Salud España , Valladolid, Jueves, 22 de noviembre de 2012 a las 17:43

“El futuro frente a la gripe pasa por conseguir una vacuna universal”

El director del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid, Raúl Ortiz de Lejarazu, habla de las perspectivas futuras de la vacunación antigripal

Cristina G. Pedraz/DICYT En plena campaña de vacunación frente a la gripe, el director del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid, Raúl Ortiz de Lejarazu, profundiza en las perspectivas futuras de este tipo de vacunación, alguna de las cuales “tardará aún en llegar a España”. Una de ellas es la vacuna intradérmica (es decir, la que se inyecta en la dermis o piel) frente a la vacuna intramuscular que se ha administrado tradicionalmente, “una vacuna que ya existe y cuya efectividad se ha demostrado en distintos estudios”. Ortiz de Lejarazu menciona otros dos desarrollos que serán importantes en los próximos años, “las plataformas de producción celular, que aún no existen en España, y la vacuna atenuada, con una indicación importante en niños porque remedia muy bien la infección natural”.

 

Por otro lado, señala, este año la OMS ha anunciado por primera vez una recomendación para diseñar vacunas con cuatro tipos de virus inactivados. “La mayor parte de las vacunas que existen ahora mismo son trivalentes, es decir, contienen un virus H3, un H1 tipo A y un H1 tipo B, aunque desde hace tiempo sabemos que hay dos linajes circulando y cada vez es más difícil su predicción. Por ello, ya hay licenciada una vacuna tetravalente”, es decir, frente a cuatro tipos de virus.

 

No obstante, subraya, “el futuro pasa por conseguir una vacuna universal como cuando nos vacunamos de la polio o de la parotiditis, una vacuna para toda la vida”. El director del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid recuerda que la gripe es “excepcional” en este sentido puesto que cada año “es necesaria una vacuna”. “Desde hace aproximadamente 14 años se está trabajando en ello y aunque no se ha llegado a desarrollar se han producido unos descubrimientos importantes, como el trabajo publicado en Science hace aproximadamente un año en el que se muestra cómo algunas personas son capaces de desarrollar anticuerpos universales frente a todos los tipos de hemaglutininas (uno de los componentes esenciales de los virus de la gripe)”, detalla.

 

Ortiz de Lejarazu destaca la importancia de otras recomendaciones manifestadas por el Comité de Expertos de la OMS en cuanto a vacunaciones e inmunizaciones, como es la vacunación del grupo de riesgo que conforman las mujeres embarazadas.

 

“La importancia de vacunar a una embarazada es doble. Por un lado, distintos estudios prueban que son uno de los grupos que más posibilidades tiene de hospitalizarse si padece gripe frente a las mujeres de su misma edad no embarazadas. Esto es por razones fisiológicas que acarrea el propio embarazo, como el volumen respiratorio o el gasto cardiaco. Aparte, cuando se vacuna a una embarazada se protege también al recién nacido, y hay trabajos que prueban que la incidencia en gripe hasta los seis meses es muchísimo menor en lactantes de madres inmunizadas que en los que no lo están. Por lo general existe la contraindicación de que no se puede vacunar por debajo de los seis meses y hay un periodo en que el niño, que puede estar en contacto con otros niños que vehiculan la gripe, está desprotegido”, explica. Sin embargo, “existe todavía una creencia equivocada en cuanto a que la mujer embarazada no debe ser vacunada, y es lo contrario”, agrega.


Respecto a otros grupos de riesgo, el de los enfermos crónicos, la OMS fija el objetivo de vacunar al 75 por ciento. “Mientras que en personas mayores estamos en cifras cercanas al 60 por ciento, y en comunidades como Castilla y León cumplimos los objetivos, en la vacunación de enfermos crónicos estamos aún lejos de conseguir esas cifras”, advierte el experto.

 

Centro Nacional de la Gripe

 

Raúl Ortiz de Lejarazu define las diferentes misiones del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid, perteneciente al programa global de vigilancia de la OMS, como la monitorización de las epidemias de gripe. “Aislamos la mayor cantidad de virus posible al inicio, a la mitad y al final de la epidemia y los enviamos a los centros colaboradores regionales, en nuestro caso a Londres. Esto es debido a que la única manera que tenemos hoy día de saber qué va a pasar con el virus de la gripe es intentar anticiparnos a ello”, precisa.

 

Asimismo, el Centro se encargar de controlar las vacunas realizando “un análisis prevacunal y postvacunal de anticuerpos y de la respuesta a la vacuna”, y también trabaja en aspectos epidemiológicos. Finalmente, y a partir de la pandemia de gripe A/H1N1, el Centro estudia los efectos inmunopatogénicos, es decir, “por qué en algunas personas la gripe es grave y necesitan hospitalización y otros no”. “Aquí están implicados una serie de factores que hemos visto, como la inmunidad innata, con la que nacemos todos y la que responde sin anticuerpos y ninguna experiencia previa frente al microorganismo y, luego la adaptativa, y la respuesta final es una suma de las dos, aunque aún mucho por hacer”, aclara.