Inmigración: oportunidad de desarrollo regional, consideran científicos, políticos y empresarios en el sureste mexicano

FCCyT/DICYT México, Centroamérica y Estados Unidos de América se han convertido en una gran región de integración laboral, cuyo eje articulador es la migración. La innovación de criterios para transformar este fenómeno en oportunidad de crecimiento económico, social y cultural depende en gran medida del derrumbamiento de los mitos que lo rodean, así lo consideraron diversos científicos, políticos y empresarios durante el 9º Seminario de Innovación Regional “Inmigración centroamericana; retos y oportunidades”, que se llevó a cabo en Tapachula, Chiapas en octubre pasado.

El doctor José Luis Fernández Zayas, ex coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), dijo que el asunto de la inmigración, en particular la proveniente de Centroamérica, está en proceso de consolidarse en el país y advirtió que es necesario innovar las políticas públicas para incentivar el desarrollo en esta región.

Añadió que el reto fundamental del 9º Seminario es estudiar la inmigración centroamericana desde diferentes visiones para poder extraer de este análisis propuestas de procesos que ayuden a integrar esta región en una nueva gran nación, en la cual prevalezcan fronteras físicas, pero más y mejor integrada, en particular en los aspectos económico, social y cultural.
A decir del doctor José Pablo Liedo Fernández, quien ocupó la Dirección General de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) hasta el pasado 15 de noviembre, uno de los logros más importantes del 9º. Seminario de Innovación Regional fue la conjunción de actores tanto del gobierno como de los sectores académico y empresarial. 

Alguno de los consensos más relevantes de este seminario tiene que ver con la necesidad de abatir mitos tales como los siguientes: Dificultar el ingreso en las fronteras disminuye la inmigración, la inmigración es sinónimo de incremento de la delincuencia, los migrantes compiten por el empleo contra los nacionales.

Partiendo de este consenso, se posibilita una nueva forma de tratar la migración desde un enfoque distinto al de los criterios policiacos o persecutorios y favorecer el aprovechamiento de las oportunidades que ofrecen los migrantes en cuanto al valor de capital humano y la integración social y económica en las regiones por las que transitan o a las que llegan. Lo que sí puede ayudar a construir fronteras seguras es ordenar la migración mediante la creación de leyes más acordes con las condiciones actuales de este fenómeno.

Liedo Fernández señaló que es necesario entender, en primer lugar, que la Ley de Población, que data de 1974, tuvo como objetivo la disminución de las tasas de fecundidad, lo cual ya está rebasado; segundo, que México es país de origen, tránsito y destino de diversos flujos migratorios y, tercero, la pertinencia de nuevos enfoques que consideren la migración más allá de los criterios restrictivos.

En su momento, el doctor Rodolfo Cruz Piñeiro, director del Departamento de Estudios de Población de El Colegio de la Frontera Norte (COLEF), señaló que ante la expectativa de que migrantes mexicanos retornen al país como consecuencia de la crisis económica que enfrenta Estados Unidos, se debe apostar por la innovación de enfoques y ver estos casos, si se dieran, no con alarma sino como oportunidades de reintegrar esa mano de obra, además de que la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte (EMIF) no muestra un retorno masivo.