Salud España , Salamanca, Viernes, 25 de abril de 2008 a las 17:43

El Instituto de Microbiología Bioquímica analiza recientes estudios sobre respuesta inmune del IBGM de Valladolid

El científico Mariano Sánchez Crespo ha explicado su actual línea de investigación en la Universidad de Salamanca

JPA/DICYT El Instituto de Microbiología Bioquímica (IMB) de la Universidad de Salamanca ha acogido hoy una conferencia de Mariano Sánchez Crespo, investigador del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), centro mixto de la Universidad de Valladolid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este experto ha presentado sus investigaciones más recientes acerca de las células implicadas en la respuesta inmune de un organismo frente a la agresión de patógenos externos.

 

"Estamos investigando con células dendítricas derivadas de monocitos, que son las células encargadas de presentar antígenos y, por lo tanto, muy importantes en la respuesta inmune", ha explicado Sánchez Crespo en declaraciones a DICYT momentos antes de iniciar su intervención. "Tratamos de estudiar qué receptores tienen, qué moléculas reconocen y, fundamentalmente, cuáles son las moléculas que se expresan en la superficie de los gérmenes patógenos y que son las que ponen en marcha la respuesta inmune", ha concretado el investigador del CSIC. 

 

Inflamaciones

 

El científico asegura que esta línea de estudio, de carácter básico, puede tener una clara aplicación para tratar las enfermedades de base inmunoinflamatoria, como la vasculitis o la artritis. Pero destaca sobre todo que recientemente se ha descubierto este componente inflamatorio en patologías que se pensaba que no lo tenían, como pueden ser las enfermedades neurodegenerativas y especialmente, la arterioesclerosis, que "clásicamente era considerada exclusivamente como una enfermedad metabólica relacionada con la elevación del colesterol en la sangre", señala.

 

Estos últimos hallazgos "han iniciado un área de investigación muy activa". De hecho, en la actualidad, "ya es una idea universalmente aceptada que la arterioesclerosis es una enfermedad inflamatoria y esto replantea la manera que tenemos de entender el mecanismo de acción de algunos de los fármacos que se utilizan para prevenir la arteriosclerosis, como las estatinas, que además de sus efectos beneficiosos de reducción del colesterol, tienen otros efectos relacionados con los mecanismos de señalización bioquímica de respuesta del sistema inmune", apunta.