Tecnología México , México, Jueves, 22 de marzo de 2012 a las 12:07

Gran potencial de generación eléctrica en zonas submarinas

Un proyecto de cooperación bilateral entre México y la Unión Europea busca encontrar fuentes sostenibles de energía submarinas

Agencia ID/DICYT El fondo del mar del Norte del Golfo de California representa una de las principales regiones geotérmicas con gran potencial en la producción de energía eléctrica de hasta dos mil megawatts térmicos y promete un recurso renovable por más de tres décadas. Así lo ha determinado un grupo de científicos mexicanos y europeos que trabajan en conjunto.

 

Se trata de un proyecto de cooperación bilateral entre México y la Unión Europea, el cual sugiere una trascendencia internacional en materia de investigación científica y desarrollo tecnológico, a fin de encontrar fuentes sostenibles de energía submarinas que puedan ser aprovechadas.

 

Al respecto, la doctora Rosa María Prol Ledesma, especialista del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (GI-UNAM), dijo que la idea principal de esta iniciativa es la caracterización de la actividad hidrotermal dentro de las cuencas de Wagner y Consag del Golfo de California, en México.

 

La titular del proyecto en nuestro país comentó que esta región pretende atender una demanda de energía y agua potable debido al desarrollo social y económico que avanza constantemente.

 

Prol Ledesma señaló que por los datos geofísicos arrojados hasta el momento, los yacimientos hidrotermales submarinos tienen al menos dos mil megawatts térmicos de descarga natural, “lo que sugiere un recurso esencial que puede explotarse por los siguientes años”.

 

Además, mencionó que esta región del Golfo de California resulta ser muy somera; es decir, apenas alcanza una profundidad de alrededor de 200 metros y, en consecuencia, al estar cercano a la superficie disminuye las dificultades para extraer la energía geotérmica.

 

Para ello, el proyecto que en su versión ampliada a toda la Península de Baja California también fue seleccionado dentro de la convocatoria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la Secretaría de Energía (Conacyt-Sener), se dividió en tres zonas: Sur, Centro y Norte para evaluar dichas fuentes de energía.

 

Los primeros resultados que mostró la zona Norte, demuestran que hay excelentes recursos de manantiales termales continentales, costeros y del fondo del océano; por ejemplo, en Cerro Prieto ya son explotados más de 700 Megawatts eléctricos pero aún hay reservas en Ensenada, San Felipe y Puertecitos, subrayó la experta.

 

En el centro, sostuvo Prol Ledesma, se prevé que por lo menos 10 zonas geotérmicas ofrezcan este potencial, pero requieren una evaluación de factibilidad para confirmarlo.

 

En la cuenca de Wagner, apuntó, han hallado escapes de gases en el fondo del mar. Además prevalece un gradiente geotérmico que alcanza más de un grado centígrado de temperatura por metro de profundidad en las capas superficiales de sedimento.

 

Con ello, Prol Ledesma dijo que es probable que haya recursos con una temperatura muy por arriba de 100 grados y, de confirmarlo, podría emplearse una planta de ciclo binario, cuyo sistema transfiere calor desde el fluido geotérmico a otro secundario con un punto de ebullición más bajo para evaporarlo y producir electricidad con el uso de una turbina.

 

Es de destacar que la investigación financiada por el Fondo de Cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología (FONCICYT) será también una alternativa favorable para el sector turístico, pues algunos hoteles cuentan con pozos de aguas termales que podrían proporcionar hasta un megawatt de energía.

 

Prol Ledesma ejemplificó que estos recursos naturales podrían ser aprovechados por más de tres décadas. Un caso relevante es el campo geotérmico de Cerro Prieto, que ha producido energía por más de 30 años, y esperan obtener una cantidad superior de energía en el futuro.

 

En este proyecto participaron investigadores del Instituto de Ciencias de la Tierra (CSIC) y la Universidad Politécnica de Cataluña, ambos ubicados en Barcelona, España, además de la colaboración de la Universidad de Irlanda y el Instituto Politécnico Nacional.