El mundo virtual ha traído “un cambio que puede asemejarse al paso del Paleolítico al Neolítico”
MEG/DICYT Ingeniero de Caminos y Puentes, catedrático de la Universidad Complutense y autor de obras internacionales en puentes y estructuras del máximo pretigio en España, América y Asia, entre ellas la del pabellón español en la exposición de Shanghai, el español Julio Martínez Calzón ofreció su particular visión de la relación entre la tecnología y la filosofía en el curso de verano de la UNED dedicado a Lévi-Strauss.
En su conferencia, el director del estudio de ingeniería y arquitectura MC2 explicó que, en un desarrollo global del ser humano con el cosmos, el logos (entendimiento) y la técnica, la virtualidad entendida como lo relacionado con el trabajo de los ordenadores, los grandes cerebros eletrónicos y los procesos matemáticos incorporados, «cierra el ciclo» de ese progreso de la humanidad como «un nuevo vértice de reflexión que nos permite reconstruir los anteriores» y da lugar «a una nueva reinterpretación del Universo». Esta «herramienta nueva conecta la técnica y el entendimiento» y «nos permite ver todo el Universo desde una perspectiva mucho más afinada», abriendo un «conjunto de posibilidades» que traen «un cambio que podría asemejarse al del paso del Paleolítico al Neolítico», aseguró Julio Martínez Calzón. En este contexto, el de «una herramienta de tal calibre que nos va a modificar toda la perspectiva del ser humano», hay que «estar preparados para acceder a ella con eficacia».
¿Lo está España?, le preguntamos. El país «no está en modo alguno alejado» de todo eso, «tenemos un nivel equiparable con los países más avanzados», afirmó el ingeniero, para quien subiríamos un escalón más «si nuestra lengua fuera anglófila». Lo único que pasa, dijo, es que «la Universidad está un poco por debajo de las perspectivas que debería, y eso a medio plazo puede significar un nuevo lastre», aunque a favor tenemos que «la gente se recicla rápidamente».
Sobre su contribución al pabellón de España en Shanghai, comentó que fue «una experiencia fabulosa» y una «oportunidad extraordinaria» que ha conseguido «un enorme éxito» dentro de la exposición en comparación con los mejores pabellones. Del edificio destacó su atractivo, su función «ejemplar» como «pieza provisional» y que «en su consistencia encierra bellezas impresionantes tanto en la textura como en su interior, con las luces, las ramas, las formas y los espacios que consigue._Es una verdadera joya y visitarlo es algo magnífico», dijo. Sobre su siguiente destino, comentó que no será España por su elevado coste y que podría quedarse en alguna provincia china.