Ciencias Sociales España , Valladolid, Viernes, 09 de enero de 2004 a las 18:51

Herrera reclama más "ambición" a empresas y universidades en materia de I+D

Entrevista a Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León

Ignacio Coll/DICYT El presidente de la Junta repasa en esta entrevista para la Agencia DICYT el desarrollo de las políticas de I+D+i en Castilla y León, avanza algunas de las líneas de actuación del Ejecutivo en esta materia y reclama al sector empresarial y a las universidades un mayor compromiso en materia de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).

 

La potenciación de políticas que favorezcan la investigación, desarrollo e innovación son presentadas como una prioridad para su Gobierno ¿por qué?

Efectivamente, para el Gobierno regional las políticas de fomento de la ciencia y la tecnología son una prioridad. Entendemos que esto debe ser así porque el impulso a la I+D+i y la incorporación a las tecnologías de la sociedad de la información son uno de los componentes más claros para asegurar nuestro futuro como región. Una región que quiera ser competitiva, que quiera avanzar en los parámetros de creación de riqueza y empleo, ha de ser innovadora. En Castilla y León, desde el Gobierno, venimos trabajando desde hace ya más de 15 años en esta dirección, que es la dirección de la modernidad.

¿Entonces diría que la región goza buena salud en materia de I+D?

Creo que en la actualidad disponemos de un sistema regional de ciencia-tecnología-empresa-sociedad sólido, y que desde el Gobierno disponemos de todos los mimbres necesarios: en el año 2004 destinaremos al fomento de estas políticas el 2’35% de los presupuestos generales de la Comunidad, más de 188 millones de euros, que supone cinco veces más de lo que se destinaba a estas políticas en el año 1999; disponemos de un marco normativo eficaz (la Ley de Fomento y Coordinación de la I+D+i en Castilla y León) y de un instrumento de planificación eficiente e integrado con las políticas nacionales y europeas como es la Estrategia Regional de I+D+i 2002-2006. Y todo ello está teniendo un reflejo en los indicadores de ciencia y tecnología: actualmente somos la quinta comunidad autónoma en cuanto al parámetro esfuerzo tecnológico (gastos totales en I+D sobre el PIB) –en un proceso de convergencia con la media nacional, hace tan sólo cinco años ocupábamos la posición relativa número 12 en el conjunto de las comunidades autónomas– y esto se debe al esfuerzo de todos los agentes de nuestro sistema: empresas, universidades, centros tecnológicos y por supuesto la Junta de Castilla y León.

Sin embargo, cuatro de cada diez empresas de la región tiene menos de 20 trabajadores, abundan las Pymes y Micropymes... ¿Con este panorama puede el sector empresarial de Castilla y León apostar en materia de investigación, desarrollo e innovación?


Los datos dicen que cada vez más. Mire un dato objetivo: según el Instituto Nacional de Estadística en 1995 las empresas ejecutaban el 31’6% del total del gasto regional en I+D y a nivel nacional, el 48’2% .En el año 2001 las empresas de Castilla y León ejecutan el 53’3% del total del gasto regional en I+D y a nivel nacional, el 52%. Es decir, existe un compromiso claro del sector empresarial en la materia. ¿Es suficiente?: Pues todavía no, debemos ser más ambiciosos y, para ello, trabajar en dos direcciones: en primer lugar que se incorporen más empresas (fundamentalmente pequeñas y medianas) a este proceso innovador; y en segundo lugar, lograr que las empresas ejecuten al menos el 65% del gasto total en I+D, como así ocurre en los países europeos más avanzados. Debemos seguir trabajando y un mayor número de empresas deben entender que la única manera de ser competitivos es innovar en procesos y en productos. Desde el Gobierno regional seguiremos incentivando estos procesos de incorporación a la innovación para crear empleo y riqueza.

Con arreglo a las cifras del porcentaje de gasto en I+D y de investigadores con dedicación plena, el papel de las universidades es capital en la región. ¿Cómo valora su rendimiento en materia de ciencia y tecnología?

Efectivamente, según los últimos datos regionales de I+D, elaborados y publicados por el Instituto Nacional de Estadística y que corresponden a 2001, las universidades de Castilla y León aportan 1’26 investigadores con dedicación plena por cada mil habitantes, este mismo dato en el cómputo nacional es de 1’04. Es decir, tenemos un potencial humano en nuestras universidades destinado a investigación superior a la media nacional (un 21% más en términos relativos). Por otro lado, las universidades de Castilla y León ejecutaron el 39’5% del gasto regional total en I+D. En la media nacional este porcentaje, en 2001, supuso un 31% (menos de un 27'4%, en términos relativos, que en Castilla y León). Estos son los fríos datos estadísticos, pero que reflejan una realidad positiva: tenemos más recursos humanos en la universidad que la media nacional, se ejecutó más I+D en las universidades de Castilla y León que en la media nacional. Pero también debemos ser ambiciosos: debemos seguir avanzando en la imbricación de la universidad con los procesos de innovación tecnológica empresariales, que es sinónimo de transformación de conocimiento en riqueza y empleo. Aquí estamos todavía por debajo de la media nacional y no hay ningún motivo para que esto sea así.

¿Y a su juicio, en qué dirección deben realizar ese esfuerzo las universidades?

Se han realizado mejoras evidentes en este proceso de transferencia de conocimiento de la universidad a la empresa: por ejemplo la involucración de la Universidad de Valladolid en la puesta en marcha del Parque Tecnológico de Boecillo, o la que están llevando a cabo diversas universidades en los centros tecnológicos. Éste es un camino que debemos seguir. La nueva Ley Orgánica de Universidades y la Ley de Fomento y Coordinación General de la I+D+i en Castilla y León favorecen este proceso. En concreto, en Castilla y León, éstas deben colaborar más con las empresas en la realización de proyectos de I+D. Las universidades deben involucrarse más activamente en la creación de empresas innovadoras de base tecnológica: la puesta en marcha de dos nuevos parques tecnológicos en esta legislatura, Burgos y León, es una buena oportunidad para ello. También supondrá una buena oportunidad de creación de espacios físicos vinculados a los campus de universidades públicas de la región, en los que se ubicarán empresas innovadoras que surjan de investigaciones de las propias universidades.

En la presentación de la Estrategia Regional I+D 2002/06 usted hablaba de “proporcionar (a las empresas) las infraestructuras adecuadas de apoyo a la innovación, y particularmente una red de centros de investigación aplicada” ¿En qué se traducen esas palabras?

En este caso concreto que me pregunta usted, cuando hablaba de “red de centros de investigación aplicada” me refería a la red de centros tecnológicos de Castilla y León. Creo que esta red de centros tecnológicos, que se constituyó en 1992 y fue una red pionera en el conjunto de las comunidades autónomas, es en la actualidad una realidad muy madura. Actualmente tenemos seis centros tecnológicos que forman parte de dicha red, y en ellos trabajan, en conjunto, más de 700 personas (de los cuales más de un 85% son titulados universitarios) que colaboran, anualmente, con empresas de toda la región, de todos los sectores de actividad, y de todos los tamaños, en más de 300 proyectos empresariales. Esta red constituye una infraestructura tecnológica de apoyo a la innovación empresarial que ha demostrado ser eficaz y eficiente, red que en base a la Ley de Fomento y Coordinación General de la I+D+i en Castilla y León se potenciará. En la presente legislatura vamos a seguir trabajando en consolidar y completar dicha red. Desde la administración seguiremos apoyando a los centros tecnológicos de dicha red para que adquieran nuevos equipos, realicen proyectos de I+D genéricos que los capaciten en sus trabajos futuros con las empresas y colaboren en los procesos de difusión y dinamización empresarial en materia de I+D+i.

En otro apartado de esa misma presentación se vinculaba la fijación de la población en los territorios periféricos a procesos de innovación en las empresas del entorno. ¿Existen actuaciones específicas para esas zonas?

Efectivamente, existen actuaciones específicas dirigidas a las empresas de las áreas periféricas en materias de innovación. En concreto, dichas actuaciones se estructuran en el marco del proyecto Legite, que se viene desarrollando desde enero de 2002. Al respecto, y en el marco del proyecto Legite (cofinanciado por la administración regional y por la Comisión Europea, y que cuenta con una duración de tres años y un presupuesto cercano a los 4’5 millones de euros) se ha puesto en marcha, en colaboración con el Consejo Regional de Cámaras Oficiales de Comercio e Industria de nuestra región, una red de agentes de extensión de la innovación, formado por doce técnicos cualificados, que de una manera activa (sobre el terreno) apoyan a las pequeñas y medianas empresas ubicadas en las áreas periféricas en los procesos de innovación. Además está funcionando de una manera muy positiva: se han visitado, en los primeros años, más de 700 empresas, y de ellas más de 150 se han puesto en contacto con los centros tecnológicos regionales para que les realicen diagnósticos tecnológicos y planes de actuación y mejora en materia de innovación tecnológica. También, hasta el momento, dicho proyecto ha permitido crear 14 empresas innovadoras de base tecnológica en dichas áreas periféricas. La idea, en la presente legislatura, es seguir con dichas actuaciones y estructurar una red estable –en colaboración con el Consejo Regional de Cámaras– de agentes de extensión de la innovación a pequeñas empresas de las áreas periféricas, y esto en base a la experiencia del proyecto Legite que antes comentaba.

¿Puede avanzarnos cuál será el mapa de parques científicos y tecnológicos en la región en los próximos cuatro años?

Los parques tecnológicos son una manera eficaz de hacer realidad el principio de innovar para crecer y crear empleo; es decir, de transformar el conocimiento en creación de empleo y riqueza. Y así lo demuestra el Parque Tecnológico de Boecillo, en el que actualmente trabajan cerca de 4.000 personas, de ellos más de 2.000 son titulados universitarios menores de 35 años y de los cuales el 38% son mujeres. A lo largo de la presente legislatura, en esta materia vamos a poner en marcha –además de duplicar en extensión el Parque Tecnológico de Boecillo– dos nuevos parques tecnológicos: uno en Burgos y otro en León.
Y también vamos a articular (en el marco del Programa integral de creación de empresas innovadoras de base tecnológica que anuncié en mi discurso de investidura) cuatro espacios físicos de innovación vinculados a las cuatro universidades públicas de la región (Burgos, León, Salamanca y Valladolid) en el que se ubicarán empresas, que tengan como base líneas de investigación de las respectivas universidades. Se trata en definitiva de aprovechar el gran potencial en recursos humanos que tenemos en nuestras universidades y traducirlo en riqueza y creación de empleo.

Para finalizar, la Junta ha impulsado la puesta en marcha de un sistema regional de información en ciencia y tecnología: el Proyecto Novatores, ¿qué importancia cree que debe tener la información en el ámbito de la I+D+i?

Una importancia central y capital, de hecho ya la Ley de Fomento y Coordinación General de la I+D+i en Castilla y León, en su preámbulo y en su texto articulado, presta atención a la materia y contempla una serie de medidas y principios de actuación dirigidos a estimular y promover la I+D+i y su difusión y recepción por la sociedad de Castilla y León, como complemento a las actuaciones derivadas de la planificación en esta materia. Este principio básico se instrumenta a través de la Estrategia Regional de I+D+i. Es muy importante facilitar el conocimiento ciudadano de la cultura científico-tecnológica. En esta línea debemos estimular la labor científica e investigadora y la innovación resaltando su importancia y propiciando su reconocimiento social y, en general, difundir la relevancia cultural de la I+D+i en todos los niveles y grados de la enseñanza y fomentando la difusión de dichas actividades en los medios de comunicación y en la sociedad. Un ejemplo de ello es la celebración, hace unos meses, de la Semana de la Ciencia y la Tecnología en Castilla y León, que se repetirá con periodicidad anual, y otro ejemplo es el Proyecto Novatores que la Junta de Castilla y León, a través de la Agencia de Desarrollo Económico de Castilla y León, ha impulsado y financiado a través de la Fundación General de la Universidad de Salamanca.
Creo que es la línea de trabajo fundamental que debemos continuar en el tiempo: la sociedad de Castilla y León debe conocer y ser partícipe de la importancia que tiene la ciencia y la tecnología en su vida diaria y para prosperar como región.