Alimentación Ecuador , Chimborazo, Viernes, 24 de junio de 2011 a las 11:13

El INIAP desarrolla una nueva variedad de cebada tolerante a condiciones adversas como la sequía

La variedad tiene una muy buena calidad para la producción de harina, es precoz y resistente a las principales enfermedades

MAGAP/DICYT El cultivo de la cebada tiene una innegable connotación social, pues alrededor del 70% de agricultores que siembran este cereal, lo hacen en superficies menores a una hectárea, es decir se trata de cultivos de minifundio y subsistencia, por ello el Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias, INIAP, a través de su Programa de Cereales, ha desarrollado una línea de cebada que se adapta a condiciones adversas, como la sequía y que será entregada a los agricultores en diciembre próximo.

 

Para el Programa de Cereales del INIAP, una nueva variedad es la manera más fácil, para que los agricultores de subsistencia adopten nueva tecnología.

 

La nueva variedad, tolerante a la sequía, llevará el nombre de “INIAP Palmira”.pues la investigación que se inició en el 2007, con el apoyo del trabajo de 9 comunidades pertenecientes a los cantón Guamote y Colta, de la provincia de Chimborazo, se realizó en sitios de baja precipitación, como la zona de Palmira.

 

La producción de esta variedad, que está orientada para sitios con baja precipitación, va desde los 1,5 a 3 toneladas por hectárea, que es superior a la producción del agricultor que tiene un promedio de media tonelada por hectárea.

 

La futura variedad tiene una muy buena calidad para la producción de harina, es precoz y resistente a las principales enfermedades, razón por la cual tiene una gran aceptación por parte de los productores de las comunidades en las que se han llevado a cabo la investigación, quienes participaron activamente en la investigación.

 

Uno de los objetivos del Programa de Cereales del INIAP es la generación de nuevas variedades de cebada resistentes a las principales plagas y enfermedades y de buena producción.

 

El financiamiento de esta investigación fue con fondos de la SENESCYT, como un apoyo del Gobierno a una provincia como la del Chimborazo que es la principal productora de de cebada, con alrededor de 20.000 hectáreas sembradas y el mayor porcentaje de este cultivo se encuentra en el cantón Guamote.