Ciencias Sociales España Bruselas, Internacional, Viernes, 04 de marzo de 2005 a las 14:41

España invirtió el 1’11% del PIB en I+D en 2002

La Unión Europea se queda, con el 1’93% invertido, lejos del 3% fijado para 2010

IR/DICYT Eurostat ha publicado un informe con las cifras referentes al gasto en I+D de los países de la Unión Europea, los estados candidatos, Estados Unidos, Japón y China. Aunque la Unión ha pasado del 1’82% de 1998 al 1’93%, todavía se encuentra lejos del 3% que el Consejo de Barcelona estableció como meta para el próximo 2010. Los países que registraron una mayor inversión fueron Suecia (4’27%) y Finlandia (3’51%), mientras España se quedó en decimoquinto lugar con un 1’11%.

Las cifras muestran que, midiendo en millones de euros, el gasto general de la Unión Europea aumentó una media anual de 6’47% entre 1998 y 2002, superando a Estados Unidos y a Japón y quedando por detrás de China. Por su parte, España registró un crecimiento en este sentido del 11’85%, situándose por encima de la media europea. Por millones de euros, los países que más crecieron fueron Estonia. Chipre y Hungría, todos ellos con más del 15%, pero partían de una tasa muy baja.

En cuanto a la fuente de inversión de la investigación y el desarrollo en Europa, el 55% provino de las empresas, a pesar de que esta cifra se había fijado en Barcelona en un 67%. Tanto Suecia como Finlandia, Irlanda y Luxemburgo han superado esta cifra, mientras que en España el porcentaje sufrió un descenso medio del 0’48% entre 1998 y 2002, situándose en el 48’9%.

Por regiones, en nuestro país fu la Comunidad de Madrid la que realizó una mayor inversión en I+D, con un 32% del gasto total nacional que supone un 1’87% del PIB. Le sigue Cataluña, con un 23% del total.

 

Objetivos lejanos
En marzo del pasado 2002, el Consejo de Barcelona se fijó un objetivo: aumentar la inversión en investigación y desarrollo tecnológico hasta el 3% del PIB de la Unión Europea para poder luchar en igualdad de condiciones con los competidores de Europa. De la cantidad final, la inversión privada debería representar dos tercios del total. La propuesta respondía a los intereses establecidos por la política de la Comisión en el Consejo de Lisboa, que en su reunión de marzo de 2000 planteó una serie de estrategias destinadas a hacer de la Europa de 2010 una economía basada en el conocimiento, más competitiva y dinámica.

Las cifras presentadas en este último informe muestran, sin embargo, una realidad muy distinta, alejada de los objetivos planteados para hacer de Europa un serio competidor en el panorama internacional.