Alimentación España , León, Viernes, 21 de mayo de 2010 a las 19:19

Expertos en el estudio de moluscos analizan su consumo histórico en la Península Ibérica

Las primeras evidencias, presentadas en la primera reunión científica de Arqueomalacología en León, sitúan los primeros usos hace 300.000 años

Antonio Martín/DICYT Expertos en el estudio de los restos de moluscos en yacimientos arqueológicos (una disciplina denominada Arqueomalacología, se han reunido en León para unificar las metodologías que emplean y divulgar las diferentes líneas de investigación abiertas en la actualidad en Península Ibérica en la primera reunión científica ibérica de este tipo. Esta actividad ha permitido fechar las primeras evidencias de explotación de los recursos marinos por parte del ser humano, conocer la malacofauna marina de diferentes partes del Mediterráneo occidental o debatir sobre la presencia de moluscos en el comercio y el consumo de las sociedades romana y medieval que tuvieron lugar en la provincia de León. Hay que tener en cuenta que los restos de estos animales (caparazones y otras estructuras) tienen más posibilidades de conservarse que el de otros alimentos.

 

La estudio de los moluscos de yacimientos arqueológicos permite obtener información de aspectos muy variados, tales como dieta de esas poblaciones, la captación de recursos o el aprovechamiento del mar, el clima o el comercio de la zona en determinada época. En este sentido, la creciente importancia que la Arqueomalacología va adquiriendo en la Península Ibérica, con la presencia de numerosos investigadores y con la puesta en marcha de diferentes proyectos de investigación, hace hecho necesaria una puesta en común entre los diferentes arqueomalacólogos. Por este motivo, el Área de Prehistoria de la Universidad de León decidió reunir a los expertos de España y Portugal en Facultad de Filosofía y Letras para poner en común sus trabajos científicos. El objetivo principal de la reunión ha sido el de establecer un vínculo de comunicación entre los diferentes arqueomalacólogos peninsulares, y tratar de unificar las metodologías utilizadas y de solucionar problemas comunes.

 

Entre los trabajos presentados destaca el firmado por un grupo del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca. Estos investigadores han encontrado los primeros datos disponibles de tipo arqueozoológico sobre la presencia de restos de origen marino en el sudoeste de Europa proceden de yacimientos adscritos a finales del Musteriense (hace 300.000 años). Estos datos hacen referencia a restos de origen marino en la Región Cantábrica, de la fachada atlántica portuguesa, de Gibraltar y del Mediterráneo español. Se trata de la primera visión sobre la explotación de los recursos marinos antes del Solutrense (hace 20.000 años), periodo a partir del cual se afirmaba, hasta hace poco tiempo, que los grupos de cazadores-recolectores explotaban dichos recursos. La investigación, por lo tanto, anticipa en 280.000 años respeto a lo que se creía hasta ahora en la primera vez que los pobladores de la Península Ibérica decidieron alimentarse de moluscos.

 

Más cerca a un espacio geográfico concreto son los trabajos en los que se profundiza en el consumo de moluscos por parte de sociedades del Estrecho de Gibraltar, las actuales Cataluña y Comunidad Valenciana y por parte de los pitiusos, pobladores iniciales de Baleares, y los guanches, en Canarias. En el primer caso, investigadores de la Universidad de Cádiz han demostrado la importancia de la pesca y el marisqueo como actividades de gran importancia en el sustento alimenticio desde sociedades de hace 300.000 años. En La Balma del Gai (Moyá, Barcelona), a 50 kilómetros de la costa, investigadores de la Universidad de Barcelona han encontrado evidencias del uso de gasterópodos (conchas) o escafópodos (moluscos alargados) como elementos ornamentales en el Paleolítico.

 

De parte de investigadores locales, los trabajos se han centrado en épocas más recientes. En el primer caso, en el estudio de los restos malacológicos en Asturica Augusta (actual Astorga). La mayoría de esos restos son de origen marino, aunque también se han documentado algunos restos de vívalos fluviales. El análisis de los arqueólogos evalúa la importancia de este tipo de recurso en la dieta de la población romana. Además de su uso dietético, algunas conchas encontradas habían sido utilizadas como adorno. Hay que tener en cuenta que Asturica Augusta fue integrada en una red comercial que unía esta ciudad con la costa. En el segundo, se han encontrado restos de moluscos en Castro Iudeorum (el actual barrio de Puente Castro, en León), en dos épocas medievales, una altomedieval y otra posterior al siglo IX. Los judíos que habitaban este poblado, empleaban también los moluscos como alimento y como elementos decorativos corporales.