Especialistas salmantinos destacan las posibilidades de la vacuna contra el cáncer de cérvix frente a otros tumores

José Pichel Andrés/DICYT Expertos del Hospital Clínico de Salamanca han presentado hoy la vacuna del virus del papiloma humano (VPH), causante del cáncer de cérvix o de cuello de útero y lesiones precancerosas. Además de ofrecer datos sobre la enfermedad en Salamanca, han destacado su potencial para prevenir también otros tipos de cáncer, urológicos, otorrinolaringológicos y anales. Sin embargo, han advertido de que aún quedan muchas investigaciones por realizar para poder aplicar la vacuna a estos tumores, como ya se está haciendo con el cáncer de cérvix.

"Sabemos que otros tipos de cánceres también son producidos por VPH", ha señalado el jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, Juan Luis Lanchares Pérez. Sin embargo, "no existen en este momento los estudios necesarios para poder trasvasar la experiencia que ya se tiene en cáncer de cérvix, sino que se está investigando en este momento", ha apuntado.

En cuanto al cáncer de cérvix, los ensayos clínicos se han realizado en mujeres entre 9 y 26 años, pero en la actualidad se han están llevando a cabo con mujeres de edad más avanzada. Los expertos aseguran que lo ideal es que las mujeres se vacunen antes de tener relaciones sexuales, ya que el virus se transmite por esta vía, pero "si no están afectadas por el virus, lo lógico es que se puedan vacunar en cualquier momento aunque ya hayan tenido relaciones", ha declarado Ángel García Iglesias, especialista que también pertenece al Clínico salmantino. En Castilla y León se ha establecido la edad de 14 años para su administración, una vez aprobada la vacuna por el Gobierno central. 

Enfermedad distinta

Los ginecólogos creen que con la administración de la vacuna las niñas quedan inmunizadas para toda la vida, pero "todavía no se tiene experiencia en esto, porque los estudios no superan los seis años". En este sentido, "es un virus que vive en las células, altera el núcleo, lo modifica e inicia el proceso, es una enfermedad infecciosa totalmente distinta a las demás que conocemos, el virus tiene que llegar al epitelio para generar el cáncer", señalan.

Sin embargo, la propia inmunología de la paciente destruye al virus. "Para que no se transforme en un cáncer, nosotros tratamos las lesiones, pero son las defensas de la paciente las que destruyen el VPH", señala Iglesias, que explica así el funcionamiento de la vacuna. Al margen de esto, hay factores externos que pueden influir, por ejemplo, "el tabaco altera unas células que tienen capacidad inmunológica y que, por lo tanto, actúan contra los virus", apunta el especialista.

Pruebas de ADN

El diagnóstico de los casos no siempre es eficaz, ya que se realiza a través de citología, cuando serían más efectivos los análisis de ADN, según los expertos. "No siempre las lesiones determinan la presencia del virus, hay confusiones con ellas y también citologías mal hechas, hay resultados que dan negativo para la lesión y sólo el 60% de las citologías son creíbles", advierte Lanchares. "El virus vive en el núcleo de las células, pero si no está activo o hay una carga viral baja, no altera el núcleo, tenemos una citología de características normales, pero el virus está ahí, esperando su momento para actuar", señala Iglesias.

Menor prevalencia en el oeste del país

En Salamanca el número de casos es mayor al de las provincias de su entorno, probablemente por la mayor cantidad de población joven universitaria que la habita. "La prevalencia más alta está en Mallorca y también en la zona mediterránea, mientras que es menor en el Oeste del país", afirma Iglesias, que apunta como explicación que el virus se propaga en las zonas con mayor tránsito poblacional, sobre todo en zonas turísticas. Un dato curioso es que el genotipo 51 del virus es más frecuente en Salamanca que en cualquier otro lugar de España, aunque muchas pacientes llegan a tener hasta tres tipos de virus distintos. En 2007, pasaron por el Clínico 346 pacientes con alguna patología relacionada con el virus del papiloma humano, el 61% con una edad entre 21 y 30 años. La mayoría de los casos se detectan en las consultas rutinarias, porque el virus es asintomático y casi todos los casos se hallan una vez que hay algún tipo de lesión precancerosa.