Alimentación México , México, Miércoles, 13 de noviembre de 2013 a las 12:38

Investigadores aportan su grano al rescate del café nacional

La firma AMSA confió en la vinculación con investigadores para su supervivencia; hoy mantiene 30% del mercado nacional

AGENCIA ID/DICYT En 2003, el mercado cafetalero en México atravesó una importante crisis económica, originada principalmente por la plaga del gusano barrenador que afectó los plantíos. El hecho de buscar solución al problema motivó a Agroindustrias Unidas de México (AMSA) a encontrar vínculos con instituciones especializadas, una de ellas el francés Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (Cirad).


Gracias al apoyo de la institución, AMSA superó lo dificultad agrícola y aprovechó el momento para reorientar los objetivos como empresa; en la actualidad encabeza una Alianza Estratégica y Red de Innovación (AERI), que se conforma de nueve empresas, y cuyo objetivo es bajar los costos de producción de los productores y mejorar la calidad de café.


Es así que además de ser productor de café, AMSA ofrece paquetes tecnológicos que incluyen programas de certificación y asesoría técnica para la mejor producción de diversas variedades de café, es decir, que sean más resistentes a plagas, que se adecúen a la zona, la altura, el clima, las condiciones de suelo, entre otras características.


Santiago Argüello Campos, director nacional de AMSA, explica que actualmente se apoya con financiamiento, asistencia técnica y comercialización a cafetaleros de Puebla, Veracruz, Chiapas y Oaxaca, de los cuales 20 mil son certificados internacionalmente para proyectos de desarrollo sustentable y medio ambiente.


AMSA ha establecido importantes vínculos con los institutos Tecnológico de Veracruz, de Biotecnología de la UNAM, Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias y el Cinvestav Unidad Irapuato, instituciones de las que recibe apoyo para transferencia de tecnología, innovación e investigación.


“En 2012 la empresa tuvo una producción de 900 mil sacos de café, de 150 libras cada uno (60 kilos), el 65 por ciento se exportó a Estados Unidos, y el 35 restante para el mercado nacional; cabe destacar que de la producción total, 10 por ciento es café orgánico, la más grande del país.


“En México hay 400 mil productores y 600 mil hectáreas dedicadas al cultivo de café. Participamos en el mercado nacional en un 30 por ciento, aproximadamente”, hace hincapié Argüello Campos.


El empresario agrega que en nuestro país las condiciones para la producción del grano no han sido fáciles y eso desmotiva al productor, de forma que se vuelve un problema social. “Hoy, en el mercado internacional una libra de café cuesta 1.20 dólares; en 2003 costaba 625 centavos de dólar, de manera que la situación era difícil y eso nos motivó a hacer más eficiente el cultivo, a innovar y hacer más rentable el producto.


“El mercado no lo controlamos, los precios son muy volátiles, pero sí podemos ayudar a bajar el costo de producción. Esto es muy importante porque México representa una importante oportunidad de negocio, ya que el mercado internacional crece en consumo dos por ciento lineal, en todas las presentaciones (soluble, molido, tostado, en cápsula).


El empresario señala que actualmente México no está en los primeros planos entre los productores de café a nivel mundial; de ser el tercero lugar hace 30 años, hoy es el séptimo. “En América Latina nos conocen como el gigante dormido, pues tenemos un potencial enorme, pero hay mucho que hacer en transferencia tecnológica para crecer internacionalmente.


“Siempre tratamos de compararnos con el mejor, en este caso Brasil, que tiene rendimientos hasta cinco veces más que nuestro país, y lo han logrado gracias a la innovación, sobre todo tecnológica. No imagino una cafeticultura del futuro sin innovación científica y de servicios, y sin transferencia de tecnología”.