Alimentación España Madrid, España, Lunes, 06 de octubre de 2008 a las 19:07

El Nobel de Medicina recae en los descubridores de los virus del Sida y del cáncer de cuello de útero

Los investigadores franceses Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi, y el alemán Harald zur Hausen, ganadores del galardón este año

IGC/DICYT Los Nobel de Medicina han premiado este año a tres investigadores europeos por descubrir los virus que provocan el Sida y el cáncer de cuello de útero. Concretamente, el galardón ha recaído en los investigadores franceses Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi, por su descubrimiento del del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), y en el alemán Harald zur Hausen por el hallazgo del papilomavirus humano, que provoca el cáncer de cuello de útero. El comité encargado de la designación del premio ha destacado la importancia de los descubrimientos de estos dos expertos franceses, "esenciales para la comprensión actual de la biología del sida y para su tratamiento con antirretrovirales".

 

Françoise Barré-Sinoussi (1947) trabaja en la unidad de Regulación de las Infecciones Retrovirales, del Departamento de Virología del Instituto Pasteur (Francia), mientras que Luc Montagnier (1932) ocupa un puesto en la Fundación Mundial para la Investigación y Prevención del Sida. Montagnier ya obtuvo en el año 2000 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Técnica y Científica, que compartió con Robert C. Gallo, director del Instituto de Virología Humana de la Universidad de Maryland (EEUU). Ambos científicos mantuvieron una polémica sobre la autoría del descubrimiento del virus del Sida, que con la concesión de este premio al francés parece zanjada.

 

Por otra parte el jurado ha premiado también el trabajo del científico alemán Harald zur Hausen (1936) a la hora de identificar al virus responsable del cáncer de cuello de útero. El investigador del Centro alemán de Investigaciones Oncológicas de Heidelberg asiló en la década de los 70 a partir de estudios con liebres dos cepas del papilomavirus humano, que hoy se sabe que están implicadas en el 70 por ciento de los tumores de cuello de útero. Estos descubrimientos han permitido la rápida elaboración de una vacuna, que ha empezado a administrarse a las adolescentes españolas este mismo año.