Salud España , Valladolid, Viernes, 28 de abril de 2006 a las 19:23

El Hospital Clínico acoge, por primera vez en Europa, un trasplante intracardiaco de células madre procedentes de médula ósea

La operación se ha realizado con la última versión de un sofisticado sistema y ha sido retransmitida por videoconferencia para los asistentes al 'III Simposio de Terapia Celular en Insuficiencia Cardiaca'

MDS/DICYT  El Hospital Clínico de Valladolid ha acogido hoy por primera vez en Europa un trasplante intracardiaco de células madre procedentes de médula ósea mediante la última versión de un sistema ultrasofisticado denominado NOGA XP. La operación ha estado dirigida por el cardiólogo intervensionista del Texas Heart Institute de Houston (Estados Unidos), Emerson Perin, en colaboración con Javier López y Ricardo Sanz, cardiólogos del hospital vallisoletano. La intervención ha sido retransmitida en directo por videoconferencia durante el III Simposio de Terapia Celular en Insuficiencia Cardiaca, que concluye hoy.

El cardiólogo Javier López ha explicado en declaraciones a DICYT que el sistema ha llegado al Hospital Clínico sólo para realizar esta operación, aunque se pretende que en un futuro se mantenga en el mismo. "Esta operación no es nada común, ya que normalmente los centros hospitalarios no poseen esta máquina y su distribución está totalmente controlada, ya que se utiliza básicamente para investigación y no se comercializa", ha puntualizado.

El transplante se realiza mediante la creación de un campo electromagnético conectado a unos catéteres que poseen unos sensores en la punta para informar permanentemente de su localización exacta dentro de la cavidad ventricular. Una plataforma triangular situada en la camilla debajo de la cabeza del paciente es la que crea este campo.

Este catéter permite conocer dos propiedades del corazón: la actividad eléctrica que genera y la capacidad de movimiento del músculo. Con la combinación de ambas informaciones se pueden diferencias tres tipos de áreas dentro del mismo: las que están infartadas o muertas, las sanas y las isquémicas, es decir, las zonas a las que no llega suficiente sangre por lo que se contraen peor pero que están vivas.

 

Anestesia local

El catéter se introduce por la arteria femoral desde la ingle, por lo que el paciente sólo necesita anestesia local. El procedimiento comienza con un mapeo electromecánico y finaliza con la inyección de las células, procedimiento que en la operación de hoy se repitió hasta en 15 ocasiones. En total, la intervención ha durado 50 minutos, aproximadamente.

 

El mapeo realiza la identificación de las tres zonas mencionadas atendiendo a dos criterios, la electricidad y el movimiento, pues en el área infartada cae la electricidad y el movimiento es nulo, mientras que en la zona sana tanto la electricidad como el movimiento son normales. La zona isquémica, por su parte, presente electricidad normal y bajo movimiento. Con esta intervención se logra, teóricamente, aumentar el aporte de sangre a estas últimas para que comiencen a contraerse mejor.

"La ventaja de esta técnica es que permite inyectar las células madre en zonas que están isquémicas pero viables, que es donde mejor se van a poder multiplicar y regenerar", ha subrayado el doctor. Además, el paciente será dado de alta mañana y podrá realizar una vida normal, con la recomendación de evitar hacer esfuerzos, correr y coger peso para que cicatrice la herida de la ingle.

El mayor riesgo de la operación sería que en el momento de inyectar las células la aguja perforara las paredes del corazón, una posibilidad que ocurre en muy pocas ocasiones y que no ha sucedido en Valladolid.

Esta operación se realiza en pacientes con enfermedad grave, sin posibilidad de tomar más fármacos y con ninguna otra opción de tratamiento En concreto, el paciente operado en Valladolid, de 63 años, padecía una cardiopatía isquémica crónica con angina intratable de pecho.