Tecnología España , Salamanca, Miércoles, 06 de mayo de 2015 a las 13:37
INESPO II

Innovaciones con tecnología ‘beacon’

La Facultad de Informática de la Universidad Pontificia de Salamanca ha comenzado a experimentar con una nueva tecnología inalámbrica que puede tener diversos usos, especialmente, la localización en interiores

José Pichel Andrés/DICYT Investigadores de la Facultad de Informática de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) están comenzando a trabajar con la tecnología beacon, basada en Bluetooth Low Energy o Bluetooth 4.0. Mediante este sistema unas balizas (beacons en inglés) le pueden mandar señales a teléfonos móviles cercanos, lo cual tiene numerosas aplicaciones: desde la localización en interiores al envío de ofertas a clientes y muchas otras posibilidades aún por explorar.

 

Los smartphones o teléfonos inteligentes más avanzados están empezando a incluir los sensores necesarios para captar esta señal, que tiene un alcance medio, de unos 50 metros, y una gran ventaja: apenas consume batería. Si el móvil cuenta con la aplicación pertinente, los usos pueden ser diversos.

 

“En Estados Unidos ya se está utilizando en centros comerciales, donde los clientes pueden recibir ofertas en función de su perfil”, pone como ejemplo Montserrat Mateos, miembro del equipo de Investigación TESEMOW (Tecnologías y Servicios de Movilidad y Web). Como en ocasiones anteriores, este grupo está probando una de las últimas novedades tecnológicas para sacarle el máximo partido. “Nuestro objetivo es innovar, ir por delante para aportar algo a la sociedad y que se puedan desarrollar ideas y aplicaciones a partir de nuestros resultados”, comenta.

 

Una de las mayores utilidades puede ser la localización en interiores. Al igual que el GPS se emplea como guía en el exterior, la tecnología beacon puede ser una buena alternativa para indicar la posición de lugares o personas dentro de edificios, donde la señal de satélite no llega. “Desde el punto de vista de la tecnología son dos sistemas que no tienen nada que ver entre sí, pero podrían tener un uso similar, teniendo en cuenta que el GPS sería para exteriores y los beacons para interiores”, apunta la profesora.

 

Con la tecnología beacon cada baliza emite una señal y el dispositivo móvil puede reconocerla y calcular la distancia que los separa. Así, si se colocan una serie de balizas en un lugar como la sede central de la Universidad Pontificia de Salamanca, el usuario podría llegar hasta el punto deseado, como un aula o un despacho, igual que cuando realiza una búsqueda a través de GPS en la calle. De hecho, este proyecto ya está en marcha, a cargo de Roberto Berjón, investigador del grupo TESEMOV, y un grupo de alumnos en el marco del Club Universitario de Innovación de la institución académica. En cualquier caso, la idea es extrapolable a otros edificios públicos como hospitales y museos, pero tiene también un gran potencial comercial: por ejemplo, ya existen pruebas sobre cómo pagar sin pasar por caja a través de este sistema.

 

Los propios teléfonos móviles también pueden convertirse en emisores de la señal, aunque para la mayoría de los usos la instalación de balizas parece lo más indicado, ya que el coste de cada uno de estos elementos es relativamente bajo.

 

Algunos expertos consideran que beacon podría llegar a sustituir a NFC (Near Field Communication), tecnología en la que Montserrat Mateos y su grupo vienen trabajando en los últimos años, una señal también inalámbrica pero de corto alcance, que funciona al acercar físicamente el móvil a pocos centímetros de una etiqueta o de otro móvil, con la que los investigadores de la UPSA han desarrollado varios proyectos.

 

Años de trabajo con NFC


Uno de ellos fue un prototipo de pago para las plazas de aparcamiento de la ORA mediante el móvil. Otro permitía elaborar y gestionar listas de la compra para invidentes utilizando también el teléfono. Un tercero estaba pensado para facilitar la comunicación de personas mayores poco familiarizadas con las nuevas tecnologías, puesto que usando etiquetas NFC asociadas a imágenes, podían realizar una llamada con solo acercar el móvil a la foto de la persona que desearan.

 

Los últimos proyectos con NFC han sido para el control de asistencia a clase, que se puede extrapolar a otros usos, como el control de personal en un puesto de trabajo. Al entrar en el aula, los alumnos solo tenían que acercar el móvil a un dispositivo o al teléfono del profesor para que se contabilizara su presencia. La evolución de este sistema fue el proyecto ‘Clock in’, que se presentó en la pasada edición del Club Universitario de Innovación de la UPSA, en el que los alumnos son los protagonistas de la investigación, y que incluía como lector una placa de Arduino, plataforma de hardware libre.

 

Después de años de investigación en torno a esta tecnología en la UPSA, es precisamente ahora cuando el uso de NFC comienza a generalizarse. Un ejemplo es que está incluida en el nuevo DNI electrónico. Por eso, “nosotros no creemos que beacon llegue a sustituir a NFC, sino que son dos sistemas complementarios dentro de la comunicación inalámbrica”, asegura Montserrat Mateos.

 

En general, el objetivo del grupo de investigación TESEMOV es sacarle el máximo partido a los smartphones y a las tecnologías con las que se relacionan: “Trabajamos para hacer el mundo de nuestro alrededor más inteligente y más accesible con el móvil, un dispositivo que tiene muchas posibilidades”.