Salud España , Valladolid, Miércoles, 14 de abril de 2004 a las 20:50

El Instituto de Biología y Genética Molecular prepara su traslado

A finales de año esperan estar ya instalados en el nuevo edificio, junto a la Facultad de Medicina, que les permitirá ampliar sus instalaciones y trabajar más cómodamente

Beatriz G. Amandi/DICYT El Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) de Valladolid ha comenzado ya a trabajar en el traslado a sus nuevas instalaciones, un edificio situado en las cercanías de la Facultad de Medicina con casi 3.000 metros cuadrados útiles, que esperan poder habitar a finales de 2004, según indica la directora del centro, Carmen Domínguez.

Este nuevo edificio será entregado en mayo, pero los responsables del IBGM estiman que las labores de traslado e instalación de los numerosos equipos que están trabajando actualmente requerirán de, al menos, tres meses de trabajo para su completo funcionamiento, ya que las nuevas instalaciones contarán con 20 unidades de investigación.

Se trata de una ampliación que se hacía necesaria, según ha indicado Carmen Domínguez a DICYT, después de que la labor investigadora realizada en el IBGM se viese incrementada de manera notable, especialmente después de 2001. Esto se debe a que “a partir de esta fecha, las partidas presupuestarias destinadas a proyectos de investigación empiezan a contabilizar en los gastos el coste del personal, lo que permite mejorar las contrataciones y con ello la actividad investigadora”.

El IBGM comenzó siendo un grupo activo de investigaciones de alta calidad en campos como la Fisiología celular, la mbriología y la Genética, que fue atrayendo financiación para proyectos tanto de carácter nacional como internacional y de colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), aunque no fue hasta el año 1998 cuando se convirtió en un centro de investigación mixto de la Universidad de Valladolid y el CSIC.

En la actualidad el IBGM cuenta con varias líneas de financiación, a través de las cuáles consiguen gestionar casi dos millones de euros anuales. Sin embargo, según indica la responsable, “la mayoría de los fondos provienen de los proyectos a los que nos presentamos y que nos conceden, y tan sólo un 2% del presupuesto es fijo”. El resto del dinero procede en un 20% de convenios con la Junta de Castilla y León, y en un 78% de los proyectos de investigación concedidos a través de convocatorias públicas.

Según señala Carmen Domínguez esto supone cierta inestabilidad en los proyectos a largo plazo, por lo que “tenemos que hacer un trabajo de equilibrio entre los proyectos que tienen resultados a corto y a largo plazo, para no perder el nivel de ingresos”. Apunta, en este sentido, la necesidad de incrementar los fondos fijos destinados a investigación y señala que “es una responsabilidad del Ministerio, que tendremos que ver cómo se aborda en la nueva legislatura”.

Investigación básica y aplicada

El IBGM, sin embargo, no renuncia a realizar investigación básica, pese a los resultadosen este caso son siempre a largo plazo, y la combina con la aplicada. Así, se tocan aspectos tanto de activación celular o regulación iónica de las moléculas, como también de desarrollo de técnicas moleculares para el diagnóstico genético y molecular.
Esta combinación de estudios han permitido que el IBGM se sitúe entre los institutos biomédicos con un mayor índice de productividad, es decir, con un mayor y mejor número de resultados, en relación con el personal y recursos de que dispone. Las últimas estadísticas de que disponen se remontan a 2002, y en ese año alcanzaron las 40 publicaciones de carácter internacional y los 22 proyectos de investigación financiados por convocatorias públicas. Actualmente, dispone de seis grandes grupos de investigación que engloban a los 53 doctores y 33 licenciados que trabajan como investigadores, pero que según indica Carmen Domínguez, “cada uno de ellos tiene su propio proyecto en el que es investigador principal, por lo que las líneas abiertas de estudio son muchas más”.

Numerosas líneas de investigación
Las principales líneas de investigación que se están realizando en el IBGM tienen que ver con las bases moleculares de las distintas enfermedades y se engloban en función de las patologías.

Existe una importante línea de estudio sobre las enfermedades cardiovasculares, con las que se busca los primeros problemas o disfunciones que aparecen en casos de cardiopatías isquémicas, que son enfermedades ocasionadas por un déficit en la circulación de las arterias coronarias u otros defectos similares que se exteriorizan por el dolor en el pecho, y también se estudia la hipertensión arterial y la arteriosclerosis.

En el centro mantienen otras líneas de investigación sobre enfermedades metabólicas como la fibrosis quística, enfermedad pulmonar que obstruye la respiración de manera crónica, o la enfermedad celiaca, que impide al organismo absorber los nutrientes de los alimentos, así como sobre el modo de llevar a cabo el diagnóstico molecular del cáncer de mama.

También existen líneas de estudios que ayudan en los tratamientos de enfermedades respiratorias como la hipertensión pulmonar, la apnea del sueño o la muerte súbita del recién nacido.

Finalmente, una de las líneas de trabajo que más interés ha despertado hasta el momento es el estudio de enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer o el parkinson.