Salud España , Burgos, Martes, 20 de abril de 2004 a las 14:35

El sistema de facturación de recetas a través de Internet cumple un año en Burgos

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de esta provincia es el único en enviar los datos al Sacyl con este método

SC/DICYT Un sistema informático diñedado específicamente, que se apoya en un potente escáner de alta resolución y varios ordenadores conectados a una línea ADSL permite al Colegio Oficial de Farmacéuticos de Burgos, desde marzo de 2003, llevar a cabo la facturación de todas las recetas que expenden las farmacias burgalesas y que, una vez a la semana y en lotes de 25, son remitidas al colegio desde las oficinas de la capital y la provincia para su posterior envío al Sacyl.

El objetivo de este programa, que como experiencia piloto está desarrollando el colegio burgalés es, tal y como ha manifestado a DICYT la directora técnica del proyecto, Belén Villalmanzo “conseguir una facturación única de todas las recetas que se dispensan en la provincia de Burgos”.

El esquema de trabajo es sencillo. Así, todas las recetas que semanalmente se reciben en el Colegio de Farmacéuticos son canalizadas y clasificadas dependiendo de la farmacia de origen, así como de las características particulares de cada una de las recetas, ya que pueden ser de ciudadanos que cotizan a la Seguridad Social, pensionistas, etc.

Una vez realizada esta previa clasificación las recetas pasan por el escáner. Aquí se fotografían, son escaneadas y se transmiten al Sacyl por una línea de alta velocidad en formato .tif con una resolución de 300 dpi y en blanco y negro.

Toda la información que contienen las recetas está completamente codificada. Por ejemplo, el código que se refiere al talonario y a la receta se denomina CODE-39, el del medicamento aparece como LAN-13, y la información de médico y paciente se denomina PDF-417. Belén Villalmanzo, asegura que “durante todo el proceso de documentación se cumple la Ley de Protección de Datos, que garantiza la confidencialidad tanto del paciente, del médico y de la propia farmacia”.

Toda esta codificación de las facturas será utilizada posteriormente para ir haciendo un archivo de cada farmacia que se chequea en una base de datos que se denomina Nomenclator y que es la base oficial que ofrece el Ministerio de Sanidad. En el caso de que la fotografía no estuviera en perfectas condiciones como para extraer de ella toda la información, el proceso informático da paso a la revisión manual por parte de los operadores. Por el contrario, si todo el proceso se ha realizado correctamente, se consigue un listado contrastado con las diferentes farmacias.

En lo que a la infraestructura tecnológica necesaria para poder llevar a cabo esta facturación de recetas, tan sólo se requiere un escáner específico de alta resolución, que está ubicado en el Colegio Oficial de Farmacéuticos, y un segundo ordenador de alta capacidad para hacer el proceso de facturación. Además, es necesaria una regrabadora para compilar todos los datos y ofrecérselos al Sacyl, de manerqa que desde el servicio regional de salud puedan disponer de la imagen digitalizada en sus ordenadores.

"Según los datos de que disponemos", matiza Belén Villalmanzo, "sabemos que en algún colegio están utilizando este mismo sistema o, por lo menos, lo están intentando”, si bien añade que “es cierto que con tanta resolución y con el formato en el que nosotros lo estamos haciendo no se hace en ningún otro lugar”.