Alimentación España , Valladolid, Jueves, 21 de enero de 2010 a las 16:19

Estudian el origen de los elevados niveles de arsénico registrados en aguas de Tierra de Pinares

El trabajo de investigación lo lleva a cabo el Grupo de Química Analítica y Electroquímica de Materiales de la Universidad de Valladolid

CGP/DICYT Investigadores del Grupo de Química Analítica y Electroquímica de Materiales (Quiane) de la Universidad de Valladolid estudian el origen de los elevados niveles de arsénico registrados en acuíferos de la comarca de Tierra de Pinares, en la provincia de Valladolid. El catedrático de Química Analítica Enrique Barrado Esteban, coordinador del grupo de investigación, ha explicado a DiCYT que estos niveles “superan los permitidos para que el agua sea potable”, por lo que el trabajo de los científicos se centra en medir “las concentraciones de este elemento, su distribución y cómo evoluciona con el tiempo”.

 

En concreto, esta línea de investigación está dirigida por la doctora Marisol Vega. Durante el estudio, se seleccionaron más de 80 puntos de muestreo y se determinaron 20 variables hidroquímicas como el pH (medida de la acidez), la conductividad, la temperatura, el oxígeno disuelto, el arsénico, el vanadio, el hierro o el manganeso, “importantes para poder obtener agua potable para la población”, señala el catedrático.

 

En ese primer trabajo se determinó que la distribución del arsénico “varía ampliamente”, ya que en el 16 por ciento de los puntos analizados la concentración era inferior a diez microgramos por litro de agua (el máximo recomendado para aguas potables). No obstante, en un 25 por ciento los nieves registrados se situaron entre 10 y 50 microgramos por litro; en un 42 por ciento entre 50 y 200 microgramos y, superando este valor, otro 25 por ciento de los puntos.

 

Por otro lado, los científicos han hallado correlaciones del arsénico con otras variables hidroquímicas, así como alteraciones en el pH de las aguas que supera valores de 8’5. A juicio de los expertos, “la intensa explotación de los acuíferos superficiales y profundos que explican el incremento de la concentración de arsénico y su movilidad”.

 

Control de niveles de plomo en toda la región

 

Al igual que con el arsénico, la Unión Europea establece un límite máximo tolerado de diez microgramos por litro de plomo en agua destinada al consumo humano. El Quiane también estudia los niveles de plomo contenidos en las aguas de toda la región que llegan al abastecimiento público. La presencia de este elemento, tal y como advierten, se debe a su empleo en diversos materiales de fontanería como soldadura, galvanizados o estabilizadores utilizados en la fabricación de PVC.


Con el objetivo de evitar riesgos para la salud de los consumidores, los científicos controlan de forma “exhaustiva” los niveles de plomo en agua bebida. En ellos también influye el plomo de la munición de los cotos de caza que, una vez en el suelo, es lixiviado hasta su disolución y libera al ecosistema concentraciones “muy peligrosas”. Muchos cotos de caza están situados en las proximidades de las marismas, lagunas y humedades de la comarca, acuíferos “de gran riqueza ecológica”, por lo que la presencia del metal “es doblemente grave”.

 

Otra de las fuentes de plomo más importante son las aguas de escorrentía de cunetas próximas a carreteras de alta densidad de tráfico. Se trata de aguas “altamente contaminadas” que se vierten directamente a los cauces circundantes o son infiltradas a los acuíferos. El fin último del trabajo relativo al plomo es conocer la calidad de los recursos hídricos de la región, así como monitorizar la contaminación por este metal de las redes de abastecimiento.

 

Para ello se llevarán a cabo dos etapas. En una primera se diseñará y construirá un sistema automático de análisis en flujo para la medida continua de plomo en agua, y en una segunda se monitorizarán las concentraciones tanto en la red de abastecimiento como en las aguas superriciales y subterráneas de Castilla y León.