Alimentación España , Salamanca, Jueves, 03 de septiembre de 2009 a las 18:10

El Proyecto Glackma se dispone a instalar una nueva estaci贸n en Rusia

El deshielo de los glaciares de los Urales aportar谩 nuevos datos sobre el cambio clim谩tico dentro de la investigaci贸n de la salmantina Carmen Dom铆nguez

JPA/DICYT Tras superar algunas dificultades que han retrasado las fechas previstas en su expedición, los científicos que forman parte del Proyecto Glackma se encuentran ya en Rusia para instalar una nueva estación de medida del deshielo glaciar en el Norte de los Montes Urales. Carmen Domínguez, investigadora de la Universidad de Salamanca, y su compañero Adolfo Eraso contarán así con un cuarto punto de medida en el hemisferio Norte, que aportará nuevos datos sobre el cambio climático. A través del teléfono vía satélite, la científica sigue narrando los pormenores de la expedición en el blog de DiCYT Un Verano en el Hielo.

 

La primera fase del viaje estival al Norte consistía en visitar la estación que tiene el proyecto en una zona de glaciares de Suecia, por encima del Círculo Polar Ártico, donde los científicos han logrado llevar e instalar nuevos equipos. Las mayores dificultades han tenido que ver con la meteorología, ya que las intensas lluvias que ha registrado la zona durante su estancia no sólo les han complicado muchísimo la vida diaria en el campamento que habían montado, sino que han provocado crecidas en los ríos que se forman por la descarga del glaciar, donde desarrollan su trabajo.

 

Además, en el hemisferio Norte cuentan con estaciones de medición en las Islas Svalbard, al Norte de Noruega, y en Islandia. Sin embargo, el objetivo de este año era instalar una nueva estación en los Montes Urales, algo que ha estado a punto de aplazarse debido a la burocracia rusa.

 

Las sondas de medición que quieren instalar procedían directamente de Alemania, pero estuvieron retenidas durante varios días en la aduana de San Petersburgo. Sin embargo, gracias a las gestiones de otros científicos locales que conocieron en una base rusa Bellinsghausen de la Antártida, pudieron solucionar el problema. En cualquier caso, el retraso acumulado podría ocasionar el tener que renunciar a parte de los objetivos de la expedición, explica Carmen Domínguez, que además de instalar las sondas de medida incluye explorar la zona elegida y realizar una campaña de aforos, es decir, las mediciones in situ que les ayudan a calibrar correctamente los datos que recogen los equipos.

 

La información que queda registrada en los equipos acerca de la cantidad de agua que pasa por un determinado punto y que procede directamente del deshielo de los glaciares próximos a los polos (en este caso se trata del Polo Norte, pero el proyecto cuenta con otras tres estaciones en el hemisferio Sur) está directamente relacionada con las temperaturas, según han podido comprobar los científicos. De esta manera, la medición de la descarga de agua es un indicador muy fiable a la hora de estudiar el cambio climático y sus consecuencias.