Alimentación España , Salamanca, Viernes, 12 de noviembre de 2004 a las 10:32

Investigadores de la Universidad de Salamanca elaboran una cartografía vegetal de Castilla y León

Su trabajo, en colaboración con la institución leonesa, servirá para gestionar los espacios naturales de la comunidad

AVPR/DICYT Los investigadores del Departamento de Botánica de la Universidad de Salamanca, Enrique Rico y Francisco Amich han sido los encargados de dirigir los trabajos que, desde el año 2002, han desarrollado miembros de este departamento en diferentes espacios naturales de de Castilla y león. El estudio se ha desarrollado en colaboración con la Universidad de León, y ha sido fruto de un acuerdo con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta. El objetivo del proyecto es elaborar un mapa cartográfico de la comunidad en el que aparezcan representadas las principales áreas vegetales de las diferentes comarcas de la región. Según ha comentado a DICYT Enrique Rico, "se trata de facilitar a la Administración Pública una herramienta precisa para la gestión de sus espacios naturales".

En estos momentos, el proyecto se encuentra en la fase de digitalización de los datos recogidos durante este año. Cuando el trabajo esté concluido, la Administración Pública contará con una ingente base de datos en la que estarán contenidas todas las especies que se han identificado y clasificado durante los trabajos de campo. Enrique Rico explica que "las áreas que hemos analizado han sido propuestas por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta. Todas destacan por su alto valor ecológico y, buena prueba de ello, es que muchas han sido o van a ser incluidas en la Red Natura 2000".

Éste será el primer estudio que ofrezca una fotografía detallada del estado de conservación del patrimonio vegetal castellano leonés. Un material que cobrará importancia con los años, ya que deberá tomarse como referencia para evaluar si se han cuidado adecuadamente estos recursos vegetales.

Los trabajos han sido financiados por la Junta de Castilla y León, que en total había previsto una inversión de más de 380.000 euros. Una cifra que se incrementó posteriormente ya que, tal y como ha señalado Francisco Amich, "las superficies que hemos analizado son muy extensas. Además, la complejidad de las tareas que se han realizado durante el desarrollo de los trabajos de campo hacía necesaria la participación de personal especializado con importantes conocimientos de Botánica, lo que ha hecho que los costes se incrementasen".

Vistas desde el aire y recorridas a pie

En total, los seis investigadores principales y los 12 técnicos contratados han participado en alguna de las tres fases del proyecto, analizando unas 15.000 hectáreas por cada una de las áreas propuestas. "La peculiar orografía que presentan algunas comarcas, su extensión y la heterogeneidad que caracteriza el territorio castellano leonés han hecho necesario realizar más de una incursión en el mismo territorio", puntualiza Francisco Amich.

Pero antes de adentrarse en las áreas seleccionadas y de recorrerlas a pie, tomando muestras de las principales especies vegetales que se identifican, se han realizado fotografías aéreas a escala 1:10.000 de todo el territorio. "La fotografía aérea nos ha servido para identificar las principales formaciones vegetales, lo que llamamos teselas de vegetación, y para programar las diferentes incursiones", explica el profesor Amich.

Unas incursiones que han culminado con un total de 9.000 citas de plantas recogidas por cada 15.000 hectáreas lo que ha servido para constatar, a la espera de una análisis más profundo, que "Castilla y León es una comunidad en la que el medio natural se ha mantenido razonablemente bien conservado; en buena medida porque no se han realizado excesivas intervenciones para crear grandes vías de comunicación o núcleos industriales" expone el profesor Rico.

Entre los espacios naturales recorridos se encuentran, por ejemplo, los sabinares del Arianza, en Burgos; el Parque Natural de San Emiliano, en León; el Lago de Sanabria, en Zamora; Las Hoces de Riaza, en Segovia, o Las Arribes del Duero en Salamanca.

Flora amenazada

El estudio ha generado unos 250 inventarios de vegetación en los que se ha prestado especial atención a la flora. Estos investigadores ya habían elaborado para la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León un estudio anterior en el que, bajo el título Bases para la Protección de la Flora Vascular amenazada de Castilla y León, se centraban en la revisión de aquellas especies cuya presencia es cada vez más escasa en los campos castellanos. Dicho estudio ha servido en muchas ocasiones como referencia para la elaboración del catálogo actual, y complementará los datos obtenidos durante los trabajos de campo de esta segunda fase.