Expertos defienden el papel de las Humanidades y de las Ciencias Sociales en la transferencia de conocimiento
JPA/DICYT La Universidad Pontificia de Salamanca ha acogido hoy la presentación de varios casos de éxito en transferencia de conocimiento en el ámbito de las Humanidades y las Ciencias Sociales, ejemplos que han demostrado que las innovaciones tecnológicas pueden partir de cualquier ámbito del saber. La jornada, enmarcada en el Proyecto de Transferencia del Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE) de la Junta y organizada por la Fundación Universidades de Castilla y León (Funivcyl), ha supuesto también una reflexión acerca del papel que deben jugar las Humanidades y las Ciencias Sociales dentro de la propia transferencia de conocimiento.
En este sentido, David Barreiro Martínez, científico del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento (centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC) ha asegurado que "la transferencia es parte de la Ciencia, así que también debería ser parte de la Filosofía de la Ciencia" y preguntarse "qué es la transferencia y qué queremos que sea". En su opinión, las Humanidades en general deberían reflexionar acerca de qué pueden hacer "en y por" la transferencia. Aunque parecen diferentes del resto de la actividad científica, "pueden jugar un papel similar y tienen que ser el área que lidere la reflexión sobre lo que la transferencia tiene que ser", afirma en declaraciones a DiCYT.
David Barreiro ha presentado el programa TCP (Tecnologías para la Valoración y Conservación del Patrimonio) como ejemplo de éxito de transferencia de conocimiento en Humanidades y Ciencias Sociales apoyado en la tecnología, pero ha sido el único caso.
Joaquín Moreno Marchal, ex director de la Oficina de Transferencia de los Resultados de la Investigación de la Universidad de Cádiz, ha mostrado el proyecto T-Cultura, que se ha ejecutado en la institución académica gaditana desde 2008 hasta abril de 2011. "Ha sido un proyecto para fomentar el desarrollo de empresas desde la universidad que estén relacionadas con el mundo cultural y creativo que tengan en cuenta la posibilidad de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación para hacer innovación en el ámbito de la cultura", ha explicado.
El balance ha sido la presentación de 140 ideas y 40 proyectos de empresas que se han traducido, aproximadamente, en una decena de empresas creadas, aunque este último dato no está controlado por la Universidad. En cualquier caso, se han creado negocios en torno a la recuperación de patrimonio arqueológico subacuático, la agestión cultural, el marketing on line o el mundo de los libros electrónicos (e-books), tanto en soporte como en contenidos.
Colaboración entre disciplinas distintas
Por su parte, Raúl Sanz Guadarrama, director del Departamento de Transferencia de Tecnología del Centro para el Desarrollo de las Telecomunicaciones de Castilla y León (Cedetel), le ha dado el enfoque más tecnológico a la jornada al presentar hasta nueve proyectos diferentes que Cedetel ha desarrollado "en los que se demuestra que la colaboración entre disciplinas de Humanidades y Ciencias Sociales con una base sólida de tecnología da soluciones y productos que realmente tienen salida en el mercado".
Entre las iniciativas, hay una red social para centros de acceso público a internet, vídeos educativos o la aplicación de realidad aumentada al turismo. "Tenemos un equipo multidisciplinar, no sólo somos ingenieros, sino que tenemos expertos en varias ramas de Ciencias Sociales. Gracias a jornadas como esta, vamos a darnos a conocer y a poder emprender proyectos", asegura.
La jornada ha finalizado con la presentación de SCORMmobile, un proyecto de enseñanza a través del móvil que ha desarrollado la propia Universidad Pontificia de Salamanca a través de Ana María Fermoso García, además de un debate final entre los asistentes.