Ciencia España , Burgos, Lunes, 20 de abril de 2009 a las 18:00

El hallazgo del Rebaquisáurido es un indicio de la conexión de los continentes en el Cretácico Inferior

La presencia de este dinosaurio en Burgos demuestra que Europa aún estaba unida con África y América del Sur hace 125 millones de años

María Orive Palacín/DICYT La clave sobre la posible conexión entre los continentes en el Cretácico Inferior puede estar en la comarca burgalesa de Salas de los Infantes. Las investigaciones sobre los restos encontrados de un dinosaurio Rebaquisáurido en Burgos continúan para explicar cómo se podía establecer la conexión entre África y Europa hace 125 millones de años.

 

El Rebaquisáurido, pariente cercano del Diplodocus, es un dinosaurio herbívoro de cola y cuello largos, de unos 12 metros de longitud y 10 toneladas de peso, según las estimaciones. Fue localizado en la campaña 2002 en terrenos burgaleses de La Revilla-Ahedo de la Sierra y Barbadillo del Mercado, en la comarca de Salas de los Infantes, y aún continúan los análisis de las piezas encontradas. Durante las excavaciones en esos terrenos en 2002, 2003 y 2004 se lograron extraer más de 600 piezas que son estudiadas cuidadosamente a día de hoy.

 

Piezas llamativas

 

Aunque llama la atención el fémur encontrado de un metro de largo, también se recuperaron ambos ísquiones (huesos de la cadera) que aportan información a la hora de clasificar el dinosaurio al que pertenecen, pero “lo más interesante está en el conjunto, que nos permite tener una idea muy cercana de cómo era el animal en vida”, apunta el director del Museo de Salas y miembro del Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salense, Fidel Torcida. En las campañas de excavaciones se han encontrado diferentes piezas, como las vértebras con unas características “láminas vertebrales con unas estructuras óseas salientes muy llamativas” o los dientes, que son “pequeños y estrechos”.

 

Este dinosaurio vivía en el Cretácico Inferior hace 125 millones de años. Entonces, “los continentes no estaban como ahora”. Entre Europa y África había un gran océano, que “complicaba la comunicación entre Europa y África”. Hasta el hallazgo del Rebaquisáurido burgalés, sólo habían aparecido animales de esta familia en África y América del Sur.

 

Así, cuando aparecieron los restos en la comarca de Salas de los Infantes fue “una sorpresa”. El ejemplar burgalés apoya una hipótesis que postula que hubo una conexión terrestre entre estos dos continentes en algún momento del Cretácico Inferior. El burgalés era el más antiguo de los que se conocían, “los del sur tienen 10 millones de años menos”, según afirma Torcida. Y, además, “se abrían una serie de puertas a la investigación: cómo era posible el paso de estos dinosaurios de sur a norte”. El análisis se centra en el “estudio de los sedimentos”. Hace un año se publicó un estudio sobre un dinosaurio Rebaquisáurido en África que, al parecer, es hermano del burgalés. “Esto afianzaba más la búsqueda”, explica Torcida.

 

El Rebaquisáurido burgalés “es un dinosaurio único, por las características anatómicas es una especie nueva”. Pero su relevancia se centra también en la importancia que tiene para desentrañar las semejanzas entre las faunas de dinosaurios de Europa y África durante el Cretácico Inferior.

 

Investigación en Argentina

 

Hace unas semanas los paleontólogos José Ignacio Canudo de la Universidad de Zaragoza y Leonardo Salgado de la Universidad Nacional de Comahué (Argentina) conocieron in situ los restos de este ejemplar en Salas de los Infantes. Los investigadores destacaron la importancia de estos restos y, además, invitaron a los investigadores salenses a desplazarse a Argentina para estudiar las especies de Rebaquisáuridos conservados en varios museos del país americano, una invitación que aceptaron los miembros del Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salense (CAS) y que se convertirá en un viaje “para finales de año”, para continuar las investigaciones sobre este dinosaurio.

 

Mientras analizan los restos de este ejemplar, los científicos del Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salense preparan ya la campaña de excavaciones de 2009, con un yacimiento de huellas, que permitirá estudiar la fauna del Jurásico al Cretácico, como eje central.

 

Dudas sobre la identidad de otro dinosaurio herbívoro 
 
Aunque el Rebaquisáurido ha tenido mucho protagonismo en los últimos años, otro de los dinosaurios que centra la atención en la actualidad entre los miembros del Colectivo Arqueológico-Paleontológico Salensa son los restos de un dinosaurio herbívoro. Una publicación de 1997 asignaba los fósiles encontrados de Salas de los Infantes a la especie Iguanodon fittoni, un dinosaurio herbívoro de tamaño medio perteneciente al familia de los Iguanodóntidos. Sin embargo, éstos son objeto actualmente de una revisión profunda y miembros del CAS intentan establecer la auténtica identidad de los fósiles salenses. “La auténtica identidad de este dinosaurio no la conocemos, y habrá que confiar en descubrimientos futuros que permitan estudiar una mayor parte de su esqueleto”, explican desde el CAS. Por el momento, el análisis de estos restos ha permitido ampliar un poco más la diversidad de especies que formaban la familia de los Iguanodóntidos en Europa.