Salud España , Salamanca, Jueves, 23 de septiembre de 2004 a las 17:24

"Hay que potenciar la investigación básica con células progenitoras hepáticas para diseñar tratamientos eficaces"

Aranzazu Sánchez Muñoz, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid participante en las 'III Jornadas Oncológicas'

AVPR/DICYT La investigación con células progenitoras, o células madre, se está convirtiendo en una prioridad para muchos grupos de investigación, como el está formando Aranzazu Sánchez Muñoz, investigadora de la Universidad Complutense de Madrid. Sánchez Muñoz centra sus investigaciones, desde hace años, en los mecanismos de proliferación, diferenciación y muerte de las células hepáticas, así como la implicación de estas células en diferentes patologías del hígado. Los resultados de parte de su trabajo han sido expuestos en la primera de las charlas que hoy se ha celebrado en el marco de las III Jornadas Oncológicas, organizadas por el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.

Según ha señalado a DICYT Aranzazu Sánchez "me gustaría contar con apoyo para investigar con células progenitoras hepáticas. Es esencial invertir en investigación básica y caracterizar bien su funcionamiento para valorar qué posibilidades hay de diseñar con ellas tratamientos eficaces". Hasta el momento, cuando un hígado está dañado, lo más habitual es que los tratamientos aplicados al paciente intenten activar células hepáticas maduras para repararlo; pero cuando el daño que se ha detectado está muy extendido, se recurre a la activación de células progenitoras hepáticas.

Este nuevo tratamientro quiere fomentar que estas células precursoras formen nuevos hepatocitos, proliferen y se diferencien según las distintas funciones que deban asumir en el hígado que se está reparando. Según argumenta Aranzazu Sánchez, "parece que las células progenitoras tienen ciertas ventajas a la hora de diseñar tratamientos con ellas. Son células más fácilmente expandibles en cultivo y más manejables, pero se desconocen muchos parámetros esenciales que hay que investigar, como por ejemplo los mecanismos moleculares que regulan su diferenciación. Quedan años de investigación antes de que podamos hablar de terapias, aunque ese es siempre nuestro objetivo último".

Investigar al otro lado del Atlántico

Sánchez Muñoz ha desarrollado parte de esta línea de trabajo durante los cinco años que ha pasado en el Laboratorio de Carciogénesis Experimental del Instituto Nacional del Cáncer ubicado en Bethesda (Estados Unidos). "Es fundamental para cualquier investigador haber pasado una temporada en el extranjero, es la única manera de tener una visión real de lo que se hace fuera de nuestro país".
Una experiencia que en el caso de la propia Aranzazu Sánchez le ha servido para constatar que "aunque las inversiones en investigación que se realizan en Estados Unidos distan mucho del presupuesto y los medios con los que trabaja un investigador español, también es cierto que cada vez estamos más cerca".