Alimentación España , Salamanca, Miércoles, 16 de febrero de 2005 a las 14:38

El nivel del mar subirá más de 3'8 milímetros al año debido al calentamiento global

Esta es una de las conclusiones preliminares de la segunda fase del Proyecto Glakma, del que forma parte la investigadora salmantina Carmen Domínguez

AVPR/DICYT El nivel del mar subirá más de 3’8 milímetros cada año en la próxima década, una cifra que se corresponde con el aumento acumulado por cada 10 años registrado en épocas pasadas. Esta es una de las consecuencias que a priori se desprenden de los datos recogidos por los miembros españoles de la expedición Glakma, Carmen Domínguez, profesora de Matemática Aplicada de la Universidad de Salamanca y Adolfo Eraso, quien desempeña su labor docente en la Complutense de Madrid. Ambos investigadores acaban de regresar de la Antártida, donde han instalado nuevos equipos para medir la descarga glaciar.

Según ha señalado Carmen Domínguez en rueda de prensa esta mañana, "tan sólo hemos podido cumplir dos de los tres objetivos que nos habíamos propuesto en esta expedición, ya que, aunque hemos recopilado las series de datos que los sensores de descarga glaciar habían recogido durante todo el año, y hemos renovado los equipos de medición para que aguanten temperaturas inferiores a los 30 grados bajo cero, no ha sido posible instalar una nueva cuenca piloto experimental en el interior del continente antártico debido al mal tiempo".

Las cuencas piloto experimentales instaladas en la zona han recogido series de datos cada hora, lo que supone que cada una de ellas al año almacena para los investigadores unas 8.760 mediciones. Los registros son en realidad los metros cúbicos de agua que desprende un glaciar, ubicado a determinada latitud, por cada kilómetro cuadrado de cuenca. El profesor Adolfo Eraso ha señalado que "en las mediciones realizadas durante los tres meses del verano antártico en la base uruguaya de Artigas, a 62º de latitud Sur, el volumen de agua que cada segundo se desprendía por kilómetro cuadrado del glaciar equivalía a unos 300 litros. Una cantidad enorme".

Contribución española a la investigación internacional

La Secretaría General de Medio Ambiente ha decidido que los datos recogidos por este equipo constituirá la aportación española a las investigaciones que, en estos momentos, la comunidad científica internacional desarrolla en materia de cambio climático. El proyecto Glakma está en marcha desde 2001, y de las conclusiones que se han extraído analizando las series de datos recogidas hasta la fecha la profesora Domínguez destaca que "se ha podido constatar que la descarga glaciar se incrementa cada año siguiendo una función exponencial. También hemos comprobado que, tomando como referencia una misma latitud, el volumen de agua que se desprende de los glaciares por efecto del deshielo es tres o cuatro veces superior en el Ártico que en la Antártida.

Por su parte, las predicciones de subida del nivel del mar son ciertamente alarmantes, si se tiene en cuenta que en la década de los 80 la subida anual era aproximadamente de 1’8 milímetro por año. Los dos investigadores españoles advierten que los glaciares son sensores naturales que responden automáticamente al incremento de las temperaturas y que, aunque la Tierra ha pasado por periodos de temperaturas más elevadas, nunca el cambio se había producido de manera tan rápida y con una contribución tan importante de la actividad humana.


 

Kyoto: una necesidad, no una opción
Los miembros de la expedición Glakma han querido defender hoy la entrada en vigor del Protocolo de Kyoto, y lo han hecho apuntando un dato que han avanzado sus colegas de la NASA: "Según las estimaciones de un grupo de expertos en cambio climático, la temperatura del planeta subirá siete grados centígrados en los próximos 100 años, exactamente lo mismo que se ha incrementado desde que terminase la última glaciación, hace 14.000.000 años". De ahí la necesidad de adoptar medidas para reducir las repercusiones que está teniendo la actividad humana en el incremento de las temperaturas del planeta. Entre las consecuencias, además de la subida de los océanos, está la desaparición de un gran número de especies que no conseguirán aclimatarse a las nuevas circunstancias ambientales, entre las que podría encontrarse la especie humana.