo eran las casas en Numancia”, recuerda.


Las excavaciones de principio de siglo XX proporcionaron el conocimiento de la planta y características urbanas de la ciudad o ciudades superpuestas, pero dejaron sin solucionar una serie de problemas relacionados con aspectos tan importantes como la diferenciación de casas y edificios, así como el uso al que estaban destinados y su organización interna.


Los trabajos realizados en los últimos años en la Manzana XXIII han permitido diferenciar la superposición de la traza urbanística celtibérica y romana, pero además se ha podido interpretar la organización de esta manzana, documentando la articulación interna de los espacios domésticos, la diferenciación de tiendas, talleres artesanales y otros usos, así como el conocimiento de los materiales constructivos y el estudio del mobiliario, estructuras y restos arqueológicos de las diferentes estancias, que han permitido analizar las relaciones interespaciales y simbólicas de las estructuras arquitectónicas.


La información proporcionada por la Manzana XXIII sirve de referencia imprescindible para interpretar el conjunto de estructuras arquitectónicas, conocidas en la amplia zona de la ciudad, excavada a principios del siglo XX, para las que se carece de las claves explicativas que permitan su ordenación.


La metodología aplicada en la manzana XXIII posibilita trasladar este conocimiento al estudio de otras manzanas. En la campaña que hoy se inicia, los trabajos se centrarán en las manzanas IX y XVIII, excavadas antiguamente, para conocer en ellas las relaciones espaciales de los elementos arqueológicos existentes, a través del registro tridimensional de todos ellos.