Alimentación España , Salamanca, Viernes, 11 de julio de 2014 a las 14:07

El IRNASA participa en un gran proyecto europeo sobre hidatidosis

El centro del CSIC crea puestos de trabajo y un biobanco con muestras de pacientes y de animales que será referencia internacional para el estudio de la enfermedad

José Pichel Andrés/DICYT El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA, centro del CSIC) participa en el proyecto europeo ‘Human cystic Echinococcosis ReseArch in CentraL and Eastern Societies’ (HERACLES). El objetivo es investigar la hidatidosis, una enfermedad parasitaria que afecta tanto a animales como al ser humano y de la cual existen muy pocos datos epidemiológicos y muchas dudas acerca de su diagnóstico y tratamiento. Gracias a esta iniciativa, el IRNASA ha contratado investigadores y creará un biobanco para recoger muestras de pacientes y animales que será la referencia internacional para estudiar la enfermedad.

 

La hidatidosis es una grave patología parasitaria causada por larvas de un tipo de verme denominado Echinococcus granulosus que puede pasar del perro al hombre a través de hospedadores intermedios como el ganado, especialmente, las ovejas. A pesar de su relevancia, “en Europa los datos epidemiológicos son muy poco fiables”, explica a DiCYT Mar Siles, investigadora del IRNASA, así que en la última convocatoria del Séptimo Programa Marco la Comisión Europea ha destinado tres millones de euros a este proyecto.

 

El primer objetivo de HERACLES es realizar un cribado de población en el Este de Europa, particularmente en Bulgaria, Rumanía y Turquía, los países que participan en este proyecto coordinado por Italia, además de España. Los datos se extrapolarán al conjunto de la población para tener “una idea real de la importancia epidemiológica” en la región europea que se supone más afectada. En segundo lugar, se creará un registro europeo de pacientes con hidatidosis que ayude a comprender mejor la patología y que se sumará a la base de casos retrospectivos que ya ha desarrollado el IRNASA.

 

“Hay muchos aspectos poco conocidos, especialmente, el manejo de los pacientes, para el que existen recomendaciones de expertos, pero no medicina basada en la evidencia, ya que la mayoría de los ensayos clínicos han sido tan pequeños que no permiten llegar a conclusiones definitivas”, señala Mar Siles.

 

El primer problema es el propio diagnóstico de la enfermedad, ya que la única técnica realmente útil es la ultrasonografía, que permite clasificar los quistes hidatídicos y servir de base para el manejo clínico de los mismos. Sin embargo, esta técnica de imagen no sirve en todos los casos y su complejidad hace que no siempre esté disponible y que necesite una alta cualificación técnica para su manejo.


Por eso, otro de los retos es desarrollar una alternativa basada en la serología, la búsqueda de anticuerpos específicos que reaccionen frente a antígenos del parásito en fluidos biológicos. En este aspecto, la experiencia del IRNASA es importante, porque ya ha desarrollado tiras inmunocromatográficas que contienen antígenos recombinantes gracias a la colaboración con la empresa Vircell, de Granada. Este método es barato y no necesita personal especializado, ya que se ve si el test es positivo cuando la tira cambia de color en contacto con la muestra biológica. Sin embargo, para validar y perfeccionar este kit diagnóstico “necesitamos un número mayor de pacientes que estén bien caracterizados clínicamente”.

 

En la misma línea, otra opción que se va a desarrollar son los “paper on a chip”, es decir, “un papel especial dividido en varias partes por tinta indeleble en el que se pueden colocar diferentes antígenos que reaccionan ante una sola gota de sangre o suero. El papel se colorea en apenas 10 minutos si hay anticuerpos debido a la reacción que provocan en contacto con los antígenos. Por el momento, no hay publicaciones al respecto y, si se obtuvieran buenos resultados, supondría una interesante alternativa en el diagnóstico.

 

Con respecto al tratamiento, el único fármaco que se utiliza para tratar la hidatidosis es el albendazol, pero su eficacia es limitada, así que otro de los objetivos del proyecto HERACLES desde ahora hasta su finalización en octubre de 2017 es llevar a cabo nuevas formulaciones que mejoren su capacidad de acabar con el parásito.

 

Biobanco en Salamanca

 

Tras la realización del cribado poblacional, se van a obtener muestras que irán a parar a un biobanco que tendrá su sede en Salamanca. El biobanco albergará también muestras retrospectivas, incluyendo sueros, sangre y material parasitario. Estas muestras se utilizarán para validar los métodos diagnósticos. Además, se desconocen las razones que explican la diferente evolución de la hidatidosis en distintos pacientes, y se cree que podría estar relacionada con factores genéticos de los pacientes, extremo que también se estudiará en las muestras almacenadas. El objetivo es que este material quede a disposición de los investigadores que trabajen en este campo para cualquier estudio posterior y pueda ir aclarando muchas de las incógnitas que rodean a la enfermedad.

 

“La previsión es almacenar unas 3.000 o 4.000 muestras de animales y unas 8.000 de humanos”, comenta Mar Siles. Además, ser la sede del biobanco “le da al IRNASA una proyección internacional muy importante” gracias a un proyecto que también ha permitido realizar dos contratos en el centro.

 

Aspecto solidario

 

Los investigadores también destacan el aspecto solidario que tiene HERACLES en relación a las zonas menos favorecidas en las que se van a realizar los estudios. En septiembre, científicos del IRNASA comenzarán a realizar el primer barrido epidemiológico en Anatolia Central (Turquía) y para ello se utilizarán aparatos de ultrasonografía portátiles que van a ser donados. “El personal local aprenderá a usarlos para diagnosticar hidatidosis y cualquier otra enfermedad abdominal que pueda ser detectada con esta técnica y todo estará interconectado, porque vamos a usar las muestras de sus pacientes y cuando desarrollemos los nuevos métodos diagnósticos irán para allá para ver cómo funciona”, relata la investigadora.