Ciencia Brasil , Brasil, Viernes, 25 de marzo de 2011 a las 14:43

Herbívoro con dientes de sable ofrece nuevos datos sobre los antecesores de los mamíferos

El cráneo destrozado y los dientes de un 'Tiarajudens eccentricus' fueron encontrados en un yacimiento brasileño que data del Pérmico medio

Eva Aguilar/DICYT Un grupo de investigadores ha llegado a la conclusión de que una dentadura fósil hallada en Brasil, es la prueba de que su dueña, una criatura que vivió hace 260 millones de años, podría haber sido una de las primeras en su clase en desarrollar oclusión dental o, lo que es lo mismo, la habilidad de que sus dientes superiores e inferiores encajaran durante la masticación. La descripción de los restos fósiles de Tiarajudens eccentricus, publicada en la edición de hoy de Science, proporciona nuevos elementos para entender mejor la diversidad y el éxito logrado por un linaje de herbívoros llamados anomodontos, que fueron parte del gran grupo de animales de los que surgieron los mamíferos modernos. 

 

El cráneo del Tiarajudens eccentricus fue hallado por un grupo de investigadores liderado por Juan Carlos Cisneros, investigador de la Universidad Federal de Piauí y de la Universidad Federal de Río Grande del Sur, en un yacimiento de la segunda época del periodo Pérmico o Pérmico medio -empezó hace unos 265 millones de años y terminó hace 270 millones de años- en el Distrito de Tiarajú (Río Grande del Sur, Brasil).

 

Además de tener dentadura en los extremos de la mandíbulas superior e inferior, el T. eccentricus también tenía el paladar lleno de dientes, lo que, según los investigadores, le permitía reemplazar rápidamente los que iba perdiendo. De acuerdo a los autores, esto constituye toda una novedad, ya que rompe con los patrones dentales que se han descrito hasta ahora en casi todos los fósiles de anomodontos y terápsidos (los mamíferos y sus ancestros directos).

 

Dientes de sable en un herbívoro

 

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención de sus descubridores, es que el nuevo fósil también exhibe dos enormes dientes de sable. Los investigadores piensan que la oclusión dental debe haberle servido a T. eccentricus para triturar plantas con fibra abundante, lo que a su vez puede haberle permitido ocupar nuevos nuevo nichos ecológicos en los que podía explotar al máximo una masticación más eficiente. ¿Pero qué hace un herbívoro con dientes de sable?

 

Los autores no lo tienen claro, aunque sugieren que los dientes de sable, más propios de animales carnívoros, podrían servirle al animal para ahuyentar a los depredadores y quizás también para enfrentar a sus competidores.

 

En un artículo también publicado hoy en Science y en el que comenta el descubrimiento del extraño herbívoro, el paleontólogo Jörg Fröbisch, de la Universidad Humboldt en Berlín, señala que el estudio de los cambios morfológicos de la dentadura de los terápsidos es uno de los recursos más utilizados en paleontología para estudiar la evolución de los mamíferos. Además, señala Fröbisch, el análisis de la dentadura permite conocer las complejas interacciones sociales de los primeros herbívoros y entender la evolución de los ecosistemas terrestres.

 

"El descubrimiento de Tiarajudens en depósitos del Pérmico medio en Brasil, arroja nuevas luces sobre la temprana diversificación de los terápsidos y particularmente de los anomodontos", escribe Fröbisch. "Tiarajudens es de particular importancia debido a su excepcional y especializada dentadura".

 

En cuanto a la presencia de los dientes de sable en el nuevo fósil, el paleontólogo se pregunta si en realidad estos deben ser considerados como tales o solo como grandes colmillos, parecidos a los que exhiben los elefantes o las morsas.

 

"La distinción entre dientes de sable, colmillos y dientes caninos alargados parece ser vaga y está basada principalmente en su longitud. Tiarajudens desdibuja todavía más esta distinción, dado que los anomodontos evolucionaron por ambos caminos (con dientes de sable y colmillos) para alargar sus caninos, y es posible que estos hallan tenido funciones similares, tanto para alejar a los depredadores como para el combate", concluye Fröbisch.