Alimentación Costa Rica , Heredia, Miércoles, 05 de octubre de 2011 a las 19:40

Estudian el desarrollo de abono a base de lixiviados

El líquido contaminante que se desprende de los desechos orgánicos e industriales, producto de su descomposición, sería la base para producir un abono con alto contenido de nutrientes para las plantas

UNA/DICYT De los desechos que se vierten en rellenos sanitarios y botaderos municipales, se desprende un líquido producto de la descomposición de materia orgánica e industrial denominada lixiviado. Estos lixiviados tienen un alto contenido de carbono, nitrógeno y fósforo, provenientes de la materia orgánica acumulada, y metales pesados, derivados de agroquímicos y material de empaque, como el hierro, magnesio, calcio y zinc, entre otros, que, si no reciben un adecuado tratamiento, se depositan en las fuentes de agua cercanas y producen la contaminación de ríos, mares y fuentes de agua subterránea aprovechadas para el consumo humano.

 

Desde enero de 2010, las cuatro universidades públicas del país trabajan, con financiamiento del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), para buscar opciones que mitiguen la contaminación que producen estos lixiviados.

 

Es así como la Universidad de Costa Rica (UCR) intenta buscar plantas autóctonas y arbustos que capturen parte de estos contaminantes, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED) experimentan con la aplicación de un tratamiento con biorrectores; es decir, el uso de microorganismos específicos que modifiquen los componentes de los lixiviados a formas con menor impacto ambiental, y la Universidad Nacional (UNA) busca un proceso químico mediante el cual se puedan eliminar parte de estos contaminantes.

 

Roy Soto, coordinador del Laboratorio de Productos Naturales y Ensayos Biológicos (LAPRONEB-UNA), encargado de este proyecto en la institución, afirma que lo ideal, además de eliminar estos contaminantes, es crear un producto útil a partir de estos componentes.

 

Mediante la realización de procesos químicos sobre estos lixiviados, asistidos por técnicas de ultrasonido para que la modificación de los componentes se lleve cabo, la filtración del lodo resultante y posterior secado del material permite la obtención de un producto sólido. “El producto que obtenemos es rico en fósforo, nitrógeno y potasio; por tanto, podría ser la base para la creación de algún tipo de abono, a la vez el residuo de los lixiviados sería menos contaminante”, explicó Soto.

 

El fin del proyecto es que, al cabo de un trabajo conjunto de las universidades, se pueda seleccionar la o las técnicas más efectivas para aplicarlas a los botaderos municipales y puedan, además, servir de base para el diseño de futuros rellenos sanitarios.

 

Innovación

 

De acuerdo con Pablo Jiménez, académico de la Escuela de Química, en el LAPRONEB-UNA también se trabaja en otros proyectos como el del desarrollo de tableros prensados a partir de residuos de la madera, piña y palma africana combinados con empaques reciclados de tetrabrik®, con el fin de desarrollar un producto comercial útil para la construcción o el diseño. Esta investigación se trabaja en conjunto con el Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Tecnología Química (LIDETEQ-UNA), el Laboratorio de Química Biorgánica de la Universidad de Costa Rica, el Centro de Investigación en Integración Bosque Industria (CIIBI-ITCR) y el Centro de Investigación en Protección Ambiental (CIPA-ITCR), ambos del Instituto Tecnológico de Costa Rica.

 

Asimismo, se trabaja en el diseño de una proteína sintética (péptido) que actúe como neutralizador o inhibidor de las enzimas tóxicas del grupo de las serina-proteinadas, presentes en el veneno de la serpiente terciopelo, con el fin de contrarrestar el colapso del sistema de coagulación mientras el paciente es tratado con un antídoto. Uno de los principales objetivos es trabajar también con ganado y caballos, ya que los ganaderos sufren muchas pérdidas de animales por mordeduras de serpientes. “Este es un proyecto que se trabaja con Fondos del Sistema y donde participan, además, el LIDETEQ-UNA y el Instituto Clodomiro Picado de la UCR”, puntualizó Jiménez.

 

Punta de lanza

 

El Laproneb inició como una unidad de investigación dirigida al estudio fitoquímico de la flora costarricense, que, por uso tradicional o por referencias documentadas científicamente, mostraba cierta utilidad en su aplicación a las actividades humanas, ya sea en el campo medicinal, cosmetológico o industrial, entre otros.

 

Este objetivo se ha complementado con la apertura de líneas de investigación orientadas hacia la gestión y utilización de material considerado como desecho, tal es el caso de los residuos de la agroindustria, con el fin de procesarlos y darles un uso alternativo de mayor utilidad, además de una nueva línea de investigación relacionada con la síntesis química y modificación química de compuestos, con el fin de evaluar su actividad en aplicaciones medicinales e industriales.