El Museo de la Universidad de Valladolid abre al público las colecciones de Ciencias Naturales y Ciencias Biomédicas
CGP/DICYT El Museo de la Universidad de Valladolid (MUVa) ha abierto al público dos colecciones que hasta el momento sólo podían visionarse mediante visitas concertadas: las de Ciencias Naturales (con 11 salas situadas en la Plaza España) y las de Ciencias Biomédicas (ubicadas en la Facultad de Medicina). Así lo han anunciado hoy el vicerrector de Internacionalización y Extensión Universitaria, Luis Santos Domínguez; el director del Área de Extensión y Cultura, Carlos Sanz Mínguez, y el director del MUVa, Jesús Urrea Fernández, quien ha hecho hincapié en declaraciones recogidas por DiCYT que esta apertura responde a la nueva filosofía que ha adoptado la Universidad, “agrupar bajo el paraguas del MUVa todas las colecciones y fondos, incluidas las de arte africano de la Fundación Jiménez-Arellano o el yacimiento de Pintia en Padilla de Duero, un centro de investigación vivo y activo”.
Así, a partir de ahora los ciudadanos que lo deseen podrán visitar de forma libre las colecciones de Ciencias Naturales en horario de 10 a 14 y de 16 a 18 horas de lunes a viernes, y los sábados de 11 a 13 horas. Además, se podrán concertar visitas de martes a viernes de 10 a 14 horas. Por otro lado, las colecciones de Ciencias Biomédicas podrán visitarse en ambos formatos (libre y concertado) de lunes a viernes de 10 a 14 y de 16 a 18 horas.
Tal y como ha apuntado Jesús Urrea, “la Universidad está tomando conciencia de la auténtica dimensión de las colecciones que ha ido conservando a lo largo de los años”, un patrimonio que había permanecido “desenfocado” frente a las colecciones histórico-artísticas. “Queremos que el MUVa sea el escaparate del total de las colecciones de la Universidad de Valladolid”, ha subrayado Urrea, quien apunta que el problema se encuentra en el fraccionamiento de las exposiciones, ubicadas en distintas partes de la ciudad.
El responsable del MUVa ha recordado el reciente Curso de Museología celebrado en la Institución académica y que contó con la participación de instituciones museísticas de España y Portugal, donde se pusieron de manifiesto los logros llevados a cabo por universidades como la de Valencia o la de Coimbra en cuanto a sus museos. “No tenemos esas importantes colecciones pero si vocación de organización, proyección exterior, y de mostrarlas y estudiarlas”, ha asegurado.
Por su parte el director del Área de Extensión y Cultura, Carlos Sanz Mínguez, ha incidido en una tercera línea de trabajo, como es que “en un futuro cercano el MUVa sirva de caja de resonancia de investigación”. Finalmente, el vicerrector de Internacionalización y Extensión Universitaria ha detallado que las colecciones de la Universidad de Valladolid no son exposiciones “exhibidas al uso”, sino que son también “centros de investigación, docencia, prácticas de estudiantes y actividades complementarias”.
Información sobre ambas colecciones
La formación de un Museo de Ciencias Naturales en Valladolid tuvo su origen en el gabinete que, con fines pedagógicos, se creó hacia 1860 en la Facultad de Ciencias, cuando ésta se hallaba ubicada en el edificio de la calle Librería. Un siglo después, con la implantación de nuevos planes de enseñanza científica, se prescindió de las ciencias biológicas y, por ello, las colecciones que la Universidad había reunido dejaron de ser accesibles produciéndose su dispersión. En 1966, la celebración de una exposición organizada por el profesor Hernando Cordovilla planteó la necesidad de crear un museo de carácter pedagógico. Aquella exposición nunca llegó a cerrarse y, con el empeño del profesor y de su esposa, la también docente María Huelmo, se han llegado a reunir 9.000 piezas. En estos momentos, la muestra se divide en 11 secciones conforme a criterios científicos tales como vertebrados inferiores, aspectos científicos de Castilla y León, biología, el hombre, artrópodos, cristalografía y mineralogía, invertebrados no artrópodos, mamíferos, botánica, aves y paleontología.
Por otra parte, las colecciones de Ciencias Biomédicas tienen su origen en la normativa dictada en 1857 por la Ley Moyano que prescribía la existencia de museos de anatomía en las Facultades de Medicina. Ya en 1917, al crearse el Instituto Anatómico Salvino Sierra, sus contenidos consiguieron la máxima calidad. En esta colección están presentes todas las formas y tendencias representativas del cuerpo humano desde la segunda mitad del siglo XIX hasta hoy: piezas modeladas en cera que reproducen disecciones; numerosos ejemplos de escayola y arcilla, trabajos en cartón, y en material plástico, de gran manejabilidad y gran resistencia, que son los que se emplean actualmente.