Tecnología España , Valladolid, Viernes, 05 de marzo de 2010 a las 17:48

El grupo de investigaci贸n CellMat crea bandejas biodegradables para soportar alimentos

Su coste es similar al de los envases tradicionales y evitan el vertido de pl谩sticos que tardan 500 a帽os en degradarse

Cristina G. Pedraz/DICYT Muchos supermercados ofrecen ya bolsas biodegradables que se obtienen a partir de almidón de patata y que se comportan igual que las tradicionales de materiales como el polietileno (PE), que pueden tardar en desaparecer más de 150 años. El grupo de investigación CellMat (Materiales Celulares) de la Universidad de Valladolid ha dado un paso más y ha creado bandejas en base a este bioplástico capaces de soportar productos de corto ciclo de vida, como las frutas. Este desarrollo se incluye en el Catálogo de Tecnología Transferible elaborado por la Institución académica en el marco del Proyecto T-CUE para la transferencia de conocimiento Universidad-Empresa.

 

El investigador de CellMat Miguel Ángel Rodríguez ha explicado a DiCYT que en la actualidad estas bandejas se fabrican mediante espuma de poliestireno expandido (EPS), las cuales “tardan 500 años en degradarse”. Pese a que existen formas de reciclaje basadas en su fundición para elaboración de nueva materia prima o en su quema para la producción de energía, la obtención de poliestireno expandido depende de un recurso escaso y de precio fluctuante, como es el petróleo.

 

“La ventaja de los bioplásticos es que no se depende del petróleo, vienen del maíz, de la patata o de la remolacha. Además se degradan mucho más rápido, por lo que es una manera de evitar el problema de los residuos de plástico. Las bolsas podrían ir al contenedor de los alimentos y se degradarían de la misma manera”, recuerda el investigador, quien también advierte de algunas limitaciones.

 

Una de ellas es el tipo de producto. Aunque “en un ambiente natural donde no hay microorganismos tarda mucho en degradarse”, la bandeja de almidón no puede albergar productos no perecederos o de larga duración. De la misma forma, albergar alimentos con agua u otros líquidos la deterioraría. “Hemos desarrollado recubrimientos, pero ponerlos tiene mucha dificultad y todo ello supone mayor coste”, subraya Rodríguez, por lo que la principal función de estas bandejas se centraría en soportar productos de ciclo de vida corto y sin humedades.

 

En cuanto al coste, es similar a las bandejas de plástico convencionales. El grupo trabaja con almidón y no con otros plásticos biodegradables como el ácido poliláctico (PLA), con el que se fabrican por ejemplo vasos de usar y tirar, ya que es el más barato. El coste del almidón es cercano a los 0’3 euros el kilogramo, más asequible incluso que el polietileno, pero su transformación es más compleja por lo que al final el precio “viene siendo el mismo”.

 

A juicio del investigador, este tipo de soportes biodegradables tiene mucho futuro, pero hasta que la legislación no obligue a retirar los envases de plástico tradicionales no se implantarán plenamente. No obstante, a día de hoy el grupo tiene las herramientas necesarias para empezar a comercializar bandejas de almidón, y ya cuenta con un cliente.

 

Otras aplicaciones

  

En la misma línea, el grupo dirige sus investigaciones al uso de otros polímeros totalmente reciclables y con aplicación en la industria, como los polihidroxibutiratos (PHB). Pese a que la tecnología de transformación es prácticamente la misma, las espumas de bioplásticos son más caras y, pese a las ventajas ambientales, es un factor que merma su desarrollo.

 

Las espumas que desarrolla el grupo tienen aplicación también en el aislamiento térmico de edificios, los sistemas de transportes, la protección de impactos (cascos, rodilleras), el aligeramiento de piezas y estructuras como paneles sándwich o piezas de automoción, elementos flotantes (artículos de natación, embarcaciones), la absorción y el aislamiento acústico, los aislantes eléctricos, las superficies anti-deslizamiento y la medicina.

 

Obtención del almidón
El almidón es una sustancia que se obtiene exclusivamente de los vegetales, que lo sintetizan a partir del dióxido de carbono y del agua que toman del suelo. En los cereales y tubérculos que lo contienen, el almidón se encuentra en las células formando estructuras discretas, los gránulos de almidón. Estos gránulos tienen un tamaño de entre 2 y 1000 micras, dependiendo del vegetal, aunque en un mismo vegetal aparece una cierta heterogeneidad de tamaños. Los gránulos de almidón de arroz están entre los mas pequeños, y los de almidón de patata, entre los mas grandes. De esta forma, las propiedades tecnológicas del almidón dependerán mucho del origen. Así, el almidón de maíz céreo produce geles claros y cohesivos, mientras que el almidón de trigo forma geles opacos. El almidón de patata (conocido generalmente como fécula) se hidrata muy fácilmente, dando dispersiones muy viscosas, pero en cambio no produce geles. Las propiedades comercialmente significativas del almidón, tales como su resistencia mecánica y flexibilidad, dependerán por lo tanto del tipo de planta.